BOOKSTAGRAMMERS FAKES

Promocionando la lectura… O no.

Hoy toca tema un poquito delicado, así que como realmente quiero hablar de esto, trataré de ser todo lo políticamente correcto que me sea posible (que sé que es mucho) y sobre todo totalmente sincero.

¿Por qué me apetece hablarte hoy de este grupo de influencers culturales? Básicamente porque soy escritor, colaboran conmigo y yo con ellos, tengo mucho que agradecerles pero también mucho en lo que no comulgo. Antes de entrar en materia, debes saber que esta es la opinión que tengo en relación a los bookstagrammers con los que he trabajado (o no), pero con los que sí he tenido contacto para promocionar mis novelas. Como ya sabemos que estamos en un momento social en el que es muy difícil no molestar a alguien, trataré de hacerte entender que si eres uno de ellos, y haces bien tu «trabajo», no te des por aludido. Por favor te lo pido.

¿Por qué he puesto la palabra trabajo entre comillas? Porque realmente es una afición, un placer por la lectura, una pasión por conocer historias. ¿Es cierto que puede reportar algún beneficio económico? Claro que sí, pero dudo (porque no lo sé a ciencia cierta) que alguien pueda tener un sueldo mensual con esta actividad.

Así que comenzamos en el meollo, que es la promoción. Por ambas partes, puesto que es bidireccional. Yo, como escritor autopublicado, tengo que buscarme las habichuelas para promocionar mi libro. Es decir, tengo que hacer publicidad, promociones, presentaciones y buscar gente que lea mi libro y hable de él en redes, que al final son el medio más amplio para dar a conocer un producto. Le pese a quien le pese. Pues en ese punto entran en escena los bookstagrammers. Que imagino que sabes quienes son, pero por si acaso, te resumo. Son personas anónimas, amantes de la lectura, que leen libros y hacen sus reseñas, ya sea vía stories, videos en youtube o tiktok, blogs, hay muchos medios por donde realizan esta actividad. Pueden hacerlo para editoriales (dependiendo de su «fama» y seguidores) y para gente como yo, autopublicados. En un primer momento, el cobro de esa reseña por decirlo de alguna manera, era el libro del autor regalado. Aunque a día de hoy hay muchos que cobran por sus reseñas, otros no comparten esa idea y continúan recibiendo los libros como «prenda».

Quien me conozca en el ámbito personal, sabrá que soy una persona que acepta muy bien cualquier crítica, ya sea positiva o negativa (nunca destructiva, esas las deshecho directamente) para mejorar en todo lo que hago, que al final ese es uno de los objetivos de la vida. Aprender y mejorar en todo lo que hagas. Es por esto, por lo que mi desacuerdo con ellos (con los que a mi parecer lo hacen mal) no tiene nada que ver con que su reseña no sea positiva o como el escritor espera. Para gustos colores y no a todo el mundo le gusta Shakespeare, no pasa nada.

El problema está en comprometerte con algo y no cumplir lo que ofreces. Una editorial que quiera colaborar contigo, te enviará el ejemplar que quiera que reseñes y si quieres continuar colaborando con esa editorial, te preocuparás de hacerlo en el tiempo que te pidan. Te están regalando un ejemplar porque confían en ti. Pero es importante remarcar, que para la editorial ese ejemplar es un grano de arena en el desierto. No es nada.

Para los escritores autopublicados, ese ejemplar que el bookstagrammer decide reseñar, cuesta un dinero que el escritor no va a recuperar. Tanto el dinero que cuesta el libro en cuestión (y que el escritor ha pagado de antemano para venderlo), como el envío al bookstagrammer (que cada día es más caro, bendito sea el servicio de Correos, que encima es el más barato entre todos) que por supuesto corre por cuenta del escritor. Y ahí comienza la odisea de un autopublicado.

Ejemplo práctico: Alguien acepta colaborar leyendo mi libro. Hace la publicidad de la recepción, perfecto. Cuelga actualizaciones y está leyendo cuatro libros a la vez. Yo, que conozco mi libro, dudo de que lo esté llevando como debería. ¿Su reseña? Le costaba enterarse de la historia, porque había muchos personajes. No porque no estaba centrado/a en una historia, sino en cuatro, sino porque mi historia ¿no era de dos personajes? Craso error. Y que quien sea capaz de hacerlo, un aplauso, pero si no puedes, cambia. Es decir, yo he visto series que veía a trozos y al descubrir que es una historia que requiere toda tu atención, o me centro en esa, o la dejo para después, cuando pueda verla sola y analizarla al detalle.

Ejemplo práctico: Alguien colabora con mis dos primeras novelas y disfruta mucho con ellas (o eso creo yo). Escribo para enviarle también la tercera parte y me envía un contrato con el precio por hacer la reseña, porque ahora ya cobra por esa actividad. ¿Respetable? Por supuesto, cada uno hace con su tiempo lo que quiera. Y si hubiera sido una novela nueva, no el final de la trilogía, me hubiera parecido estupendo y como digo respetable. Y quizás hubiera colaborado porque me gustó mucho su trabajo. Pero con ese contrato me dio a entender que ya no hay pasión, porque si tanto disfrutó de las dos primeras partes, quizás deseaba conocer el final de la historia «gratis» como las dos anteriores. Pero supongo que eso ya no importa.

Ejemplo práctico: Alguien hace unas reseñas estupendas. Contacto y me cuenta que no es su estilo de lectura. Maravilloso. Otro alguien me dice que le gustaría mucho pero que ahora tiene mucho acumulado y no puede (sea verdad o mentira, maravilloso también). Otro alguien me dice que le encantaría y tras recibir el libro, excusa tras excusa, nunca más se supo. Esto ya no es tan maravilloso. Porque no pasa nada por decir «NO». Nadie te va a esperar en el portal de tu casa para echarte en cara que no quieras colaborar. Pero pedir por tener un libro gratis, que encima puede ser que no te guste, no está bien.

Ejemplo práctico: Promociono la tercera novela y alguien no para de darle a «me gusta» a todas esas publicaciones. Me suena y rebusco en mi lista de blogueros y veo que ha colaborado conmigo. Tiene los dos libros anteriores, pero solo hizo una mini reseña (y cuando digo mini, es mini. Un libro muy bueno que os lo recomiendo… Y poco más) del primero, y el segundo lo dejó en el olvido. ¿Quieres el tercero? Pues resulta complicado volver a depositar mi confianza en ti.

Todos estos son unos pocos de los muchos ejemplos malos que podría ponerte. Y como ves nada tiene que ver con la cantidad de seguidores que puedan tener, porque a veces es mejor una exquisita reseña que llegue a 100 y les anime a aventurarse a conocer mi historia, que una reseña hecha para salir del paso para 10.000, y que no incita para nada a a obtener el libro.

Lo que quiero decir con todo esto, es que me parece estupendo el trabajo de muchísimos bookstagrammers, cobren o no, que eso ya te digo que es a gusto del consumidor. Y creo que ayudan muchísimo a gente como yo, para dar a conocer nuestras historias. Y repito, una y mil veces, nada más hay que visitar la sección de las opiniones de mis novelas, para que veas que he colaborado con gente increíble, que han disfrutado (en mayor o menor medida) de mi trabajo. Porque por supuesto hay bookstagrammers que son una pasada tanto profesional como personalmente. Y a esos les doy las gracias una y mil veces por fomentar la lectura y dejar un poquito de lado la tecnología que nos absorbe cada día. Siempre GRACIAS.

Y a los que no, pues mientras puedan seguir aprovechándose de esa recepción de libros gratis, enhorabuena por dejar a vuestros compañeros de «pasión» por los suelos. ¿Lo bueno? Después de tanto tiempo, he aprendido a diferenciarlos y conmigo ya no. Yo con los auténticos. Los amantes de la lectura. Los apasionados de nuevas historias.

Pues con esto y un bizcocho… Ya he terminado mi artículo de hoy.

¡Un abrazo y nos vemos la semana que viene!

TORE

Tore (2023)


Creación: William Spetz

Reparto: William Spetz, Sanna Sundqvist, Hannes Fohlin, Peter Haber, Karin Bertling, Per Svensonn, Lotta Tejle, Carlos Romero Cruz, Ivan Victor

Temporadas: 1

Episodios: 6

SINOPSIS

Tore es un joven de 27 años, carente de responsabilidad alguna, que tras la pérdida de la persona más importante de su vida, comenzará una espiral de autodescubrimiento a todos los niveles.

OPINIÓN PERSONAL DE «TORE»

Vaya, vaya, con esta serie sueca. No todo es el imperio americano, eso ya ha quedado más que demostrado. Y esta nueva serie de Netflix es una buena prueba de ello. Aunque la directora es Erika Calmeyer, el creador es el mismo protagonista, pero quería remarcar la buena dirección de esta mujer, a pesar de anotar solo al creador en el inicio de la reseña, puesto que hay series que tienen más de un director dependiendo de la longevidad de la serie. Aclarado esto, comenzamos.

Si hay algo que me gusta de las nuevas series que estamos disfrutando a día de hoy, es la duración que tienen. Pocos capítulos, principio y final. ¿Lo malo? Que como te enganches demasiado tarde, te pueden dar las tantas porque quieres ver cómo termina antes de irte a dormir. Cara y cruz de la misma moneda.

Pues esta serie, con sus seis episodios, nos cuenta una historia tragicómica acerca de la nueva realidad que se le presenta a su protagonista tras la pérdida de la persona a la que más quiere en un accidente. A partir de ese momento, puesto que ocurre justo al inicio de la serie, Tore, este joven de 27 años, debe recomponer su vida sin la persona que más le apoyaba. Debe comenzar a caminar solo. Y lo más importante, debe llorar la muerte de esa persona que ya no está junto a él.

Pero Tore no lo hace. No quiere hacerlo. O no sabe cómo hacerlo.

La gestión del dolor ante una pérdida como la que sufre Tore me ha resultado chocante, pero no por ello falta de realidad. Cada ser humano es un mundo, eso ya lo sabemos, y reacciona ante ciertas situaciones de formas que al resto pueden resultarle incomprensibles. Esa negación continua a enfrentarse a la nueva realidad que le rodea. Esa repetida huida sin descanso de la aceptación me ha sorprendido y partido el corazón.

Porque cualquiera que haya perdido a alguien a quien ama, sabe todo lo que retumba en el cerebro y en el corazón. Todos esos sentimientos de ausencia que arden en su interior. Tore lo sabe, pero no quiere afrontarlos. Prefiere evadirse y dejarse llevar a un mundo que le haga olvidar todo lo que ha pasado. Como si todas las locuras que hace, consiguieran borrar la verdad que no puede desaparecer.

Se deja arrastrar a un mundo de drogas, sexo, desconexión. Lo que sea con tal de no pararse a pensar en lo que ha ocurrido. Simplemente esa búsqueda de sí mismo, una madurez a trompicones, la salud mental y el verdadero sentido de la amistad, confirman esta serie como un recorrido personal único y desgarrador.

Porque he de reconocer, que en infinidad de momentos de la serie, esperaba que el personaje de Tore se quebrara de una vez, que explotara, que se rompiera en llanto. Deseando que dejara de sufrir en silencio. Pero el personaje continua viviendo su día a día como si nada hubiera pasado; y es en la noche cuando comienza a evadirse sin control. Porque en el silencio de la noche es cuando es consciente de la realidad.

Las interpretaciones, como todas las actuaciones europeas (o casi todas) me resultan mucho más creíbles que las americanas. Y puede ser porque se acercan más a nuestro modo de vida, a nuestro sentir, a nuestra forma de ser. William Spetz lo borda, y realmente sientes ese submundo que le rodea, con sus miradas, sus acciones inconexas, sus huidas continuas hacia lo desconocido. Consigue transmitirte esa angustia ante lo que no quiere admitir. La mejor amiga tiene grandes momentos a lo largo de la serie, en los que me ha conmovido hasta hacerme llorar (qué raro en mí…) por esa impotencia ante las acciones de Tore.

Y termino ya, recomendándote cómo no, esta estupenda serie sueca. Un viaje emocional y oscuro hacia el descubrimiento de uno mismo.

 Nos vemos la semana que viene.

¿La has visto ya? ¿Qué te pareció?

QUÉDATE A MI LADO (o el viaje a un destino doloroso)

Quédate a mi lado (2022)


Dirección: Michael Showalter

Reparto: Jim Parsons, Ben Aldridge, Sally Field, Bill Irwin, Josh Pais, Allegra Heart, Jeffery Self, Tara Summers, Nikki M. James, Sadie Scott, Jason Gotay, Antoni Porowski

SINOPSIS

Película biográfica que nos cuenta la historia de amor entre el periodista Michael Ausiello y el fotógrafo Kit Cowan, durante todos los años que permanecieron juntos hasta el fallecimiento de Cowan a causa de un cáncer terminal. La relación de Kit con sus padres, la inclusión del solitario Michael en la familia de su esposo y la determinación de este último ante su inesperado final.

OPINIÓN PERSONAL DE «QUÉDATE A MI LADO»

A soltar unas cuantas lágrimas se ha dicho… Y es que la película de la que te voy a hablar hoy es lo que ha conseguido. Pero no solo por la historia en sí, que se presta a ello por la temática que ofrece; ni tampoco por las interpretaciones de las que hablaré más adelante. Incluso obviando la fantástica dirección de Showalter. Si hay algo que posee esta historia biográfica de Michael Ausiello y Kit Cowan, es precisamente eso; que es una historia real.

Obviamente, la sinopsis nos deja bien claro lo que vamos  a ver, puesto que ya su título original nos desvela que lo que se avecina es una historia triste. “Spoiler Alert” es su título original, aunque aquí en España volvemos a hacer de las nuestras y la titulamos exactamente igual que una película de temática muy similar de finales de los noventa. Así somos. Pero es que el libro en el que se basa este film, nos lo deja más claro aún. “Spoiler Alert: The hero dies”. Con lo que ya uno se sienta a sabiendas de que lo que va a ver, no va a ser una comedia ligera.

Y aunque el final ya se conoce desde el principio, lo que realmente toca el alma es el recorrido de los personajes desde el momento en que se conocen hasta el desenlace. Una vida en pareja real, con sus altos y sus bajos, con sus miedos, sus dudas. Su todo. Lo bueno y lo malo. Y la lucha ante la adversidad. La aceptación del destino. Y la superación del dolor.

Por supuesto, como historia dramática funciona a la perfección, puesto que no es la primera (ni será la última) película que nos muestra la dureza de la pérdida de un ser querido. Es una trama infinitamente usada (Magnolias de acero, Love Story, Quédate a mi lado, de Julia Roberts y Susan Sarandon y con el mismo nombre que la que nos ocupa), pero que aquí se centra en una historia homosexual. Ya sabrás que no me gusta etiquetar si el film es LGTBI o no, pero me resulta muy interesante hacer las reseñas sobre todas estas nuevas producciones que ofrecen esta visión con la mayor naturalidad posible. Que claramente es  como debe ser. Y si bien es cierto, que existen películas del mismo estilo (Compañeros inseparables, It’s my party, It’s a sin…) todas ellas tratan el tema del VIH, como si los gays estuvieran destinados a esa muerte. Y por eso esta me ha resultado mucho más cercana. La enfermedad más mortífera (al menos para mí) y de la que parecen querer tardar demasiado en encontrar la cura (también es mi opinión personal), arrasa con cualquier ser humano, ya sea hombre, mujer, niño, gay o hetero. No entiende de géneros, de sexos, de edad o raza. Y eso la hace tan cruelmente despiadada.

La idea de conectar con la infancia de Michael como si fuera una sitcom típica americana me ha parecido muy acertada, puesto que esa falsa apariencia de felicidad es lo que Michael ha vivido y lo que añora. Las referencias navideñas me han estremecido el corazón, puesto que yo soy un amante de la Navidad. Y ese guiño al paso del tiempo me ha encantado a la par que me ha destrozado. La escena de la mesa del restaurante y la cámara de fotos es la que más me ha dolido, por su crudeza y la increíble interpretación de ambos actores. Y contrarresta con la sonrisa que me produjo la escena de los pitufos, a los que adoro desde mi niñez.

Las interpretaciones de Jim Parsons y Ben Aldridge fluyen con naturalidad durante todo el metraje. Si bien es cierto que la sombra de Sheldon Cooper es demasiado alargada, parece que se va difuminando poco a poco. Ya me ocurrió lo mismo con “Los chicos de la banda” y la dificultad que me supuso desvincular sus gestos, su voz y sus movimientos del personaje que lo catapultó a la fama. Aun así, a mí me ha convencido la relación de ambos, así como la magnífica Sally Field, que es un dulce haga lo que haga.

Así que si te apetece pasar un rato pelín lacrimógeno, pero bien filmado y dignamente interpretado, te recomiendo esta hermosa historia de amor.

¡Nos vemos la semana que viene!

¿Conocías esta historia? ¿Me recomiendas alguna película de este tipo?


AMIGOS Y CONOCIDOS

¡Feliz entrada de año visitante!

Acabamos de abandonar otro año más y comenzamos con fuerza uno nuevo. Y para mí, la mejor manera que he encontrado de empezar de nuevo con mis artículos, es con una reflexión en mi blog personal. ¿Preparado visitante? ¡Pues vamos allá!

Por el título ya habrás deducido la temática de la que te voy a hablar. La diferencia entre amigos y conocidos. Tampoco pretendo (puesto que nunca lo he hecho), sentar cátedra acerca de todo lo que digo en mis artículos del blog personal. Simplemente son una forma diferente de que me conozcas un poco más, descubrir mis inquietudes, mis miedos. En definitiva, mi personalidad. Y de ahí esta reflexión que estás a punto de leer.

Tras un tiempo (bastante largo, no es algo que haya deducido de la noche a la mañana) analizando mi vida, mi recorrido personal por todo lo que he vivido, he llegado a la conclusión de lo mal que catalogamos a la gente que nos rodea. Como les etiquetamos en función de su importancia en nuestro día a día. A cuanta gente le adjudicamos la palabra “amigo” sin tener en cuenta el valor que tiene. La importancia que se esconde tras esas cinco letras.

No eres mi amigo porque trabajes conmigo cada día codo con codo. No eres mi amigo porque recorramos una parte de nuestra vida de la mano. No eres mi amigo por formar parte de mi vida. No eres mi amigo por reírte conmigo. No eres mi amigo por el simple hecho de compartir el mismo universo.

Un amigo está sin estar. Siente en silencio y a voz en grito cada paso que das. Te sostiene entre sus brazos mientras lloras y te abraza en la distancia con sus pensamientos. Un amigo te ayuda incondicionalmente. Un amigo busca ese tiempo extra que le falta en su día a día para escucharte. Un amigo sabe que existes y piensa en ti aunque tú no lo sepas. Un amigo llama y espera tu llamada. Un amigo sabe que vuestra unión es de ida y vuelta. Que tan importante es dar como recibir.

Un amigo de verdad puede hablar contigo cada dos minutos por teléfono, o no comunicarse contigo durante semanas. Pero el momento en que lo hacéis, es como si continuarais una conversación dejada de lado minutos antes (aunque hayan pasado días). Siempre tendréis algo de qué hablar, porque la conversación fluirá con naturalidad, sin tener que pensar en el siguiente tema de conversación.

Sin preguntas tipo, sin silencios incómodos… Sin falsedad.

Con esto no quiero decir que todos esos conocidos que han entrado y salido de mi vida lleven la hipocresía o la mentira por bandera, ni muchísimo menos. Han formado parte de momentos buenos y malos; hemos reído, hemos llorado. Nos hemos emborrachado. Hemos sido partícipes de grandes eventos juntos. Pero han tenido su tiempo y su espacio. Y en el momento que han tenido que desaparecer, lo han hecho sin pena ni gloria. Sin lágrimas, sin enfados.

Al principio sí me hacía daño el no entender cómo era posible que personas que para mí habían resultado tan importantes, se iban difuminando hasta desaparecer. Esos amigos “del alma” ya no necesitaban ese contacto conmigo, no les hacía falta mi presencia.

Y ahí descubrí el efecto “embudo”. El camino de ida, pero no de vuelta. Descubrí que esa “amistad” había existido porque una de las partes de la cuerda seguía tirando con fuerza, con ilusión, con ganas. Y en el momento que dejé de tirar, la cuerda cayó al suelo. No te voy a decir que no dolió, porque te mentiría. Pero cada cuerda que iba desplomándose hasta el pavimento hacía menos ruido, levantaba menos polvo, hacía menos daño. Hasta que comenzó a aliviarme el dejar ir a todos y cada uno de ellos. Y así poder centrarme en quien realmente importa.

Así que todo esto que te acabo de descubrir acerca de mí, me ha hecho darme cuenta de la gran diferencia que existe entre amigos y conocidos. Pero hemos convertido la palabra “conocido” en algo frío, sin sentimientos. Como alguien a quien no le debes más que un saludo de buenos días y una sonrisa al marcharte. Y no es así. O al menos, yo no lo veo así. Están, dejan su huella y se alejan. Y no pasa nada.

Por tu vida pasarán muchos conocidos (gente que conoces, así de simple) y con la que conectarás en mayor o menor medida. Y creerás que son tus amigos, y así los llamarás con una sonrisa, creyendo que permanecerán a tu lado incondicionalmente. Pero no todos llegarán a la meta.

Yo sí tengo muy clara la diferencia. Ahora sí. Y tengo que confesarte que me siento feliz de ser capaz de distinguir entre unos y otros.

Porque ya no duele la indiferencia, ya no molesta el desapego. Ya no enfada la ausencia.

Porque solo eran conocidos.

Mis amigos tienen un hueco especial, ganado a pulso y eterno en mi corazón.

¿Y los tuyos? ¿Sientes esa misma diferencia entre ellos?

¡Nos vemos la semana que viene!

MANIQUÍ (o los dioses te conceden tu deseo)

Maniquí (1987)


Dirección: Michael Gottlieb

Reparto: Andrew McCarthy, Kim Cattrall, Estelle Getty, James Spader, Carole Davis, G.W. Bailey, Christopher Maher, Steve Vinovich

SINOPSIS

Jonathan es un joven diseñador de maniquíes, que despedido de la fábrica en la que trabajaba, descubre que uno de sus maniquíes está expuesto en unos grandes almacenes. Consigue un trabajo como reponedor nocturno, y una de las noches, descubre que su maniquí cobra vida cuando está junto a él.

OPINIÓN PERSONAL DE «MANIQUÍ»

Lo admito. Esta película no es de lo mejorcito del séptimo arte. Simplemente hoy quiero hablar de ella, porque tras haber visto “Queer as folk 2022”, vinieron a mi memoria los recuerdos de la primera vez que vi a Kim Cattrall en el celuloide. Y no fue en “Porky’s” o “Loca academia de policía”, ya que por aquella época, yo era bastante pequeño como para ver ambas. Sobre todo por algunas escenas subiditas de tono para mis once añitos. Así que yo vi por primera vez a Kim en esta película. Y por eso voy a hablar de ella.

Estamos ante una comedia de los ochenta (repetimos década, que ya sabes mi debilidad) sin trasfondo psicológico. Una película “de las de risa” para echar el rato. El humor, obvio, se queda un poco fuera de época, pero lo bonito es la historia de los protagonistas. No te la recomiendo como un pedazo de espectáculo cinematográfico, solo te cuento que me marcó en su época por ellos dos. Y por su música.

Kim Cattrall aparece bellísima en esta película, creando un personaje que si bien en los primeros minutos se nos presenta como una joven egipcia caprichosa y rebelde, se convierte en una dulce maniquí que descubre las maravillas de la época actual (bueno, de los ochenta). Te enamora su dulzura, su mirada, su historia. Todo lo que ha vivido y todo lo que todavía ansía descubrir.

Andrew McCarthy parecía apuntar maneras en aquella década, aunque se quedó por el camino. Aquí interpreta al típico chico que nadie entiende, que solo ella es capaz de conocer de verdad, y poco más. Estelle Getty (la queridísima Sophia de “Las chicas de oro”) es la dueña de los almacenes que ve en Jonathan alguien a quien tener en cuenta. Y ella, es ella. Un encanto de mujer a la que dan ganas de achuchar.

Un James Spader que resulta extremadamente desagradable, con un personaje al que saca el máximo jugo que puede, llegando a producir un rechazo ante el espectador, por lo repelente que resulta. El policía, pues el típico personaje tontaina que quiere y no puede. Que se cree el mejor y no da una. Básico sin más. Lo dicho, un elenco que les rodea para provocar el avance de la historia, aunque a medida que avanza la cinta, solo quieres que se haga de noche para que ellos dos vuelvan a estar juntos y ver qué cosas descubren el uno con el otro.

Los tópicos no me gustan, y en aquella época se usaban bastante. El diseñador gay, el jefe atontado, el policía que no se entera de nada… Clichés muy utilizados y manidos a día de hoy. Pero es que lo encantador de esta historia no es todo lo que rodea a Jonathan y Emmy, sino la historia de ellos dos. Los momentos en los que están juntos, el desconcierto que crean a su alrededor (solo él puede verla viva) y al final de todo, el triunfo del amor tras la lucha por estar juntos. Para mí ese es el encanto de la película, la historia de ellos dos. El resto es relleno de guion para darle movimiento a la historia, situaciones divertidas, llenas de malos entendidos y los “malos” tratando de fastidiar la situación.

Con una banda sonora para el recuerdo, gracias a temas de estrellas de la época como Belinda Carlisle y por supuesto Starship con el tema que se haría mítico “Nothing’s gonna stop us now”. Es escuchar las primeras notas y aparecer en mi cerebro la escena final de la película, puesto que ahí es donde empieza a sonar. Repito, la música es tan importante… Forma parte de nuestro subconsciente y nos remueve tantas cosas… El score del viaje en motocicleta es de una belleza exquisita.

Como sabes que me gusta ponerte un poco al día, te comento que existe una segunda parte de 1991, con mi querida Kristy Swanson, donde la idea es la misma, pero variamos de Egipto a la Edad Media y a una campesina convertida en escultura de madera por un embrujo en su collar. Tampoco es la gran cosa, pero entretiene sin más pretensiones. Ella está bellísima en esta cinta y nada más que por eso, merece la pena echar el rato. Pero que tampoco esperes risas por doquier, el humor se ha quedado pelín desfasado.

Y hasta aquí mi reseña de hoy, que si bien no es acerca de un gran éxito cinematográfico (cosa que poco me importa), si lo es acerca de una de mis películas para el recuerdo.

¡Feliz semana y nos vemos el domingo!


LA HISTORIA INTERMINABLE (o la carrera a contrarreloj contra la Nada)

La historia interminable (1984)


Dirección: Wolfgang Petersen

Reparto: Barret Oliver, Noah Hathaway, Moses Gunn, Tami Stronach, Patricia Hayes, Sydney Bromley, Thomas Hill, Deep Roy

SINOPSIS

Basada en el libro de Michael Ende, nos cuenta la historia de Bastian, un niño que ha perdido a su madre, introvertido y callado. Un día, tratando de escapar de unos compañeros que le quieren atacar, se esconde en una librería, de donde roba un libro llamado “La historia interminable”. Escondido en el desván de su colegio, comenzará a leer aquella historia acerca de un reino llamado Fantasía y como un ente maligno llamado “La nada” está destruyendo poco a poco tanto el reino como a sus habitantes.

OPINIÓN PERSONAL DE «LA HISTORIA INTERMINABLE»

Y volvemos a los ochenta. No lo puedo evitar, es mi debilidad. Otra de las películas de mi infancia que sigue a día de hoy manteniendo la magia de antaño. Cosa que no importa a quien le pese, no ocurre con muchas películas actuales, e incluso de mediados de los 2000.

Para comenzar esta reseña, tengo que decirte, por si no lo sabes, que esta película nos cuenta la primera mitad del libro de Michael Ende (razón por la que el escritor renegó de este film, qué equivocado estuvo el pobre) y lo hace de una forma magistral, puesto que recrea hasta el último detalle del libro. La segunda parte del libro, siendo en algunos momentos más bonita, se dejó para una secuela (que obviaré ahora y hablaré al final de la reseña). Una historia llena de magia que gracias a un exquisito diseño de producción, nos ofrece un reino de Fantasía lleno de bellísimas imágenes y maravillosos paisajes.

La Torre de Marfil donde vive la Emperatriz Infantil impresiona en su primera aparición, así como todas y cada una de las criaturas que pueblan el reino de Fantasía. Un gran trabajo de diseño de vestuario y  maquillaje para conseguir unos personajes tan carismáticos como inolvidables. Unos efectos especiales muy dignos para aquellos años. Y a día de hoy, sigue habiendo películas con efectos especiales bastante más deficientes. La magia la conserva, como te conté en “Dentro del laberinto” por ejemplo, siempre que te dejes llevar y sepas que son marionetas o muñecos. A partir de ahí, soñar con Fantasía y volar sobre Fuyur (nunca supe cómo se escribía), es una experiencia que merece la pena.

El tema musical, se convirtió en un hit mundialmente conocido (el único de su artista Limahl) y cualquiera que escuche las notas es capaz de reconocerlo. Pero toda la banda sonora es una delicia, que consigue enfatizar con sus sonidos los momentos alegres y provocar una tremenda tristeza en ciertos momentos que no desvelaré.

Una película llena de momentos inolvidables. El Pantano de la tristeza, Morla, las Esfinges, el desván, Gmork… La película es un viaje trepidante a contrarreloj contra la Nada. Una lucha titánica por encontrar las respuestas para evitar la destrucción de Fantasía. Y el Auryn. Quien haya visto la película y le haya marcado en menor o mayor medida, reconocería el Auryn a primera vista.

Podemos abandonar esta historia como una película meramente para entretenimiento infantil, pero en realidad no lo es. La destrucción del reino de Fantasía, representa la incapacidad o la pérdida de la ilusión por soñar. Perder toda imaginación, todo resquicio de inocencia. Y nos guste o no nos guste, al crecer es lo que ocurre. La Nada representa ese vacío, ese agujero negro al que al hacernos adultos nos dejamos arrastrar. O que nosotros mismos nos creamos a nuestro alrededor. Y lo triste de nuestra realidad, es que la Fantasía no tiene límites. La imaginación y los sueños no deberían desaparecer, pero a veces por desgracia, lo hacen. Por eso siento que es una película que todo niño debería ver. Y más de un adulto también.

Volviendo a mi costumbre de comentarte secuelas, te diré que esta película tiene dos. Una de 1990 y la otra de 1994. No hablaré de ellas en ningún post independiente, puesto que no me gustaron. Aunque la segunda parte retoma partes del libro que no se contaron en la primera (que calca la primera mitad del libro), no lo hace de forma coherente. Los actores cambian y eso pesa demasiado. Y la tercera parte es un sin sentido que nada tiene que ver con la historia original del libro. Nuevos actores, más descontrol. Todas las criaturas de las dos primeras partes son sustituidas por nuevas versiones que no convencen. Para los niños por supuesto que ambas son divertidas, para pasar un buen rato de aventuras. Pero a nivel trilogía, no dan la talla.

Y como anotación curiosa, la Emperatriz Infantil (Tami Stronach) nunca volvió a actuar frente a las cámaras. Y mira que era linda la niña…

Así que tras esta reseña, te emplazo para vernos de nuevo la semana que viene.

¡Disfruta de todo lo que la vida te ofrece!