Que ruina de función (1992)
Dirección: Peter Bodganovich
Reparto: Michael Caine, Carol Burnett, John Ritter, Christopher Reeve, Julie Hagerty, Denholm Elliot y Marilu Henner
SINOPSIS
Una compañía teatral está ultimando los ensayos finales antes del estreno de su nueva función. Tantos ensayos, tantas horas juntos propician relaciones sentimentales, enfados, rupturas, engaños. La vida real de los actores y sus interacciones, harán que el estreno sea más complicado de lo esperado. Sin hablar de las futuras funciones, mientras las relaciones se van enmarañando cada vez más.
OPINIÓN PERSONAL DE «QUE RUINA DE FUNCIÓN«
Si, la semana pasada no estuve por aquí y te pido disculpas. Ocuparse para no preocuparse en estos tiempos que corren también me ha pasado factura. Pero no volverá a pasar. Así que en estas fechas de aislamiento, quiero recomendarte una de mis películas favoritas. Cuando la Expo en Sevilla estaba en todo su apogeo, apareció esta maravillosa comedia teatral.
Como actor, he de reconocer que esta película representa una debilidad para mí. Es una magnífica obra de teatro y encima, tiene una versión cinematográfica absolutamente perfecta. Cada escena, cada acto, cada momento del libreto teatral es una auténtica delicia textual. Con un ritmo frenético desde la primera página, Peter plasma a la perfección los avatares de esta disfuncional compañía teatral.
La obra de teatro de Michael Frayn llevada al cine, nos ofrece un magistral entretenimiento perfectamente dirigido por Peter Bodganovich. Un escenario es suficiente para conseguir crear una historia llena de malentendidos, risas y momentos deliciosamente divertidos. Acostumbrados cada día más a un humor subido de tono, en esta película, las risas son provocadas gracias a un trabajo magistral del equipo artístico.

El elenco actoral que participa en la versión fílmica no puede ser más acertado. Grandes estrellas del celuloide de los años noventa, dotan a cada uno de los personajes de la personalidad y el carisma necesario para no caer en la autoparodia. Cada uno de ellos, a excepción del director y los dos ayudantes de dirección, Poppy y Tim, interpretan dos caracteres: ellos mismos y los personajes de la obra teatral. Carol Burnett, Michael Caine, John Ritter o Christopher Reeve son algunos de los actores que dan vida a estos maravillosos personajes. Divertidos, alocados y extravagantes, se apoyan en un gran texto que no deja un segundo para el descanso.
La película (y también la pieza teatral) se divide en tres actos muy bien diferenciados. La primera parte nos enseña el ultimo ensayo antes del estreno con sus ultimas dudas y nervios; la segunda parte transcurre en una matinee tras unas cuantas funciones, cuando las tensiones entre los integrantes de la compañía va en aumento, pero esta vez visto desde la parte trasera del escenario, entre bambalinas. Y la ultima parte nos ofrece un desternillante final de fiesta, cuando todo en la compañía es caos.
Para los amantes del teatro (y sobre todo para los que son actores) resulta deliciosamente divertido observar el mundo tras el escenario, cuando toda la acción transcurre cara al publico. Observar lo que en una representacion teatral no se ve, tiene un encanto desconocido para todos aquellos que no lo hayan vivido. Nervios, tensiones, todo ocurre en el silencio más absoluto. Un texto tan minuciosamente cuidado, ofrece momentos de auténtica carcajada, desde aquella actriz que no sabe improvisar, hasta las escenas inverosímiles que se suceden a medida que avanzan las representaciones. Una delicia.

Porque nunca unas sardinas y una botella de whisky habían dado tanto juego, no hay mejor manera de pasar el rato que riendo con una comedia ligera pero desternillante que mostrará a muchos, lo que se esconde tras una representación teatral (aunque las situaciones se vayan un poco de madre). Pero al final, la magia del teatro es así. Una sucesión de pequeñas catástrofes que para el espectador pasan desapercibidas, y que al final se quedan en el recuerdo de los que las han vivido.