REGRESO A LA INFANCIA

Regreso a la infancia


Ubicación: Osuna, Sevilla

QUÉ PUEDES VER:

Museo dedicado a la infancia de los años 70 y 80 que nos ofrece un recorrido por todos los juguetes que disfrutamos en nuestra infancia. Un coleccionista local nos muestra juguetes, cromos, tebeos, posters y un sinfín de artículos que formaron parte de la infancia de todos los nacidos allá por esa época.

OPINIÓN DE «REGRESO A LA INFANCIA”:

Este fin de semana pasado decidimos hacer un pequeño viaje que teníamos ganas desde hacía tiempo. A escasas dos horas de Málaga, se encuentra Osuna, un pueblo de Sevilla, que además de poseer la calle más bonita según la Unesco (aunque yo difiera en esta afirmación), ofrece la visita al Coto de las Canteras y varios restos arqueológicos romanos. Pero para mí, la visita a este pueblo tenía una parada mucho más interesante. El museo del juguete vintage “Regreso a la infancia”.

Obviamente, este museo era el motivo principal del viaje, pero también está bien aprovechar la coyuntura y conocer el entorno. Pero vamos a lo importante y el motivo de este artículo. Este museo, creado por un coleccionista local, abarca más de 6.000 artículos de las décadas setenta y ochenta y nos retrotrae (a la gente de mi quinta) a nuestra infancia nada más entrar por la puerta.

En la entrada podemos adquirir réplicas de algunos juguetes antiguos, la gran mayoría figuras de acción, pero también merchandising de películas o series de la época. Para ir abriendo boca, aunque lo que nos encontramos tras pasar por la pequeña tienda no es para nada lo que hemos visto al entrar. Es un millón de veces mejor.

Nada más pasar la pequeña tienda, se abre ante el visitante una enorme nave industrial plagada de vitrinas de pared a techo, góndolas con cristales e infinidad de artículos colgados por las paredes. Y nada más entrar, todos los que vivimos esa época, nos transportamos a aquellos años en los que pasábamos las horas jugando con playmobil, chabel, airgam boys, coleccionando cromos o jugando al Imperio Cobra, del cual tengo la reedición, pero no recordaba un segundo juego (Huída del Imperio Cobra II). Tampoco es que yo tuviera todos los juguetes que existieron… Pero sí que recordé la primera versión del Cluedo, aunque yo era demasiado pequeño para entender aquellas reglas tan complicadas.

Todas las vitrinas están organizadas por temáticas, en las que encontramos Masters del Universo, Nancys, indios y vaqueros, coches, consolas antiguas (mi querido primer ordenador Spectrum), juegos de cartas, tebeos, discos y miles de cosas más. No faltan las figuras de “Star Trek” con sus playsets o la infinidad de superhéroes como Batman, Ironman o Superman.

Recordé cuando jugábamos con la Botilde (impecable en su bolsa sin abrir), el Super Disco chino de Enrique y Ana, el juego del Un, Dos, Tres o veíamos películas en el CinExin. Todo lo que íbamos viendo nos traía bellos recuerdos de una infancia totalmente diferente a la que se vive hoy actualmente, sobre todo por culpa del mundo cibernético. Al menos así lo veo yo, y sobre todo después de este viaje al recuerdo.

Una de las cosas que más llamó mi atención fue la vitrina que poseen con cromos antiguos de infinidad de películas y series, y que yo personalmente era fan al ciento por ciento. Pero lo increíble era que todos estaban en sobres aun cerrados. No puedo imaginarme en aquella época el hecho de ser capaz de guardar durante tantos años un sobre sin abrir… Descubrí colecciones de cromos que ni recordaba que existieron, como “El coche fantástico”, “Los Goonies” o “Fama”, una de mis series favoritas de la infancia.

Por supuesto que también tenían los álbumes de muchos de esos sobres, incluyendo el famoso “David el Gnomo” que regalaba Danone por aquel entonces. ¿Quién no tuvo ese álbum?

También los juegos de cartas de la increíble e incombustible marca Heraclio Fournier tienen cabida en este espacio y yo, que conservo alguna que otra baraja de entonces, disfruté muchísimo descubriendo algunas que no conocía.

Me emocioné al ver el “¿Quién es quién?” original, ya que no recordaba después de tantas versiones con el paso de los años, cómo eran los rostros con los que jugaba de pequeño. La serie “V” con esa malvada Diana, y las pegatinas que regalaba la revista de la época “Tele Indiscreta”, el baboso Blandi Blub (precursor del Slime) o las muñecas recortables con las que jugaba con mis amigas.

El tamaño del mítico Tragabolas nada tiene que ver con lo que juegan hoy en día, el increíble Castillo de Grayskull, imponente como el de She-Ra. Y la vgóndola dedicada a “Regreso al futuro” es de esas cosas que te dejan sin palabras.

Si con todo esto que te he dicho no te animas a ir… Pues no sabría qué más decirte. Fue una experiencia maravillosa, que por supuesto repetiré, puesto que van cambiando cada ciertos meses por falta de espacio. Obviamente no te cuento todo lo que hay, ya que hay muchas más sorpresas que te traerán muy gratos recuerdos.

Como información importante por si decides ir para viajar de nuevo a tu infancia, decirte que en julio y agosto permanecen cerrados y suelen abrir viernes, sábados y domingos. No obstante, en su página de Facebook puedes contactar con ellos para asegurarte la visita.

Y por aquí os dejo su Instagram y su Facebook:

¡Nos vemos de nuevo siendo niños!

ALGUNAS IMÁGENES…


LA PRINCESA PROMETIDA (o tú mataste a mi padre, prepárate a morir)

La princesa prometida (1987)


Dirección: Rob Reiner

Reparto: Cary Elwes, Robin Wright, Mandy Patinkin, Chris Sarandon, Christopher Guest, Wallace Shawn, Fred Savage, Peter Falk, André The giant.

SINOPSIS

Un abuelo visita a su nieto enfermo para leerle un cuento que al joven no parece hacerle mucha gracia. El cuento relata la historia de la preciosa Buttercup, que vive en una granja molestando constantemente a su mozo de caballerizas Westley. Cuando este se embarca en busca de fortuna para casarse con Buttercup, es asaltado por el pirata Roberts y ella se ve obligada a casarse con el príncipe Humperdinck. Pero un día antes de la boda, es secuestrada por un trío de delincuentes que comienzan a verse perseguidos por un extraño enmascarado.

OPINIÓN PERSONAL DE «LA PRINCESA PROMETIDA»

Buenas, buenas, buenas mañanas de domingo fresquito… Aquí estoy de nuevo con otro clásico inolvidable de los fabulosos ochenta, esta vez de finales de la década.

Unos años antes de dirigir la maravillosa e icónica “Misery”, este director que ya había adaptado “Cuenta conmigo”, un relato corto de Stephen King, adaptó otra novela, esta vez de aventuras del autor William Goldman. Y ahí nació “La princesa prometida” como filme inolvidable de amor y aventuras. El director nos traslada a un mundo de fantasía que el abuelo relata a su nieto, y poco a poco nos va enredando en esa historia llena de pilos, malvados, princesas y amor verdadero. La mítica escena de lucha entre Westley e Iñigo, la batalla “a sufimiento” entre Humperdinck y Westley, el juego de trileros de Vizzini. Es que todo rezuma buen gusto por el trabajo bien hecho, por el amor al cine. Por contar una historia sin artificios, donde los personajes tienen sus caracteres muy bien definidos, sus personalidades muy claras y los actos que realizan son acordes a sus creencias.

El maravilloso Mark Knopfler es el encargado de poner su arte musical al servicio de esta historia, y al igual que hizo con su banda sonora de “Un tipo genial (Local Hero)”, crea unas melodías evocadoras de una belleza exquisita.

Los efectos especiales no son buenos, eso no se puede rebatir. Pero es que tampoco importa desde el momento en que la historia de Buttercup y Westley te atrapa. Las persecuciones, los diálogos, las luchas a espada, todo crea un círculo perfecto en el que lo que menos importa es si la roca que ha caído se nota que es cartón piedra. Y lo digo yo, con mi edad a mis espaldas y el conocimiento de que no por tener los mejores efectos especiales, tu película va a ser un éxito. Es importante, pero no clave. Al menos para mí. Y sobre todo viendo esta película en perspectiva, de la época en que se filmó y los medios de la época. No le puedes pedir a “Lo que el viento se llevó” que no parezca un decorado o una lona pintada, es absurdo. Pero a día de hoy entiendo que la gente desee más y más y más. Quizá para mí no es necesario.

Ni que decir tiene, que los dos personajes protagonistas forman una de las parejas más bellas del celuloide. Y no hablo únicamente de lo guapísimos que son ambos, también la química que tienen ante la cámara y lo maravillosamente tratado que está el amor que se profesan el uno al otro. La forma en que consiguen llegar a estar juntos, pese a todo lo malo que les ocurre. Sonará infantil, puesto que la película en ese aspecto es más bien básica en cuanto a acción. Más que nada, porque eran películas para todos los públicos. Con malos y buenos, con magos y monstruos, pero no de los que anidan en las pesadillas. Sino los que eres capaz de atravesar con una espada y dejar de tenerles miedo.

A la tierna edad a la que lo vi, me resultó el cuento de hadas perfecto. Y a la vejez, la frase icónica de la película “como desees” me sigue poniendo los pelos de punta. De hecho, a modo de cotilleo, te diré que hago referencia en mi última novela “El secreto de Danford” a esa maravillosa frase. Como la frase de Iñigo Montoya, presente incluso en Alexa (pregúntale “Alexa, me llamo Iñigo Montoya” y espera a su respuesta), lo cual la destaca como clásico de culto de todos los tiempos.

Una película medieval de aventuras, un cuento romántico con peleas de espadachines, magia negra y un príncipe malvado. Como se hacían las historias antiguamente, por el simple y dulce hecho de entretener, no de ganar millones de euros a base de marketing y efectos especiales. Una mirada retrospectiva a un pasado que si bien tiene sus cosas malas, yo personalmente no cambiaría por nada.

¿Conocías esta película? ¿Sabías que está basada en un libro?

¡Nos vemos la semana que viene!


BALAS SOBRE BROADWAY(o el teatro no es nada fácil)

Balas sobre Broadway (1994)


Dirección: Woody Allen

Reparto: John Cusack, Diane Keaton, Chazz Palminteri, Jim Broadbent, Tracey Ullman, Jennifer Tilly, Mary Louise Parker, Harvey Fierstein

SINOPSIS

Un escritor de teatro novel, David Shayne, desea fervientemente que una de sus obras se estrene en el mismísimo Broadway. Parece imposible de conseguir, y en su desesperación, David acepta la financiación de un gánster que únicamente le pone la condición de aceptar como actriz a su novia Olive Neal, una desgarbada y pésima actriz. El guardaespaldas que cuida de Olive comienza a modificar la obra de David, la actriz protagonista, una diva venida a menos de la que David se enamora y los enfrentamientos entre los actores hacen que todo se vaya al traste.

OPINIÓN PERSONAL DE «BALAS SOBRE BROADWAY»

Encantado de verte de nuevo por aquí. Hoy, sin saber por qué, coincidimos en última cifra del año, y si hace unas semanas “Pesadilla en El Street” cumplía cuarenta años, esta película de la que te vengo a hablar hoy cumple diez menos. Treinta primaveras hace que se estrenó una de las mejores comedias del director Woody Allen.

Si eres fan del cine, puedes pensar que el señor Allen tiene filmes mucho mejores, pero mi afirmación radica en que en esta película NO SALE el señor Allen. Lo siento, no me gusta. No me hace gracia, no me parece buen actor y me resulta excesivamente cargante. Y aunque el personaje principal que interpreta el actor John Cusack es la viva imagen de los papeles que Woody Allen se reserva para él mismo (histriónico en exceso), en la piel de Cusack me resulta incluso divertido.

La ambientación de la película, los años veinte, está muy bien conseguida. Desde las localizaciones hasta el vestuario de las actrices y actores. Ya te comenté en algún otro post, lo que me llama la atención cuando se recrean escenarios de otras épocas. El trabajo del equipo de vestuario, de arte, de peluquería y maquillaje, me parecen muy a tener en cuenta.

La desesperación del director va en aumento hasta el clímax final, y Cusack sabe navegar con un personaje hecho a medida para el director, pero que gracias a dios decidió no interpretar, imagino que por tratarse de un director joven. Cusack domina las situaciones que se descontrolan y sabe lidiar con todos los inconvenientes que le surgen al protagonista. Jennifer Tilly resulta sublime en su papel de novia del gánster, burda y soez tratando de aparentar una delicadeza y clase de la que claramente carece. Su voz original (el doblaje también, ojo) le suma puntos, ya que es una actriz que posee un timbre de voz chirriante y desagradable cuando quiere. Todo el elenco de actores hace una interpretación soberbia de sus personajes, mostrando el amplio abanico que nos podemos encontrar en un montaje teatral (siempre de forma exagerada) y las diferentes personalidades que tratan de confluir en un mismo proyecto. Si trabajas en el teatro, entenderás de lo que estoy hablando, y seguro que te has cruzado con alguno de ellos. O eres uno de ellos, que también podría ser.

Si algo tengo que reconocer de este director, es su capacidad con los diálogos. Resultan bien marcados para cada uno de los personajes. Sabe conseguir que cada uno de ellos tenga una personalidad muy bien definida. Y eso es una parte muy importante de una película. El guion por muy bueno que sea, si no tiene unos buenos diálogos, pierde puntos y a veces se estampa frente al público. Un diez por esos comentarios de Helen Sinclair o de Olive Neal. Brutales.

Una crítica mordaz al mundo del espectáculo llena de diálogos absurdos que esconden entre líneas mensajes en los que pensar seriamente. Al final, el teatro es como la vida. A veces tienes que tragar con gente que no congenias, porque no eres tú el que está arriba. Y si quieres salir adelante, o vas solo o te apoyas con gente de todo tipo. En ti está la decisión.

No es relevante a nivel cinematográfico, pero sí a nivel personal. Cinco años después del estreno de este filme y a punto de terminar la carrera de interpretación, nuestra compañía estrenó una versión teatral titulada “Sueños de un director”, que obtuvo varios premios en el certamen Málaga Crea de ese año. Puedes ver un poco su historia por AQUÍ.

¿Conocías esta película? ¿Te gusta Woody Allen o reniegas de él como actor al igual que yo?

¡Nos vemos la semana que viene!


FELLOW TRAVELERS

Fellow Travelers (2023)


Creación: Ron Nyswaner

Reparto: Matt Bomer, Jonathan Bailey, Allison Williams, Andy Milner, Erin Neufer, Jane Moffat, Mike Taylor, David Tomlinson, Ben Sanders, Etienne Kellici

Temporadas: 1

Episodios: 8

SINOPSIS

En la era McCarthy, dos hombres muy diferentes entre sí se conocen en Washington y comienzan una tórrida relación que abarca desde la guerra de Vietnam, los alocados años setenta hasta la irrupción del SIDA en los años ochenta.

OPINIÓN PERSONAL DE «FELLOW TRAVELERS»

Esta semana vuelvo a traerte una serie de esas que a mí me gustan. Buen guion, buena historia, magníficas interpretaciones y un mensaje duro pero necesario. Aunque yo conocía esta serie por su título original, es posible encontrarla también como “Compañeros de ruta”, por si tras leer mi reseña te animas  a echarle un vistazo.

Durante la década de los cincuenta, en plena era McCarthy, la homosexualidad era considerada una enfermedad psiquiátrica y este señor llegó a compararla con el comunismo, ahí es nada. Comenzó una cruzada para descubrir a todos los gays y lesbianas que pudiera, para así eliminarlos del equipo de gobierno. Una caza de brujas por un temor infundado y absurdo que acabó con la vida (tanto social como literal) de muchísimas personas. Su mano derecha, Roy Cohn, como símbolo de la hipocresía de la época, era un homosexual en el armario que ayudó al senador a destrozar las vidas de sus iguales. Como sigue ocurriendo en muchos aspectos de la vida actual, así es el ser humano.

Y aquí comienza esta estupenda historia que une por casualidad a Tim Laughlin y Hawkins Fuller, dos empleados gubernamentales que sin darse cuenta, forjan un amor oculto que durará décadas y que los marcará de por vida.

El combo Bailey/Boomer es un acierto en todos los sentidos. Dos actores  que se entregan a sus personajes en cuerpo y alma. Un idealista y un ambicioso que se cruzan por casualidad y que se dejan arrastrar por una pasión que los engulle y los escupe una y otra vez durante toda una vida. Los matices de cada uno de los personajes están muy bien definidos desde el principio de la historia, por lo que es fácil posicionarse a un lado u otro del combo, en función de con cuál de ellos empatices más. Matt Boomer crea un personaje tan bello como despreciable. Frío, insensible y con un carisma que emana por cada poro de su piel, dejándonos ver que es capaz de camelarse a quien quiera. Y Jonathan Bailey configura a un Tim dulce, soñador, enamoradizo y capaz de aguantar lo que sea necesario por quien cree que es su amor verdadero. Con todas las consecuencias que ello le acarree. Una pareja que demuestra el buen hacer interpretativo desde inicio a  fin de cada capítulo.

Durante la mayor parte del metraje, el personaje de Hawk consigue producir un rechazo muy marcado con el espectador, colocándonos junto al sufrimiento de Tim por la indiferencia y crueldad de Hawk. Pero desgraciadamente la situación de Hawkins es entendible si nos posicionamos en la estructura social de la época, el estatus en el que este personaje se movía y lo que podía perder. No materialmente, sino personalmente. A lo largo de los episodios descubrimos el miedo que anida en su interior, y aunque no llegué a conectar con él al cien por cien, sí que le di el beneficio de la duda. Porque es fácil desde nuestra perspectiva actual el pensar “lucha por él”, “sé fiel a ti mismo” o “cobarde por no amar a quien quieres”. Pero aunque arrastre a la desgracia a las personas que ama (Tim y Lucy), entiendo aunque no comparto su postura. Porque ya lo dije en “El baile de los 41”, no solo se daña uno mismo, sino al entorno. Y aunque yo, como parte del colectivo, desee que Tim y Hawk estén juntos, soy consciente y empatizo con la situación de Lucy durante toda la historia. Porque no es fácil, nada fácil.

No puedo dejar de mencionar al vértice faltante de este triángulo amoroso, y es nada más y nada menos que la increíble Allison Williams a la que descubrí en “La perfección” y que aquí es la abnegada esposa de Hawk, Lucy Smith. Hija del senador Wesley y enamorada desde la primera vez que ve a Hawkins, nos ofrece un personaje lleno de aristas, fiel reflejo de las mujeres de la época. Como dicen en algún momento de la serie, las mujeres saben lo que sus maridos, pero lo importante es que vuelvan a casa con ellas. Y es duro escucharlo, porque era una realidad, no hablando solo del tema lgtb, sino en todos los aspectos sociales y morales (prostitutas, juegos, alcohol y un largo etcétera). Ella acepta su situación y ahí radica la crueldad de la vida de Lucy, el saber y callar. Un sobresaliente para el recorrido de este personaje.

La estética de todas las décadas en las que transcurre la serie están perfectamente recreadas, tanto en vestuario, maquillaje y peluquería, como en ambientación (hogares, oficinas, clubs nocturnos, etc) y fotografía. Ya sabes que a mí esos detalles me encantan.

Descubrimos una visión de la sociedad desde los años cincuenta, hasta mediados de los ochenta, cuando el SIDA arrasó con gran parte de la comunidad gay. Con saltos en el tiempo, podemos descubrir los altibajos, no solo de sus protagonistas, sino de todos los que les rodean, y que también recorren un duro camino junto a ellos.

Y como siempre diré, estas historias seguirán siendo necesarias, para enseñar a las nuevas generaciones, lo que padecieron nuestros antepasados. Que aprendan a valorar el camino recorrido, la lucha constante y la necesidad de mantener la fuerza y la constancia en esa lucha por los derechos de igualdad y respeto para con nuestra comunidad.

Dicho esto, espero que te animes a conocer esta historia de amor compleja y dura. No te arrepentirás. ¡Nos vemos la semana que viene!

DISCO IBIZA LOCOMÍA (o una lucha de egos que destrozó sueños)

Disco Ibiza Locomía (2024)


Dirección: Kike Maíllo

Reparto: Javier Lorente, Alberto Ammann, Blanca Suárez, Alejandro Speitzer, Iván Pellicer, Albert Baró, Pol Granch,  Javier Morgade, Vito Sanz.

SINOPSIS

En mitad de la década de los ochenta, un grupo de amigos apasionados por la moda, se convirtieron en el reclamo más importante de la discoteca más famosa e internacional de Ibiza. Su vestuario transgresor, sus bailes con unos inmensos abanicos y el carisma de su creador, Xavier Font, llamo la atención del productor Jose Luis Gil, que les convirtió de la noche a la mañana en estrellas de la música. Pero el camino al éxito no fue un camino de rosas y en este biopic del grupo Locomía descubriremos el por qué.

OPINIÓN PERSONAL DE «DISCO IBIZA LOCOMÍA»

Te doy la bienvenida un domingo más y esta vez a ritmo de “Rumba-Samba-Mambo” como dirían los protagonistas de esta película que te traigo hoy. Vamos con una película española estrenada hace unos meses, pero que ya está disponible en Netflix.

Si hay algo que me ha gustado de esta película, es lo cercana que se encuentra de la realidad que vivieron todos ellos. Y si la vi con toda esa información en mi cabeza, es porque hace unos años, en el 2022, la plataforma Movistar+ estrenó un documental de tres episodios acerca de toda la historia de Locomía, desde su creación en Ibiza hasta su desaparición del mundo del espectáculo. Y en ese documental hablan prácticamente todos los involucrados sin dejarse nada en el tintero. No escatiman en detalles escabrosos, que aunque duelan, sucedieron. Y ese documental me sorprendió porque jamás imaginé todo lo que se escondía tras esos abanicos, esos zapatos de punta y esas hombreras imposibles. Muy interesante poder verlo antes y después lanzarte a ver la película.

¿Por qué? Porque aunque existen trazas de humor en algunos momentos de la película, el grueso es exactamente igual al que relatan sus participantes. Y aunque suene a desmedido, muchas de aquellas cosas pasaron.

La película pasa por alto algún que otro abandono del grupo, intercambio, etc, pero es que como te digo, el documental te cuenta la historia con pelos y señales y no tiene desperdicio. De ahí que algún personaje como Fuentes no estuviera presente en el final de Locomía, pero en la película sí que está. Pero nada relevante como para decir que no es verídica. Y vamos a la pluma. La pluma existía, existe y existirá. A colación con el documental, verás que no han exagerado nada a ninguno de los personajes. Primero, porque es un biopic y debes ser lo más fiel a la realidad y segundo, porque la mayoría de ellos están vivos y merecen un respeto.

Quizá me sobraba alguna que otra escena subida de tono que aunque imagino que tratara de reflejar la forma de ser de aquel grupo de Ibiza (que eran bastantes más de los que conocimos) no la considero excesivamente necesaria. La estética de aquellos locos ochenta está muy bien recreada gracias al trabajo de vestuario y maquillaje. Y no sólo los extravagantes trajes de los integrantes, sino todos los que les rodean, tanto en la famosa discoteca de Ibiza, como en su carrera al estrellato. Aunque en los créditos podemos ver las imágenes reales comparadas con las de la película, el documental del que os hablo es el claro ejemplo de lo bien estudiado que está ese campo del filme. Un diez por eso.

Los protagonistas. Bueno, debo resaltar la increíble actuación de Alberto Ammann como Jose Luis Gil, que si bien físicamente no se parece, habla prácticamente igual, lo que supone un trabajo de dicción muy reseñable. Y te lo digo porque en el documental, Gil habla largo y tendido, así que cuando escuché a Alberto me sorprendió gratamente. Alejandro Speitzer como Carlos (protagonista de “Alguien tiene que morir”), creo que es el que menos me ha convencido, y el que más me chirriaba. Cosa que no me ocurrió con Blanca Suárez, ya que el personaje de Lurdes fue muy importante en el nacimiento de Locomía y jamás se le dio importancia. Y ella, junto a Xavi, fueron los creadores de la estética y el universo Locomía.

Un relato oscuro sobre el interior de la industria musical, por el que si bien pasa de puntillas, deja muy claro quién tiene la sartén por el mango, quién es capaz de arruinar los sueños de unos jóvenes que jamás imaginaron lo que les ocurrió, y sobre todo quienes se equivocaron con sus acciones. Una lucha de egos que acabó con uno de los grupos más emblemáticos de la época, que no por ello de los mejores. Pero sí de los más relevantes.

Como película que es, se toma varias licencias que no voy a revelar, para mitigar un poco la batalla Font-Gil que a día de hoy aún perdura. Pero se le perdona al director por el hecho de querer dar un cierre digno a una historia que todavía no ha terminado.

Nunca fueron un grupo muy de mi estilo, he de reconocerlo. Pero lo que sí provocaron en mí, fue ese sentimiento oculto de “ellos son como yo”, aunque nadie diga nada. Me llamaban mucho la atención sus estéticas, la forma en que se movían y por qué no, lo guapos que me parecían. Aunque en esa época no entendiera todavía muy bien la razón de esos sentimientos.

¿Quién tuvo la culpa de que Locomía desapareciera? Yo, tras el documental y la película, lo tengo muy claro. ¿Y tú? ¿Charlamos?

¡Hasta la semana que viene visitante!


THE OLD OPERATING THEATRE

The Old Operating Theatre


Ubicación: Londres, Reino Unido

QUÉ PUEDES VER:

Conocido como el Hospital de Santo Tomás datado del año 1215, abrió sus puertas como quirófano en 1822. Se cerró permanentemente en 1862 y fue recuperado como museo en 1957, mostrando el herbolario y la sala de operaciones donde se operaba a vida o muerte y se hacían experimentos médicos a los pacientes, la gran mayoría gente pobre y sin recursos.

OPINIÓN DE «THE OLD OPERATING THEATRE”:

Como vuelvo a viajar a Londres estas Navidades, he recordado este maravilloso y a la vez lúgubre museo que visité allá por 2015 en mi primera visita a la ciudad londinense. Si bien no es una de las visitas más recomendadas al viajar a Londres, puesto que hay infinidad de museos y edificios emblemáticos por delante de la lista, sí que lo encontrarás entre las opciones disponibles y llamativas (al igual que ocurre con el buque Belfast del que ya te hablé hace mucho).

Situado en la parte superior de una iglesia barroca, al subir su diminuta y claustrofóbica escalera de caracol parece imposible imaginar lo que uno va a encontrarse en el techo de la iglesia. Una sala de operaciones rodeada de gradas donde los estudiantes y otros médicos observaban las escabechinas que allí se realizaban. Y un herbolario inmenso donde se conseguían las medicinas tras la operación (los que conseguían salir con vida, claro está).

El herbolario que es lo primero que nos encontramos nada más llegar al ático de la iglesia, nos muestra cómo eran los métodos de preparación de los remedios naturales de la época. Todo resulta muy evocador de una época en la que la medicina comenzaba a dar sus primeras innovaciones, aunque para nada satisfactorias para los pacientes. Pero a continuación llegamos a la parte en la que podemos observar todos los instrumentos con los que se realizaban las operaciones, que iban desde partos hasta amputaciones. Observando esta exposición en la que se incluyen fotografías antiguas, uno puede imaginar el horror de estar enfermo y ponerse en manos de personas que, aun siendo cirujanos reconocidos, no tenían ni el material ni el conocimiento suficiente para salvarles la vida. O al menos, hacerlo en condiciones.

Por último, pasamos a la vieja sala de operaciones por la parte superior de las gradas, y al mirar hacia abajo, un escalofrío recorre el cuerpo. Porque parece auténticamente una película de terror victoriana. Al más puro estilo Frankenstein, la mesa de operaciones es un tablero de madera mohoso. Las batas colgadas en el perchero no hacen sino acrecentar esa angustia en ese habitáculo tan reducido. Lo más duro de la historia de esta sala de operaciones, es el hecho de conocer, gracias a los escritos de la época, que durante los primeros años todas las operaciones se realizaban sin anestesia (quizá narcotizados por alcohol u otras sustancias), la higiene era casi inexistente y los instrumentales eran rudimentarios y a su vez parecieran pertenecer a una película de terror.

Obviamente, después de todo lo que has leído, quizá pienses que no es una visita de lo más apetecible en tu viaje a Londres, pero no olvides que gracias a todo lo que verás en este museo, la medicina a día de hoy es como es. De alguna forma tuvieron que empezar ¿no crees? No deja de ser una visita diferente, algo tétrica, pero al fin y al cabo es parte de la historia de la medicina.

¡Hasta la semana que viene!


ALGUNAS IMÁGENES…