¡Feliz año que nos envuelve querid@ visitante y bienvenid@ a mi universo particular!
Aquí estoy de nuevo, para seguir “creciendo” dentro de mi web. Antes de entrar en materia acerca del post de hoy (el primero de este nuevo año 2020), me parece interesante explicarte este pequeño parón “navideño”. La razón principal, como la mayoría de los mortales está clara: adoro la navidad y todo lo que la envuelve. Me apasiona disfrutar cada momento de una de las fiestas más especiales del año. Familia y amigos con los que atesorar bellos momentos rodeados de luces, colores y sueños.
Pero, haciendo balance del año que nos abandonó, debo reconocer que necesitaba un descanso meramente psicológico; una parada para analizar con distancia todo lo que me ha ocurrido en un año lleno de acontecimientos totalmente antagónicos.
Como los más allegados ya saben, un problema de salud me mantiene fuera de mi rutina diaria de vendedor desde hace más de un año. Lejos de abandonarme a la desesperación y el hastío (soluciones más rápidas y fáciles para el ser humano), decidí aprovechar este momento sabático y convertirlo en un tiempo de reflexión, acción y reacción. Y he de confesarte que ha dado resultados muy satisfactorios.
Mi peor momento físico, se ha convertido en mi mejor momento psicológico. Abierto a crear, indagar en mi pasión, tratar de conseguir lo que durante años estaba aletargado en una esquina de mi mente y mi corazón. Arte.
La publicación de mi libro “Suicidio del 97” ha sido uno de los regalos más importantes que me ha dado este añejo 2019. Una novela que jamás imaginé vería la luz, ha cautivado a muchos lectores y eso es un lujo del que no todo el mundo puede presumir. ¿No lo has leído aun? Pues date prisa, porque la segunda parte está cerca, más cerca de lo que imaginas y no me gustaría que se te acumulase el trabajo…
Y aquí aparece otra razón por la que este año me ha llenado de satisfacción; la trilogía tomó forma con el comienzo de la segunda parte de “Suicidio del 97”, mostrando cómo ha cambiado la vida de los habitantes de Danford después de diez años. Una nueva novela llena de sorpresas y giros inesperados que espero que haga las delicias de los que disfrutaron con la primera parte. Ultimando las correcciones antes de meterla en el horno, esta novela estará pronto al alcance de todos los que quieran viajar de nuevo a Danford.
He de confesarte que entre una novela y otra, me fui de Danford para dar forma a una obra teatral que tenía en la cabeza desde hacía tiempo. “Cinco horas y cuarto con mi marío” es una realidad y seguramente antes de lo que espero la representaré encima de un escenario. Porque para eso la he escrito; para mí. Y puede sonarte como un ejercicio de egocentrismo, pero no lo es. Es la oportunidad de volver a las tablas en las que soy feliz. Pero antes de todo esto, debo confesarte que no he parado de “disfrutar” de mi ausencia. La Escuela de Arte Dramático de Málaga, me ha dado la oportunidad de desempolvar todo lo que me hace soñar. Participar en una práctica del ultimo curso de dirección de uno de sus alumnos, me hace sumergirme en “La fundación” de Buero Vallejo; y como todo lo bueno atrae lo similar, me ha dominado un “Un dios salvaje” de Yasmina Reza, mientras “Amadeus” y su Conde Von Strack se volvían locos por salir a escena.
La página web en la que navegas también nació durante el año que se apagó hace casi un mes. Mucho trabajo tras esta carta de presentación, donde te muestro todo lo que soy y lo que soy capaz de ofrecer.
Y como indagar es como el rascar, otra de mis grandes pasiones, la fotografía, también tiene un hueco en mi agenda. Los diseñadores Joseph Daniel, Susana Zamora y Kurro Castilla confiaron en mí para mostrar sus maravillosos diseños a través de mi lente. Y creo que todos quedaron satisfechos con mi trabajo, cosa que me enorgullece. Si quieres ver algunas muestras de aquel shooting, puedes verlas pinchando AQUÍ. Los artículos del blog sobre cine, moda, teatro, etc… estaban disponibles miércoles y domingos; este año que entra solo publicaré los domingos. Siempre un artículo nuevo, aunque puede ser que haya ocasiones especiales en las que veas algún artículo extra.
Por todo esto y lo que me callo, necesitaba parar. Tomar impulso para todo lo que se avecina, que no es poco. Ver con perspectiva la forma en la que mi vida ha ido transformándose, reinventándose y tomar conciencia de lo que realmente anhelo en mi vida. He retomado el camino del que me desvié hace tiempo, y eso me encanta.
Y espero que disfrutes cada paso que de, cada sueño que cumpla, cada día que disfrute al máximo.
¡Hasta la próxima!
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