Alguien tiene que morir (2020)
Creación: Manolo Caro
Reparto: Carmen Maura, Cecilia Suárez, Ernesto Alterio, Alejandro Speitzer, Isaac Hernández, Ester Expósito, Carlos Cuevas, Mariola Fuentes, Pilar Castro, Juan Carlos Bellido, Eduardo Casanova, Manuel Morón, Javier Pereira.
Temporadas: 1
Episodios: 3
SINOPSIS
En el año 1954, en plena era del franquismo, la sociedad conservadora impera en España. La familia Falcón pertenece a la clase privilegiada de la época, con todo lo que ello conlleva. Celos, envidias, traiciones. La perfecta fachada que muestran de cara al resto de la aristocracia está a punto de venirse abajo con la llegada desde México de su hijo, que viene acompañado de un bailarín con el que mantiene una relación extrañamente cercana.
OPINIÓN PERSONAL DE «ALGUIEN TIENE QUE MORIR»
Una miniserie que dura casi lo mismo que cualquier película del universo Marvel, pero dividida en tres episodios. Es decir, que de una estacada puedes descubrir esta interesante historia. Porque realmente, apetece y engancha lo suficiente como para verla de un tirón.
La historia llena de secretos, tabúes está muy bien construida, y aunque quizás hubieran hecho falta algunos episodios más para amplificar la psique de los personajes, habría sido un arma de doble filo. Lo mucho cansa. Alargar algo que puede resolverse en un corto espacio de tiempo es matar las ganas. Y creo que eso es lo que le ocurre a esta miniserie. En tres episodios presentan la historia, muestran el grueso del problema y llegan al clímax. No se enredan en tratar de analizar exhaustivamente a todos y cada uno de los personajes. Si pensamos en una película, sería más o menos la tónica a seguir. Los buenos son buenos, los malos son malos y listo. Drama servido.
A destacar las interpretaciones de Cecilia Suárez y Carmen Maura, creando unos personajes diametralmente opuestos pero igualmente increíbles. Aunque el resto también hacen un buen trabajo de personajes, mimetizándose con cada uno de ellos. Pero Carmen y Cecilia se salen.
La banda sonora es espectacular, tanto al inicio de cada episodio como a cada momento de tensión. La ambientación, tanto estética como escenográfica es estupenda. Recrean perfectamente aquella época, llena de prejuicios y donde la lealtad es una moneda de cambio, que igual se regala como se tira a una fuente de los deseos. Un tiempo en el que la persona carecía de valor y primaba el escalafón social, la perfección moral y la vida inmaculada. La felicidad estaba infravalorada y luchar por ella solo podía traer desgracias.
En esta historia podemos ver, aunque el tema principal es la homofobia existente en aquella época, todo lo que aquella sociedad escondía. Tras la perfección cara al resto, se escondían el maltrato, el machismo, la superioridad social, el odio. El interés desmesurado por mantener las apariencias y por limpiar “de puertas para adentro” toda la suciedad que en aquella época resultaba insana. Y aquí hablamos de la homosexualidad. Una época convulsa, en la que ser gay era igual o peor que ser ladrón, drogadicto o asesino.
Ya desde su comienzo, el hobby principal que tienen los personajes por el tiro al plato nos coloca en situación de por dónde van a ir los tiros (valga la redundancia). Las armas están presentes durante todo el metraje, demostrando el poder que ejercen sobre los personajes.
El final me resultó algo apresurado, pero yo, que disfruto al máximo de lo que me gusta, englobo el total y me convence el paquete. Me gusta el total. Hay series de las que no me gustó el final, o películas y eso no los hace malos productos. Al menos para mí. ¿Haber deseado otro final? Puede, pero todo el conjunto es muy aceptable.
Toda esa opresión, ese miedo por tratar de ser libre, queda muy bien reflejado en el personaje de Gabino. Obviamente, aunque no he vivido aquella época, ese miedo late en mi interior y me es fácil sentirme identificado con todo lo que el personaje siente. Volvemos al tema del reflejo. Si no has sufrido violencia machista, te puede afectar, pero jamás de la misma forma que alguien que la ha sufrido. Igual ocurre con el racismo o con la homofobia. Y Caro muestra todo ese sentimiento, a sabiendas que habrá gente que por desgracia, pensará que ojalá volviera esa época. Pero es que es nuestra realidad. Así es la sociedad.
Algo que nunca llegaré a entender de esta sociedad en la que vivimos actualmente, es la eterna manía de borrar del mapa y olvidar el pasado. El racismo, el machismo, la homofobia. Existen a día de hoy y deben acabar. Pero tratar de olvidar el pasado, lo único que conseguirá es que las nuevas generaciones puedan volver a ver todas esas barbaridades como algo opcional, algo que pueden escoger. Ojalá este tipo de historias continúen, para recordarnos que todo aquello no debe volver a ocurrir. Olvidar nunca es bueno. Dejar atrás sí. La memoria histórica siempre será necesaria. Para nunca olvidar lo que fuimos e hicimos a nuestros semejantes. Eso es avance.
Y con esto me despido hasta la semana que viene, deseándote todo lo mejor para estos días que vienen. ¡Nos vemos!