LAS ULTIMAS SUPERVIVIENTES (o cuando el metacine es pura comedia)

Las últimas supervivientes (2015)


Dirección: Todd Strauss-Schulson

Reparto: Taissa Farmiga, Malin Akerman, Adam DeVine, Thomas Middleditch, Alia Shawkat, Alexander Ludwig, Nina Dobrev, Chloe Bridges, Angela Trimbur, Dave Randolph-Mayhem Davis, Patrick Kearns, Lauren Gros

SINOPSIS

Max acepta ir con sus amigos a la reposición en cines de la película de los ochenta «Campamento sangriento», de la que su madre, recientemente fallecida fue protagonista secundaria. Durante la proyección de la película, un incidente en la sala provoca un incendio, y tratando de escapar, Max y sus amigos se ven inmersos en la película de su madre. Desde ese momento, tendrán que jugar todas sus cartas para sortear al asesino en serie y encontrar la manera de volver al mundo real.

OPINIÓN PERSONAL DE «LAS ÚLTIMAS SUPERVIVIENTES»

Vamos a reírnos un poco, que nunca viene mal. Hoy quiero hablarte de una comedia de hace unos pocos años, que suelo ver de vez en cuando, porque me parece muy divertida. «Las últimas supervivientes» es la historia de como unos jóvenes de hoy en día son absorbidos por la pantalla de cine y se ven en medio de un slasher de los años ochenta. La premisa ya de por sí, suena divertida. Y lo es, de principio a fin. Sabe presentarnos a los personajes de forma rápida, para ubicarlos en la historia, sin detenerse en lo meramente superficial, a excepción de Max, en la que se profundiza para conocer la historia con su madre. Al igual que se hacía en películas como la que van a ver los jóvenes, los personajes aparecen dibujados con trazos muy gruesos, lo justamente necesario para posicionarlos en la historia y darles una característica que los diferencie de los demás (la inocente, la dura, el chulo, la sexy…) Vamos, muy, muy básicos. Pero es que así era en aquella época. Lo importante era la carnicería del asesino de turno.

No es una película de terror, vaya por delante, puesto que a pesar de tratarse de un homenaje a los slasher ochenteros, da de todo menos miedo. Y tampoco es un peliculón, ya sabes que a mí, la opinión de la mayoría no es algo que siga a pies juntillas. Es una película para pasar un buen rato, sin más pretensiones que las de echar un momento de risas. Y es que no creo que todas las películas que veamos tengan que dejarnos la cabeza bloqueada tras verlas, pensando el por qué, la razón, el sentido, etc… No. Hay veces que hay que ver cosas para desconectar del día a día y no cargarte con más pensamientos metafísicos. Y esta película es para eso mismo. Para verla, reírte y olvidar los problemas por un rato.

Es cierto que el metacine me parece un género muy interesante. Y en esta película nos encontramos con una visión de este género de lo más divertida. Los jóvenes del 2015 se encuentran cara a cara con los jóvenes de los años 80, con todo lo que ello conlleva. Roles de género, tecnología, estereotipos… Todo lo que te puedes imaginar, ocurre entre ellos, mientras tratan de escapar del más que típico asesino de aquella época. Camina despacio, siempre te atrapa, tópicos tan esperados como deseados. Y la reacción de los dos grupos provoca situaciones muy divertidas.

Taissa Farmiga me parece una actriz que ya está bastante consolidada y aunque a veces peca de mostrar el mismo gestus, creo que eso la hace ser una actriz como poco peculiar. La conocí en «American Horror Story» y me sorprendió, así que verla en una película me pareció una buena idea. Por otro lado, otra chica de serie, Nina Dobrev, me enamoró hace unos años con su papel de Elena en «Crónicas vampíricas» (ya sabes que soy fan de los vampiros…) y verla en una comedia hacía que me picara la curiosidad. Así que me lancé a ver este refrito que quería recordar aquella época en la que Jason, Michael o Freddy hacían de las suyas con jovencitos a veces demasiado atontados.

La música está muy bien escogida, al igual que la estética del campamento, muy al estilo de «Crystal lake», por lo que los que sean de mi quinta, recordarán tanto en la estética de los personajes como en los escenarios, esa época dorada del cine de terror slasher.

Maravilloso el momento en que una de las actrices de la película hace una referencia a George Michael… Brutal. Otra de las razones por las que esta película me gusta es por la ausencia de humor zafio o grosero. Ya sabes que no es el humor que me suele gustar. En esta película el humor es básico, eso sí, pero el choque generacional entre los protagonistas, provoca equívocos con un regusto al recuerdo. Es decir, yo viví los ochenta y entiendo muchas de las situaciones que se crean, o los comentarios que hacen los actores del slasher. Los estereotipos de los protagonistas se delimitan claramente, tanto en un grupo como en el otro. Solo que puedes observar la visión que se tenía en los ochenta, en contraposición a la visión de hoy en día.

Y con esto último me despido hasta la próxima semana, deseando que disfrutes cada día al máximo. ¡Hasta pronto!

¿Eres fan de las películas de los 80? ¡Deja tu comentario!


LA TIENDA

La tienda (1991)


Autor: Stephen King

SINOPSIS

En Castle Rock, Maine, abre una tienda nueva, con el nombre “Cosas Necesarias”. Todo el pueblo camina expectante por conocer quién es el propietario y qué artículos se pueden adquirir allí. El nuevo propietario y nuevo vecino de la localidad es leland gaunt, un entrañable anciano que parece tener todos los artículos que sus clientes pueden o desean tener. Los precios son extrañamente baratos para la importancia que parecen poseer. La razón de esos precios, es que Leland solo quiere que sus clientes le gasten una pequeña broma a otro habitante. Poco a poco, esas bromas crean una espiral de violencia y locura que está a punto de devastar el pueblo.

EL AUTOR

No me quiero extender mucho acerca de este punto, puesto que en la reseña sobre “Cell”, ya te hablé bastante de él. Mi autor favorito por excelencia y el que me inspira a la hora de ponerme a escribir. Autor con más de cincuenta novelas y más de doscientos relatos cortos. Considerado uno de los mejores autores de literatura de terror, aunque camina a veces entre la ciencia ficción, el thriller e incluso el drama.

OPINIÓN PERSONAL DE «LA TIENDA»

Vuelvo a hablarte de literatura, analizando una de las primeras novelas que leí de mi autor favorito. Fue hace bastantes años, pero me acuerdo como si la hubiera leído ayer. No es una de las novelas más conocidas del autor, y sin embargo, es una de las que más me ha gustado.

Una historia llena de personajes muy bien identificados por el autor. Cada uno con sus miedos, sus sentimientos y sus secretos. Son muchos personajes, por lo que es un libro con el que estar atento para no perderse. Lo interesante de toda esta amalgama de personajes y bromas en un principio sin importancia, es que están interconectadas sin que los habitantes lo sepan. Es decir, Leland conoce las rencillas de los habitantes, y encarga esas bromas a otros habitantes que nada tienen que ver con esas rencillas. Creando de esta forma la sencillez de que una broma a alguien no tiene importancia, pero para quien la recibe, además de ser de mal gusto, consigue hacer creer que ha sido realizada por su enemigo. Stephen King crea una telaraña muy bien hilada y definida en la que todos los habitantes acaban enganchados en la red del señor Gaunt.

Deja que duerma el pasado. Es mejor así.

STEPHEN KING

Pequeños tesoros para cada uno de los habitantes que sienten como completamente necesarios para su felicidad. Y por ello son capaces de cometer actos inmorales disfrazados de bromas, por lo que no rozan la ilegalidad, pero que desencadenarán la locura de todo un pueblo.

La duración del libro quizás es ligeramente exagerada. Aunque cuando estás inmerso en tantas historias a la vez, las páginas pasan una tras otra, viendo como todo se complica más y más a medida que las bromas tienen el efecto que Leland buscaba. La evolución de la historia y por lo tanto, de sus personajes, va in crescendo en función de las bromas “sin maldad” que los propios habitantes se hacen entre ellos. Sin ser conscientes del cataclismo que ellos están a punto de llevar a cabo.

El final de la historia me parece resuelto con demasiada rapidez, en comparación con todo el entramado que el señor King hace durante toda la novela, pero aun así, eso no le resta importancia a la historia. Lo que demuestra que no es solo importante la meta, sino todo el recorrido. Y creo que esta novela es un claro ejemplo. Tras casi mil páginas, el final no desencanta por muy breve y atropellado que parezca, puesto que el viaje ha sido alucinante. Y ese es el sabor que queda tras acabar esta novela.  Un viaje lleno de momentos intensos y dramáticos. Como a Stephen y a mí nos gustan.

Eso pertenece a la oscuridad. Dejemos que se lo lleve la oscuridad.

STEPHEN KING

Como detalle curioso (y personal), me resulta muy divertido recordar que este libro lo leí con auriculares puestos y el primer cd de Mónica Naranjo (el primero, no el de “Palabra de mujer”) sonando en bucle. O sea, que puedes echar cuenta de cuánto hace que leí esta novela. Aun a día de hoy, cada vez que escucho esas canciones, me vienen recuerdos de pasajes de la novela de Stephen King. Curiosa la mente humana…

Al igual que ocurre con “Cell”, de la que ya te hablé hace un tiempo, esta novela que te presento hoy también tuvo su adaptación al celuloide en el año 93. Aunque esta adaptación sí que me gustó, al igual que con otras obras de Stephen King, le faltó algo. Lo más importante es la falta de personajes que aparecen en el libro y que en la película se obvian. Imagino que por cuestiones de duración, añadir todos los personajes a los que Leland engatusa, habría sido una locura. Por lo que soy de los que aceptaría una serie sobre esta novela, puesto que hay historias que se quedan en el tintero y son muy impactantes. Pero aun así, la película tiene su punto y la esencia de la historia, que es lo importante.

¿Has leído este libro? ¡¡Déjame tus comentarios y opiniones más abajo!! ¡Hasta la próxima!


OCULUS, EL ESPEJO DEL MAL (o espejito, espejito…)

Oculus, el espejo del mal(2013)


Dirección: Mike Flanagan

Reparto: Karen Gillan, Brenton Thwaites, Katee Sackhoff, Rory Cochrane, Annalise Basso, Garrett Ryan, Catherine Parker, Kate Siegel

SINOPSIS

Un asesinato que dejó huérfanos a dos hermanos once años atrás, marcó la vida de ambos. El hermano pequeño fue el acusado de los asesinatos y encerrado en un correccional de menores. La hermana nunca creyó que su hermano hiciera todo aquello y defendió que fue un espejo que había en la casa el culpable de aquella desgracia. En la actualidad, cuando el hermano recién cumplidos los 21 años sale en libertad, se reencuentra con su hermana que le está esperando para poder demostrar que el espejo sigue maldito.

OPINIÓN PERSONAL DE «OCULUS, EL ESPEJO DEL MAL»

Cuando te hablé de “Somnia” hace unas semanas, te nombré esta película, creyendo que ya te había hablado de ella. Pero no fue por aquí, sino en un video de YouTube en los que hablaba acerca de mis películas favoritas. Así que repasando todos mis post, confirmé que no he hecho reseña de “Oculus”. Así que aquí va. Porque es una de mis películas de terror favoritas.

No te voy a volver a hablar de este director, ya que puedes leer un poquito en mi artículo sobre “Somnia”, así que iré directo al grano en cuanto a mi sensación ante este filme. Con un argumento francamente interesante, Mike Flanagan nos ofrece una historia de terror y suspense que entremezcla el presente y el pasado, primero de una forma muy sutil y en todo sentido, lógica, para poco a poco ir fusionando ambos espacios temporales. Mientras todo lo ocurrido se entremezcla confusamente con el presente que viven los hermanos en la antigua casa familiar ahora vacía (a excepción del espejo), el espectador comienza un viaje descontrolado hacia lo desconocido.

Y es que lo que más me atrae de esta película es que nada es lo que parece. Existe un momento en el que ya no eres capaz de distinguir lo que es real de lo que son imaginaciones, recuerdos o simplemente locura. Eso es lo que creo que te mantiene pegado a tu asiento sin poder apartar la mirada de cada fotograma. La condensación de información difusa, para que nadie, a excepción de los protagonistas (que lo vivieron en primera persona) sepan lo que ocurrió once años atrás. Y el director camina con la historia para descubrir de un plumazo, tanto el final de lo que ocurrió en el pasado, como lo que va a ocurrir en el presente. Que por cierto, el final de esta película tiene un giro brutal. Como pocos he visto. Un diez para el guionista.

Los protagonistas realizan un gran trabajo interpretativo, tanto los hermanos en edad adulta, como en su etapa más infantil. Obviamente, las escenas más violentas y terroríficas les ocurren a los hermanos cuando son pequeños, pero el director y los propios actores y actrices han sabido crear una simbiosis entre ambos para que todo ese miedo infantil se vea reflejado en la edad adulta. La madre realiza una muy buen recreación de una mujer (falsamente) engañada por su marido, y cómo el espejo va transformando toda su realidad, difuminándola con la locura de su marido. Marido que por cierto, también resulta ser un personaje escalofriante, con ese descenso directo a los infiernos.

El trabajo de fotografía me ha resultado espectacular. Los juegos de luces y sombras son magníficos, apoyando de una manera muy especial todas las visiones, espectros y miedos que afrontan los protagonistas. Las bombillas, las linternas, todo tiene un efectismo que aporta peso a la historia, ofreciéndole sobriedad, empaque y seriedad. Se nota que el director disfruta de lo que hace, y que lo hace con mimo. Tratando de no dejar que el espectador se relaje ni un segundo, porque incluso los momentos más dramáticos, que se aprovechan para distender los cuerpos ante la tensión, están preparando nuevas situaciones más terroríficas.

Porque llega un momento que realmente nada parece tener sentido, pero sí que lo tiene. Pero es cuestión del espectador, el decidir cual es el sentido que quiere creer. La verdad de la hermana o la verdad del hermano. O la verdad del espejo… quién sabe.

Todo se entremezcla, todo se fusiona. Para volver locos a los protagonistas o para acabar con ellos. Poco importa. Los sobresaltos demuestran el buen hacer del director y las escenas más truculentas están trabajadas al detalle, que aunque no son excesivas, si son las suficientes como cargar la historia de ese terror que a amantes de este género como yo, nos gusta.

¿Te gustan las películas de terror? ¿Conocías esta historia? Déjame tu comentario más abajo.

¡Feliz semana y nos vemos el domingo!


IT’S A SIN

It’s a sin (2021)


Creación: Russell T. Davies y Peter Hoar

Reparto: Olly Alexander, Omari Douglas, Callum Scott Howells, Lydia West, Nathaniel Curtis, Shaniqua Okwok, Toto Bruin, David Carlyle, Stephen Fry, Neil Patrick Harris

Temporadas: 1

Episodios: 5

SINOPSIS

Un grupo de amigos que comparten piso en Londres en los ochenta, viven la aparición de una nueva enfermedad proveniente de EEUU y que está matando a una gran parte del colectivo homosexual. Apodado como un “nuevo cáncer gay”, se abre paso en Londres, donde todos ellos tratan de lidiar con el miedo a contagiarse y por consiguiente, a morir.

OPINIÓN PERSONAL DE «IT’S A SIN»

Volvemos a recordar los ochenta gracias a esta serie del año 2021. Lamentablemente, esto no es Stranger things o cualquier comedia al uso. Esta serie es un drama real que asoló al planeta durante la década de los ochenta. Vuelvo a ver la visión del Sida desde una nueva perspectiva. Como ya te conté en «Compañeros inseparables», fue una época convulsa en la que un nuevo cáncer gay apareció de repente y se llevó por delante a miles de homosexuales. Russell T. Davies vuelve a sumergirnos en el mundo gay como ya hizo con “Queer as folk” en su versión inglesa en 1999, así como su nueva versión en 2022.

Es una serie británica y esa solemnidad de narración, filmación e interpretación se nota. La música le aporta ese toque que necesita la historia para hacernos partícipes de aquella época. Las actuaciones son bastante buenas y se solidifican con un guion que ofrece algunos parlamentos tan intensos como duros y crueles. Sobre todo en el último episodio. Obviamente, la serie es un crescendo que culmina con un episodio final para el recuerdo. Pero no desmerece todo el recorrido que hacen los protagonistas durante el resto de capítulos. El camino está filmado de forma realista, sincera y directa. No se anda por las ramas. Por lo que todo lo que ocurre tiene un por qué, tiene su momento y nada sobra.

Sabes que no te voy a hacer spoilers porque no es mi intención, pero sí te contaré que he llorado bastante con esta serie. Sí, soy de llorar, pero creo que la historia está filmada de una manera tan respetuosa, tan visceral y tan real, que es imposible no empatizar con todo lo que aquellas personas tuvieron que sufrir.

Al igual que la película de «Compañeros inseparables», la serie abarca prácticamente la década de los ochenta al completo. Desde mi punto de vista, me ha parecido una ampliación de la película del 89. El grueso de la historia es el mismo, la aparición del SIDA en Estados Unidos y su propagación por el mundo hasta llegar a Inglaterra y atacar a Ritchie y su entorno. La desinformación, el desconocimiento, el miedo. Los contagios, la enfermedad, la muerte.

Ya desde el episodio uno, la enfermedad hace su aparición tras conocer a los personajes principales: su origen, su huida de la realidad que los asfixia y su llegada a la ciudad. Y el SIDA llega con ellos para destrozar esas nuevas vidas llenas de libertad que están comenzando a vivir los protagonistas. No es una serie que juegue en el límite más lacrimógeno para provocar esa sensación de tristeza por todo lo que ocurrió. Es más, se bandea más por la incredulidad de sus personajes ante todo lo que está aconteciendo. La necesidad de continuar viviendo con todo lo que les rodea, tratando de aceptar que esa nueva realidad es una lotería para todos ellos. Y es ese realismo ante lo que ocurrió lo que hace que esta serie te toque el corazón. Fallecieron muchísimos, y esta serie no obvia jugar al “tú la llevas” con algunos de sus personajes. Y el hecho de tratarse de una serie y no una película, permite al director y al guionista ahondar mucho más en la psicología de cada uno de los personajes. ¿Y qué implica eso? Que se les coge cariño. A todos. Porque al final, esa fue la realidad de muchos.

En definitiva, me ha resultado una serie fácil de ver (debido a su corta duración) aunque dura en su mensaje y su historia. Muy interesante que se recuerde aquella época tan desgarradora para el colectivo, sobre todo a día de hoy que la libertad sexual está tan en boga. Seguridad ante todo, queridos.

¡Nos vemos la semana que viene!


SMILEY

Smiley (2022)


Creación: Guillem Clua

Reparto: Carlos Cuevas, Miki Esparbé, Pepón Nieto, Meritxell Calvo, Giannina Fruttero, Eduardo Lloveras, Ramon Pujol, Carles Sanjaime, Amparo Fernández, Cedrick Mugisha, Pep Munné, Ruth Llopis, Brian McGovern, Carlos Noriega, Yasmina Drissi, Ann Perelló, María Isabel Díaz

Temporadas: 1

Episodios: 8

SINOPSIS

La historia nos cuenta cómo una equivocación a la hora de enviar un mensaje, une las vidas de dos chicos totalmente opuestos, Alex y Bruno. Sus personalidades chocan desde el primer momento, pero eso no hace que una extraña atracción nazca entre ellos. Sus amigos son testigos de cómo los polos opuestos sí se pueden atraer y explotar como un geiser.

OPINIÓN PERSONAL DE «SMILEY»

¡Feliz entrada de año! Espero que te hayas comido todas las uvas. Este año que entra será especial y qué mejor manera que comenzar con una serie que Netflix estrenó a finales del año que nos ha dejado. Una propuesta fresca, divertida y muy humana. Estamos ante una obra de teatro llevada al cine (en este caso, convertida en serie) y alargada en ocho capítulos de media hora aproximadamente cada uno. Una comedia ligera que nos muestra que las apariencias engañan, que no todo es lo que parece y que juzgar sin saber, es el peor de los errores que podemos cometer. Y juzgar sabiendo, pues también, ya que estamos. Que cada uno se juzgue a sí mismo y con eso ya va más que sobrado.

Obviamente, para gustos los colores. A mí me ha parecido una serie preciosa. Ya te comenté cuando hablé de “Todo lo otro”, “Luimelia” o “Ser o no ser” (y bastantes más series y películas), lo necesario y maravilloso que me parece que todas estas historias vayan teniendo cabida en la parrilla televisiva. Historias reales que merecen ser contadas. Y con las que el colectivo nos podemos sentir identificados con mayor fuerza. Porque, ¿quién no ha sido un Alex, o un Bruno? O un Ramón, una Vero… Cualquiera de ellos. La vida de todos los personajes nos ofrece situaciones cotidianas del colectivo. Y puede que te sientas identificado o no, pero el espectro es tan amplio como el del mundo heterosexual. Y aunque se observan situaciones que a muchos puede chocarles, esta serie, mucho más intimista que por ejemplo “Queer as folk”, nos muestra que no existe diferencia humana entre personas con preferencias sexuales diferentes. Y eso es lo que me encanta de esta nueva ola de series y películas. La normalización de lo normal. Como debe ser.

Los personajes aparecen muy bien delineados, y los ubicas desde el minuto uno. Todos ellos tienen algo que contar en mayor o menor medida. Y todos ofrecen un espejo de muchas realidades que existen, con la mayor naturalidad, una gran sinceridad y buena maestría actoral. Ninguno me ha sacado de contexto, he de reconocerlo. Y también debo decir, que Ramón me ha encantado, quizás por verme reflejado en muchos momentos de mi pasado (spoiler personal, jejeje).

Como no todo me puede parecer perfecto, sí he de reconocer que me ha chirriado un poco el tema de la neutralización de género del hijo pequeño de Nuria y Albert. Puede que trate de ser una ligera crítica hacia todos estos nuevos géneros que ayudan a que cada ser humano se encuentre a sí mismo, pero me resultó forzado y poco creíble. Por lo demás, obvio el que entre ellos hablen en catalán, porque no me parece extraño (en el país vasco, hay gente que entre ellos hablan en euskera y luego se comunican en castellano). Al final son costumbres y no hacen que me desligue de la historia.

Por internet anda pululando una de las partes más bonitas y a la vez más tristes de la serie. El monólogo de la cerveza. Si no has visto la serie y quieres hacerlo, trata de no ver ese fragmento que viaja por la red. Es un spoiler en toda regla. Y precioso, también he de decirlo.

Parece haber tenido una buena acogida, aunque con Netflix nunca se sabe. Aun así, si la serie se queda en esta única temporada, todo queda resuelto, atado y con un final. Para mí es lo bueno de una serie que no juega en la baza del thriller o las aventuras. En ese tipo de series, el cliffhanger suele ser necesario para preparar una nueva temporada. Pero en una serie romántica, cómica o simplemente con historias humanas sobre todo, cerrar el círculo por lo que pueda pasar, es algo que me gusta.  

Así que para terminar, tengo que recomendarte esta serie porque seguimos dando pasitos (cada vez más fuertes y seguros) hacia esa increíble zona en la que somos capaces de crear bellas historias entre gente no heterosexual y conseguir mostrar la realidad: todos sentimos igual, todos amamos y todos sufrimos. Todos buscamos el amor y todos nos lo merecemos.

¡Nos vemos la semana que viene!


QUERERSE A UNO MISMO II

Solo hay que desnudar el alma y aceptarla

QUERERSE MENTALMENTE. No valorar nada de lo que hacemos, nada de lo que conseguimos, nada por lo que luchamos. Dejar que la opinión de los demás sea la que ensalce tus triunfos es uno de los errores más grandes que podemos cometer. Porque el resto del mundo no gira en torno a ti, lo que quiere decir, que llegarán momentos en los que no haya nadie alrededor para decirte que lo que has hecho está bien o mal. Y eso te va a crear una sensación de abandono, de fracaso, porque no has aprendido a auto valorarte a ti mismo. Nadie te ha enseñado que creer en ti mismo y en lo que haces, es una de las sensaciones más placenteras que existen.

Cuando publiqué mi primera novela “Suicidio del 97”, todas las críticas que me hicieron fueron buenas; prácticamente todas. Había blogueras que hablaban en su IG acerca de mi libro y lo recomendaban. Eso me hacía feliz. La gente contestaba dando las gracias por dar a conocer a un nuevo autor, etc… En el momento que leía a alguien que decía que “no le llamaba nada la atención la historia”, mi mente se aferraba a ese mensaje (perdido entre muchos positivos) y lo colocaba en la vitrina de mis fracasos. Era mal escritor. No tenía la valía suficiente. Era el mensaje que primaba sobre el resto. Con las obras de teatro que escribí o protagonicé, ocurría lo mismo. Cualquier crítica positiva quedaba anulada por un comentario negativo. No sabía equilibrar las opiniones de los demás. No era capaz de entender que no le puedes gustar a todo el mundo. Mi mente prefería decidir que no eran opiniones. Eran sentencias. Y las negativas eran las primordiales.

QUERERSE FÍSICAMENTE. Llegamos a un punto bastante delicado para muchísima gente. El no aceptar su físico. Es decir, no gustarle la fachada que la gente ve de ellos. Yo era uno de esos. Obviamente, en la autoestima entran muchos factores; prácticamente todos. Y el físico no se puede dejar atrás. Era realista cuando me hablaba a mí mismo; no te gusta tu cuerpo, vale. Te lo compro. Lo entiendo. Uno de los aspectos de mi físico, claramente era mi peso y mi musculatura. Sobre todo al llegar el verano, todos los cuerpos definidos me llamaban mucho la atención. La pregunta era la siguiente: ¿tienes la fuerza de voluntad para ir al gimnasio y trabajar en conseguir un cuerpo así? La respuesta era sencilla y sincera. No. No me gusta ir al gimnasio y en aquel momento no iba a ir a hacer algo que me hiciera infeliz. Entonces, si no vas a trabajar en mejorar, acepta que lo que tienes está bien. Los habrá mejores, peores. Pero siempre tendemos a compararnos. Y qué casualidad que lo hacemos con alguien que se acerca a nuestras expectativas. Nunca a la inversa. Que tampoco es la solución, que conste.

Comparaciones son odiosas y ese dicho popular es tan real como la vida misma. Lo que no puedes o no quieres cambiar conforma quien eres. Y no está mal. Es hermoso. Para ti debe ser hermoso. Lo que piense el resto, poco importa. Porque probablemente, cualquiera de tus referentes de lo que te gustaría llegar a ser, poseen otros miedos y carencias de las que tú tienes de sobra. No trates de ser como nadie. Sé tú mismo. No hay nada más bello.

¿Te gustaría tener más músculo? ¿Más pelo? ¿Tener más altura? La respuesta es más sencilla de lo que parece. ¿Puedes cambiarlo? Cámbialo. ¿No puedes cambiarlo? Acéptalo. Si te gustaría tener más pelo, porque te estás quedando calvo, lucha por conseguir mejorar algo que puedes cambiar. Trabaja cada día por llegar a ese objetivo. Si tienes los ojos negros y te gustaría tenerlos azules, lo siento. Eso no se puede cambiar. Pero es igual de bello, porque forma parte de ti, de tu forma de mirar cuando sonríes, de tu mirada cuando lloras… Eres tú.

Podrías tener menos barriga, los labios más gruesos, la barba más tupida, los pies más bonitos… Sí, que sí. Pero no tienes nada de eso. Eres tan especial porque todo tu conjunto ha creado a esa maravillosa persona que eres. Con sus virtudes y sus defectos. Solo tienes que convertir los defectos físicos en tus mejores virtudes. Amar la imperfección, porque eso es lo que nos convierte en seres especiales y únicos. No tienes lo que deseas, pero si lo tuvieras, quizás te faltaría algo más. Y algo más, y más y más… es un círculo vicioso que no sirve para nada.

EL CAMBIO. Llegó un momento en el que descubrí que la persona que veía frente al espejo no era la misma persona que veía meses atrás. Era el mismo rostro, obvio, pero la percepción de lo que era mi reflejo había cambiado. Y era porque mis ojos veían a alguien a quien sí aceptaban tal y como era. Y les gustaba lo que veían. Porque quererse a uno mismo es el inicio de poder querer al resto. En paz con nuestro interior. Amando cada esquina y cada poro de uno mismo. Yo tardé meses en entenderlo y abrazar aquella sensación. Y te digo que es maravillosa.

Otra de las cosas que he aprendido es a valorar todos y cada uno de mis trabajos. A día de hoy, me encanta ver los videos de todo lo que he hecho, me gusta oírme y analizar positivamente el cómo mejorar ciertas cosas. Me encanta escribir y me apasiona lo que consigo transmitir con mis textos. Veo cada cosa que sale de mis dedos en el teclado y sé que merece la pena. Porque está hecho desde el corazón. ¿Qué no soy el mejor escritor? Puede, pero soy muy bueno. ¿Qué no soy el mejor actor del mundo? Puede, pero soy muy bueno. Porque he aprendido que remuevo el corazón de la gente que me ve, que me lee… Todo es mejorable, es cierto, pero lo que hay es muy bueno. Ahora me lo creo, ahora me quiero.

Ahora sé que lo que opinen los demás es secundario. Porque la opinión de los demás es importante, pero no determinante. Como te veas tú es como te verá el resto.

Y hasta aquí este post dividido. Espero que no te haya aburrido en demasía. Pero al final, me permito de vez en cuando estas licencias, porque me las merezco.

Quiérete mucho, ama lo que haces, deja atrás los miedos y lucha por ser la mejor versión de ti mismo.

¡Nos vemos en el 2023! ¡Entra con la cabeza bien alta en el nuevo año!

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