Smash (2012)
Dirección: Michael Morris
Reparto: Debra Messing, Jack Davenport, Katharine McPhee, Christian Borle, Megan Hilty y Anjelica Huston.
Temporadas: 2
Episodios: 32
SINOPSIS
Julia y Tom son dos creadores de musicales con gran fama en Broadway. Su último proyecto es ambicioso: un musical sobre la vida de Marilyn Monroe. La serie gira en torno al entramado que conlleva el montaje de un gran musical en Broadway, desde el casting hasta el estreno. La segunda temporada continúa la trayectoria del musical y el enfrentamiento contra otro musical que compite por ser el éxito de la temporada en Broadway.
OPINIÓN PERSONAL DE «SMASH»
Me encantan las series musicales, me gustan mucho los musicales y ya era hora de ver ésta serie. ¿Por qué te hablo hoy de Smash? Bueno, ya sabes que en mis reseñas hablo de series y películas de ayer y hoy. El día a día hace complicado engancharse a una serie (aunque sean sólo dos temporadas), y una gran amiga me la recomendó hace bastante tiempo. Así que en la situación en la que nos encontramos por desgracia, decidí invertir unas cuantas noches para verla. Y vaya descubrimiento.
Si no te atraen los musicales ni el mundo del espectáculo, no te va a gustar. No hay que ser muy listo para ello, porque si no te gustan las historias de crímenes, no verás CSI. Pero como la reseña se basa en lo que he visto y me ha gustado, pues voy a ello. La historia me ha fascinado. Conocer los entresijos del montaje de un musical de Broadway (obviamente, el montaje de un espectáculo teatral ya lo conozco en primera persona) y verlos plasmados en una serie me ha resultado un entretenimiento estupendo. Desde el inicio de la andadura, empezando por los castings hasta el día del estreno, todo ello, claro está, regado con los dramas y alegrías de cada uno de los personajes.
He de decir, que en muchos aspectos la trama se acerca mucho a los extremos, para mostrar todo lo que podría pasar (y que muchas veces pasa) durante todo ese proceso, que mucha gente no conoce. Pero como serie que es, veo lógico que extrapolen ciertas situaciones para estirar la tensión hasta su máximo posible. Ello no ha hecho que pierda el interés durante ningún capítulo. Porque pasan muchas cosas en cada capítulo, no encontré momentos de relleno en ningún caso, cosa que series de alta fama exprimen al máximo (véase The walking dead, que me gusta, pero que quien la haya visto, sabe de lo que hablo) Así que las dos temporadas están lo suficientemente repletas de música, comedia, drama y baile, como para no aburrirte.
El elenco me ha gustado bastante, empezando por Debra Messing (mi eterna Grace, de Will & Grace) que cambia el registro por un personaje mucho menos cómico que en la sitcom que la encumbró. También es un placer volver a ver a Anjelica Huston, soberbia en todo lo que hace, y con un peinado que no ha cambiado en treinta años (en la comedia de los ochenta “La maldición de las brujas” llevaba el mismo corte). El resto de personajes se complementan muy bien entre ellos, haciendo creíbles los vínculos que les unen, así como las acciones que acometen tanto en grupo como en solitario.
Las actrices que compiten por el papel de Marilyn son la cara y la cruz de la moneda. Una recién llegada a ese mundo, llena de inocencia e ilusión y una veterana entre las candilejas, pero siempre a la sombra de grandes proyectos; una chica del coro ansiosa por dar el salto. Las desconocidas (al menos por estos lares) Katharine McPhee y Megan Hilty poseen sendas voces que dejan con la boca abierta. Y me es muy difícil elegir a una de las dos, puesto que cada una tiene un encanto original, tanto cuando interpretan a Marilyn en los ensayos, como cuando son ellas mismas.
La música en éste tipo de series está claramente justificada. Todas las canciones que componen Tom y Julia para el musical son creaciones propias, aunque los personajes también interpretan versiones de temas conocidos. Si te gusta el cine de la época de Marilyn (años cincuenta), te enamorarán los temas compuestos para el musical, porque poseen el encanto de antaño, sumado a cada número de baile que le acompaña.
En la segunda temporada, un nuevo musical irrumpe en escena (nunca mejor dicho) para competir contra Bombshell (el musical de Marilyn). Una pareja de novatos que pretenden darse a conocer en el mundo de las candilejas, lucharán por conseguir triunfar con su espectáculo, totalmente diferente a Bombshell. Por lo tanto, en ésta segunda temporada, los números musicales varían, añadiendo temas originales más actuales. Y de paso, se refresca la narración añadiendo nuevos ensayos, cambios de actores, directores, productores y un sinfín de nuevas tramas.
Por si crees que la serie constaba de dos temporadas, he de decirte que no es así. La idea era continuar las andanzas de todos sus personajes, pero la baja audiencia hizo que los productores decidieran dar por finalizada la historia en la segunda temporada. Y he de decir que, aunque me fastidió saber que no había más temporadas, agradecí que el final de la serie (el cual no voy a desvelar, por supuesto) fuera cerrado. Quizás alguna subtrama quedara en el aire para dar que pensar a gusto del consumidor, pero la historia en su máxima generalidad quedaba cerrada.
Con esto último, he de decir que a día de hoy, conociendo como ya sabes que las audiencias son las que mandan, las cadenas deberían finalizar (o al menos contemplar) las series que no consiguen la audiencia. Más que nada, porque dejar una serie que no va a volver con un cliffhanger no tiene mucho sentido.
Así que si tienes tiempo después de todas las actividades que nos hemos impuesto durante éste confinamiento, te invito a que le eches un vistazo a ésta maravilla. Si el primer capítulo no te engancha, no sigas, porque el primer episodio te muestra el estilo que llevará la serie durante toda su andadura. Y a mí, ese estilo me ha cautivado.
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