¡Hola de nuevo queridos visitantes!
En el día de hoy quiero hablaros un poco acerca del vídeo que realicé para la presentación de la portada de mi primer libro “Suicidio del 97”. En realidad, fue mi quinto vídeo publicitario de la novela, pero quería empezar por este, puesto que creo que es con el que comencé a ser plenamente consciente acerca de lo que se avecinaba: mi libro iba a ser impreso. Por fin.
La portada ya estaba lista. Ya había recibido el archivo para dar el OK a la editorial y estaba eufórico. Había quedado espectacular. Nunca imaginé que fuera de vital importancia el diseño de la portada.
¿Y por qué es importante una portada? Pues muy sencillo. La portada del libro es igual que el cartel de una película, la foto principal de un catálogo de moda o el flyer de una fiesta en la discoteca de moda. Es la carta de presentación para dar a conocer tu producto. Es lo primero que los ojos de los posibles compradores van a ver acerca de tu trabajo. Es tu obra mostrada en un primer impacto; de ahí que sea absolutamente necesario trabajar la portada con el mismo mimo y cuidado con el que has escrito tu novela.
Como escritor novel, debo decir que ese detalle era algo que se me había pasado por alto. No me había parado a pensar en el impacto que la portada podía causar en los lectores. En mi mente rumiaba una idea acerca de lo que quería mostrar, pero no tenía la seguridad suficiente de que aquello funcionara. Así que investigué hasta dar con la imagen que, para mi gusto, reflejaba a la perfección el trasfondo de mi novela. La soledad. Y creo que acerté.
Tras unos breves vídeos publicitarios (de los que hablaré en otro post), quería mostrar la portada recién terminada para que todo el mundo disfrutase de ella como lo hice yo (bueno, puede ser que a la gente no le hiciera tanta ilusión, pero ya me entiendes). Así que me puse manos a la obra con el trabajo de creación.
El vídeo de presentación de la portada de “Suicidio del 97” era algo sencillo. Los nombres de los principales protagonistas se unirían a dos frases que, casualidades de la vida, se convertirían en mis frases “fetiche” a la hora de promocionar el libro. “Bienvenidos a Danford” conseguía sembrar la curiosidad acerca de una ciudad desconocida; y su compañera “no va a ser agradable” creaba expectación sobre lo que aquel vídeo estaba por ofrecer. La portada (que creo que es acertada al máximo) consiguió llamar la atención de muchos lectores por su sencillez, pero también por su halo de misterio, gracias al trabajo de fondo de imagen.
A continuación, tienes la oportunidad de disfrutar de ese vídeo (si aun no lo has visto) y sentir como empezó todo esto.
¡Que lo disfrutes!
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