LLAMAN A LA PUERTA (o decidir lo correcto no es fácil)

Llaman a la puerta (2023)


Dirección: M. Night Shyamalan

Reparto: Jonathan Groff, Ben Aldridge, Dave Bautista, Kristen Cui, Rupert Grint, Nikki Amuka-Bird, Abby Quinn

SINOPSIS

El matrimonio formado por Andrew y Eric, viaja con su hija Wen a una cabaña en el bosque para pasar unos días de descanso. Al poco tiempo de estar allí, cuatro desconocidos armados llegan a la cabaña y piden entrar para hablar con ellos. La pareja se niega y los invitados entran por la fuerza para explicarles su misión. Alguno de los tres integrantes de la familia debe morir a manos de uno de sus familiares para que el Apocalipsis no se produzca. Mientras deciden, los desastres se van sucediendo alrededor del planeta y el tiempo se agota.

OPINIÓN PERSONAL DE «LLAMAN A LA PUERTA»

Hoy repito director, para traerte la reseña sobre la nueva película de Shyamalan, del que ya te hablé en la reseña de «Tiempo». Al volver a elegir una película de este director, habrás deducido que me gusta y no te equivocas. Lo que más me atrae de la forma en la que este director afronta sus filmaciones, es en los tan de moda “plow twist” o giros de guion (como toda la vida se ha dicho) que Shyamalan utiliza en prácticamente todas sus historias. Comenzó con «El sexto sentido» y el giro más impactante de las últimas décadas y a raíz de ahí supo mantenerse (en la mayoría de los casos) en ese límite entre la curiosidad ante lo que el espectador va a ver y la sorpresa tras el visionado. Que hay historias mejores y peores en su filmografía, es obvio, como en todos los directores. Nadie es tan perfecto. Pero a mi consigue engancharme con sus historias, y con esta no iba a ser menos.

Ya el tráiler nos anuncia que vamos a ver una historia retorcida sobre creencias religiosas sobre el apocalipsis, sacrificios, desastres naturales y la unión familiar. Y es lo que nos encontramos. ¿Abandonarías al resto por tu propio beneficio, aun a sabiendas de que también podría ser tu propio final? ¿O sacrificarías a uno de tus seres queridos para salvar al resto y probablemente salvarte tú también? La premisa es clara como dice la sinopsis. Y ahí arranca el dilema de esta nueva historia de Shyamalan, que sabe mantener la tensión, con una narrativa muy bien elaborada, una filmación detallada y ese movimiento de cámara que ya es un clásico en los trabajos de este director. El sonido es algo que también domina a la perfección, tanto en cámara como fuera de ella, es decir, lo que no vemos. Mezcla de drama, intriga y suspense, aunque sí que ofrece algún susto, no la catalogaría como película de terror.

La pareja protagonista interpretada por Jonathan Grof y Ben Aldridge (prota también de la maravillosa «Quédate a mi lado») ofrecen una simbiosis perfecta de un matrimonio perfectamente avenido. Y por supuesto, en el momento que todo empieza a torcerse, esas pequeñas grietas, casi imperceptibles al principio, se hacen cada vez más grandes, separándolos, pero solo a nivel de sus decisiones. Muestran incesantemente ese amor que se profesan tanto entre ellos como a su hija Wen (maravillosa Kristen Cui), pero descubren tener ideas diferentes acerca del sacrificio que se les está obligando a cometer. Mientras uno aboga por el bien común, el otro desea el bien personal. Y ese dualismo de pensamiento es el que nos hace analizar quién de los dos está en lo correcto. Los cuatro desconocidos consiguen transmitir esa desesperación ante el tiempo que se agota, y que como meros enviados, deben conseguir su cometido para no fracasar. No son villanos, no son crueles. Están desesperados y así lo transmiten al espectador. Dave Bautista no es santo de mi devoción, pero bueno, para mí lo salva el resto de sus acompañantes. No soy tan quisquilloso.

¿La decisión a tomar? Pues yo no la tengo tan clara. Porque dejando de lado el tema religioso, todo lo que va sucediendo durante el metraje, llega a poner en duda si es cierto o no, y si ellos son los causantes de todo lo que está ocurriendo en el resto del mundo por el hecho de no querer tomar una decisión al respecto. Creo que yo también llegaría a dudar, y ya te digo que manteniendo al margen la creencia religiosa de los cuatro jinetes del Apocalipsis (que son supuestamente los cuatro desconocidos), y todo lo que rodea a que un Dios, sea cual sea, está haciendo todo eso en busca del sacrificio por amor de una familia.

No te voy a desvelar el final, pero bueno, es esperanzador. Como no se podía esperar, no contentará a todos los públicos, conmigo no lo ha hecho. Pero después en frío, llegué a pensar que habría ocurrido si el final hubiera sido diferente. Al final, creo que cualquiera de las opciones disponibles no me habría llegado a satisfacer de lleno. Pero este final no empaña el buen hacer de este director y ese resquemor amargo que te deja en todas sus películas de ¿y si…? A mí me gusta sentir eso de vez en cuando, no solo chispas de felicidad porque todo ha acabado como queda bien que acabe. Todos felices y contentos. A veces hay que pensar que no todo acaba como uno espera, pero que aun así, hay que seguir adelante.

Esta película está basada en un libro, «La cabaña del fin del mundo» de Paul Tremblay y como suele pasar en muchas películas basadas en libros (La niebla, Las ruinas, Cujo), los acontecimientos, e incluso el final difieren del texto escrito por el autor. Lo que sí tengo claro, es que me han entrado ganas de conocer la historia de Tremblay y descubrir las diferencias con la película, que ya sé que las hay. Aunque lo de la lectura lo llevo más lento de lo normal, esta novela queda anotada en mi lista de pendientes.

Y hasta aquí la reseña de hoy. Espero que te haya gustado. ¿Conocías ya esta película o el libro?

¡Nos vemos la semana que viene!


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