LA HISTORIA INTERMINABLE (o la carrera a contrarreloj contra la Nada)

La historia interminable (1984)


Dirección: Wolfgang Petersen

Reparto: Barret Oliver, Noah Hathaway, Moses Gunn, Tami Stronach, Patricia Hayes, Sydney Bromley, Thomas Hill, Deep Roy

SINOPSIS

Basada en el libro de Michael Ende, nos cuenta la historia de Bastian, un niño que ha perdido a su madre, introvertido y callado. Un día, tratando de escapar de unos compañeros que le quieren atacar, se esconde en una librería, de donde roba un libro llamado “La historia interminable”. Escondido en el desván de su colegio, comenzará a leer aquella historia acerca de un reino llamado Fantasía y como un ente maligno llamado “La nada” está destruyendo poco a poco tanto el reino como a sus habitantes.

OPINIÓN PERSONAL DE «LA HISTORIA INTERMINABLE»

Y volvemos a los ochenta. No lo puedo evitar, es mi debilidad. Otra de las películas de mi infancia que sigue a día de hoy manteniendo la magia de antaño. Cosa que no importa a quien le pese, no ocurre con muchas películas actuales, e incluso de mediados de los 2000.

Para comenzar esta reseña, tengo que decirte, por si no lo sabes, que esta película nos cuenta la primera mitad del libro de Michael Ende (razón por la que el escritor renegó de este film, qué equivocado estuvo el pobre) y lo hace de una forma magistral, puesto que recrea hasta el último detalle del libro. La segunda parte del libro, siendo en algunos momentos más bonita, se dejó para una secuela (que obviaré ahora y hablaré al final de la reseña). Una historia llena de magia que gracias a un exquisito diseño de producción, nos ofrece un reino de Fantasía lleno de bellísimas imágenes y maravillosos paisajes.

La Torre de Marfil donde vive la Emperatriz Infantil impresiona en su primera aparición, así como todas y cada una de las criaturas que pueblan el reino de Fantasía. Un gran trabajo de diseño de vestuario y  maquillaje para conseguir unos personajes tan carismáticos como inolvidables. Unos efectos especiales muy dignos para aquellos años. Y a día de hoy, sigue habiendo películas con efectos especiales bastante más deficientes. La magia la conserva, como te conté en “Dentro del laberinto” por ejemplo, siempre que te dejes llevar y sepas que son marionetas o muñecos. A partir de ahí, soñar con Fantasía y volar sobre Fuyur (nunca supe cómo se escribía), es una experiencia que merece la pena.

El tema musical, se convirtió en un hit mundialmente conocido (el único de su artista Limahl) y cualquiera que escuche las notas es capaz de reconocerlo. Pero toda la banda sonora es una delicia, que consigue enfatizar con sus sonidos los momentos alegres y provocar una tremenda tristeza en ciertos momentos que no desvelaré.

Una película llena de momentos inolvidables. El Pantano de la tristeza, Morla, las Esfinges, el desván, Gmork… La película es un viaje trepidante a contrarreloj contra la Nada. Una lucha titánica por encontrar las respuestas para evitar la destrucción de Fantasía. Y el Auryn. Quien haya visto la película y le haya marcado en menor o mayor medida, reconocería el Auryn a primera vista.

Podemos abandonar esta historia como una película meramente para entretenimiento infantil, pero en realidad no lo es. La destrucción del reino de Fantasía, representa la incapacidad o la pérdida de la ilusión por soñar. Perder toda imaginación, todo resquicio de inocencia. Y nos guste o no nos guste, al crecer es lo que ocurre. La Nada representa ese vacío, ese agujero negro al que al hacernos adultos nos dejamos arrastrar. O que nosotros mismos nos creamos a nuestro alrededor. Y lo triste de nuestra realidad, es que la Fantasía no tiene límites. La imaginación y los sueños no deberían desaparecer, pero a veces por desgracia, lo hacen. Por eso siento que es una película que todo niño debería ver. Y más de un adulto también.

Volviendo a mi costumbre de comentarte secuelas, te diré que esta película tiene dos. Una de 1990 y la otra de 1994. No hablaré de ellas en ningún post independiente, puesto que no me gustaron. Aunque la segunda parte retoma partes del libro que no se contaron en la primera (que calca la primera mitad del libro), no lo hace de forma coherente. Los actores cambian y eso pesa demasiado. Y la tercera parte es un sin sentido que nada tiene que ver con la historia original del libro. Nuevos actores, más descontrol. Todas las criaturas de las dos primeras partes son sustituidas por nuevas versiones que no convencen. Para los niños por supuesto que ambas son divertidas, para pasar un buen rato de aventuras. Pero a nivel trilogía, no dan la talla.

Y como anotación curiosa, la Emperatriz Infantil (Tami Stronach) nunca volvió a actuar frente a las cámaras. Y mira que era linda la niña…

Así que tras esta reseña, te emplazo para vernos de nuevo la semana que viene.

¡Disfruta de todo lo que la vida te ofrece!


Una respuesta a «»

Deja un comentario