Regreso a la infancia
Ubicación: Osuna, Sevilla
QUÉ PUEDES VER:
Museo dedicado a la infancia de los años 70 y 80 que nos ofrece un recorrido por todos los juguetes que disfrutamos en nuestra infancia. Un coleccionista local nos muestra juguetes, cromos, tebeos, posters y un sinfín de artículos que formaron parte de la infancia de todos los nacidos allá por esa época.
OPINIÓN DE «REGRESO A LA INFANCIA”:
Este fin de semana pasado decidimos hacer un pequeño viaje que teníamos ganas desde hacía tiempo. A escasas dos horas de Málaga, se encuentra Osuna, un pueblo de Sevilla, que además de poseer la calle más bonita según la Unesco (aunque yo difiera en esta afirmación), ofrece la visita al Coto de las Canteras y varios restos arqueológicos romanos. Pero para mí, la visita a este pueblo tenía una parada mucho más interesante. El museo del juguete vintage “Regreso a la infancia”.
Obviamente, este museo era el motivo principal del viaje, pero también está bien aprovechar la coyuntura y conocer el entorno. Pero vamos a lo importante y el motivo de este artículo. Este museo, creado por un coleccionista local, abarca más de 6.000 artículos de las décadas setenta y ochenta y nos retrotrae (a la gente de mi quinta) a nuestra infancia nada más entrar por la puerta.
En la entrada podemos adquirir réplicas de algunos juguetes antiguos, la gran mayoría figuras de acción, pero también merchandising de películas o series de la época. Para ir abriendo boca, aunque lo que nos encontramos tras pasar por la pequeña tienda no es para nada lo que hemos visto al entrar. Es un millón de veces mejor.
Nada más pasar la pequeña tienda, se abre ante el visitante una enorme nave industrial plagada de vitrinas de pared a techo, góndolas con cristales e infinidad de artículos colgados por las paredes. Y nada más entrar, todos los que vivimos esa época, nos transportamos a aquellos años en los que pasábamos las horas jugando con playmobil, chabel, airgam boys, coleccionando cromos o jugando al Imperio Cobra, del cual tengo la reedición, pero no recordaba un segundo juego (Huída del Imperio Cobra II). Tampoco es que yo tuviera todos los juguetes que existieron… Pero sí que recordé la primera versión del Cluedo, aunque yo era demasiado pequeño para entender aquellas reglas tan complicadas.
Todas las vitrinas están organizadas por temáticas, en las que encontramos Masters del Universo, Nancys, indios y vaqueros, coches, consolas antiguas (mi querido primer ordenador Spectrum), juegos de cartas, tebeos, discos y miles de cosas más. No faltan las figuras de “Star Trek” con sus playsets o la infinidad de superhéroes como Batman, Ironman o Superman.
Recordé cuando jugábamos con la Botilde (impecable en su bolsa sin abrir), el Super Disco chino de Enrique y Ana, el juego del Un, Dos, Tres o veíamos películas en el CinExin. Todo lo que íbamos viendo nos traía bellos recuerdos de una infancia totalmente diferente a la que se vive hoy actualmente, sobre todo por culpa del mundo cibernético. Al menos así lo veo yo, y sobre todo después de este viaje al recuerdo.
Una de las cosas que más llamó mi atención fue la vitrina que poseen con cromos antiguos de infinidad de películas y series, y que yo personalmente era fan al ciento por ciento. Pero lo increíble era que todos estaban en sobres aun cerrados. No puedo imaginarme en aquella época el hecho de ser capaz de guardar durante tantos años un sobre sin abrir… Descubrí colecciones de cromos que ni recordaba que existieron, como “El coche fantástico”, “Los Goonies” o “Fama”, una de mis series favoritas de la infancia.
Por supuesto que también tenían los álbumes de muchos de esos sobres, incluyendo el famoso “David el Gnomo” que regalaba Danone por aquel entonces. ¿Quién no tuvo ese álbum?
También los juegos de cartas de la increíble e incombustible marca Heraclio Fournier tienen cabida en este espacio y yo, que conservo alguna que otra baraja de entonces, disfruté muchísimo descubriendo algunas que no conocía.
Me emocioné al ver el “¿Quién es quién?” original, ya que no recordaba después de tantas versiones con el paso de los años, cómo eran los rostros con los que jugaba de pequeño. La serie “V” con esa malvada Diana, y las pegatinas que regalaba la revista de la época “Tele Indiscreta”, el baboso Blandi Blub (precursor del Slime) o las muñecas recortables con las que jugaba con mis amigas.
El tamaño del mítico Tragabolas nada tiene que ver con lo que juegan hoy en día, el increíble Castillo de Grayskull, imponente como el de She-Ra. Y la vgóndola dedicada a “Regreso al futuro” es de esas cosas que te dejan sin palabras.
Si con todo esto que te he dicho no te animas a ir… Pues no sabría qué más decirte. Fue una experiencia maravillosa, que por supuesto repetiré, puesto que van cambiando cada ciertos meses por falta de espacio. Obviamente no te cuento todo lo que hay, ya que hay muchas más sorpresas que te traerán muy gratos recuerdos.
Como información importante por si decides ir para viajar de nuevo a tu infancia, decirte que en julio y agosto permanecen cerrados y suelen abrir viernes, sábados y domingos. No obstante, en su página de Facebook puedes contactar con ellos para asegurarte la visita.
Y por aquí os dejo su Instagram y su Facebook:
¡Nos vemos de nuevo siendo niños!
ALGUNAS IMÁGENES…









