ES FÁCIL: NO ME GUSTA

Si no aprendemos a respetar, mal vamos…

Pues aquí estoy de nuevo para tratar de aclarar un poco la situación que se está viviendo estos últimos años por el ciberespacio. O al menos, darte mi sincera opinión.

¿En qué momento sobrepasamos la libertad de expresión y la transformamos en falta de respeto? Básicamente, en el preciso instante que tus dedos teclean cualquier cosa que no sea un “a mí no me gusta”. Así de simple. Cuanto más mayor me hago, más me sorprendo de hasta a qué niveles, el ser humano (el español, para más señas, ya que es el que más veo) es capaz de vomitar bilis con la misma facilidad que se suenan los mocos.

Y claro, te preguntarás que a santo de qué estoy yo hablándote de esto. Pues por Eurovisión. Si, visitante, por el Festival de la canción. Situémonos. Soy fan de este certamen desde que era bien pequeñito. Recuerdo haber visto a mi grupo favorito de la época “La década prodigiosa”, cantar aquello de “Made in Spain”, ver a Sergio Dalma darlo todo, a Anabel Conde rozando la gloria. A Pastora y a Ruth entregarse en cuerpo y alma. Y muchos y muchos más. Lo disfruto como si fuera el fin del mundo. ¿Dónde me diferencio de los eurofans? Vale, no me iría a verlo en vivo, ni me subo por las paredes con los eurodramas. Me molestan, puede ser, pero creo que hay cosas más importantes en mi vida, que dar vueltas y vueltas a temas que yo no puedo cambiar. Y me encantan los eurofans porque lo dan todo y eso mola (en el futbol también, que aquí no se escapa nadie).

Ahora bien, aquí viene el primer bache. Si tú decides quedarte en tu casa a ver la final de la Champions, ¿a mí qué? Si te vas de una reunión porque dan la final de “Supervivientes”, ¿qué me importa a mí? Nunca se deben juzgar las prioridades de cada uno. Pero si un fan de eurovisión se queda en casa para ver el concurso, es que la gente se echa las manos a la cabeza. Repito. Respeto. El mismo que yo te demuestro cuando te vas a ver el futbol, deporte que a mi NO ME GUSTA. Yo he tenido que justificarme y no cambiar un turno de trabajo a un compañero porque daban Eurovisión y recibir esa mirada de “venga ya, ¿por ver esa mierda?”. Y dignamente decir que sí y darte la vuelta, sintiéndote un mal compañero. Cosas de la vida. Pero claro, sería maravilloso si nos quedáramos en ese límite entre gustos y aprendiéramos a respetarlos. Por desgracia, vamos un pasito más allá. Y dentro de los mismos gustos, también encontramos a gente que se siente con el derecho de sobrepasar ese NO ME GUSTA.

Retomamos el Festival. Me sorprendieron Tanxugueiras; Rigoberta NO ME GUSTÓ. Primera debacle. Aquí o eres de un bando o eres de otro. No se permite el gusto variopinto. Y mucha gente no acepta que tus gustos no coincidan con los suyos, que por supuesto, creen sacrosantos. Si a mí no me gustó el mensaje que enviaba Rigoberta (por parecerme desfasado y cansino), ¿no entiendo de música? ¿Soy machista? ¿Voy en contra del progreso? No señores, NO ME GUSTA y punto. Tampoco me ha gustado nunca Nirvana o Eminem y nadie me ha crucificado por ello. Pero en Eurovisión, mucha gente sí lo vive de esa forma. O conmigo o contra mí.

Chanel no era para nada mi favorita. Es así. O sea, que no es una defensa de un fan acérrimo desde el minuto uno. Para nada. No era ni mi segunda, ni mi tercera opción. Es la realidad de lo que yo sentí al escucharla. Me pareció más de lo mismo. NO ME GUSTA el reggaetón, lo siento. Nunca me ha gustado, entonces no era mi favorita. Y ahí está la magia del equipo de esta cantante. Han conseguido convertir una canción simplona, repetitiva y probablemente olvidable tras las resacas de verano, en un espectáculo único e inolvidable. Lo digo con tanta certeza, porque no vi el Benidorm Fest, solo escuché las canciones en mi coche entre ensayo y ensayo. Y lo que yo vi el sábado en el escenario de Turín, me dejó con la boca abierta. La mandíbula desencajada y hasta puedo decir que se me saltaron unas lágrimas de la emoción. Emoción ante tanta pasión por tu trabajo, ante esa dedicación, esa perfección de movimientos, ese conjunto impecable.

¿Hubiera quedado mejor una teta en el escenario y Rigoberta saltando? Pues puede, quién sabe. Pero es algo que nunca sabremos. Pero es que a mí no me importa. Ni que Tanxugueiras pudieran haber dado el pelotazo. ¿Qué más da? Chanel fue, vio y venció ante todo pronóstico y ante toda crítica, que ha sido mucha. Más bien demasiada. Ese límite de NO ME GUSTA que tanto odio que la gente sobrepase. Me produce pena, el ver como hay gente que disfruta con ello, porque si navegas con frecuencia, aprendes a leer comentarios desafortunados y mensajes de desprecio. Sabes diferenciarlos. Y hay más de lo segundo.

Sorpresa tras el festival. Ahora las críticas vienen acerca de ser la única diva con show ligera de ropa. Letra basura, baile grosero, vergüenza para las mujeres (dicho por mujeres, lo siento, es así). Y lanzamiento de insultos, defensas, críticas, vamos, un show. Y mi pregunta es la siguiente: el hecho de haber quedado terceros (segundos desde mi humilde opinión, para mi Ucrania y su situación, por triste que sea, se resolvió en el sitio equivocado) después de la friolera de 27 años (que se dice pronto, más de un cuarto de siglo), ¿no les hace pensar que a lo mejor el espectáculo al completo era bueno? ¿De su gusto? A lo mejor no. Tampoco lo era del mío, como ya he explicado más arriba. Pero, ¿en serio es necesario seguir sobrepasando los límites del respeto y la educación, echando por tierra el trabajo de todo el equipo de esta representante?

Mi más sincera enhorabuena, porque una canción que a mí no me transmitía nada, se ha convertido en una actuación para ver una y otra vez en bucle. Por el buen hacer, por la profesionalidad y por el talento encima de ese escenario.

A mí, sinceramente, me da mucha pena hacia donde estamos yendo. Si me lees con frecuencia, sabes que no critico lo que no me gusta. Simplemente lo dejo pasar, porque no me ha hecho disfrutar, ni me ha aportado nada positivo. Entonces, yo no pierdo ni un segundo de esta vida, que pasa más rápido de lo que pensamos, en sobrepasar ese NO ME GUSTA. Es que ni eso escribo. ¿A quién le hace falta saber si algo me ha gustado o no? ¿A alguien cercano a mí? Nos tomamos un café y te cuento mis impresiones. En internet, ¿para qué?

Señoras, señores y demás gente fuera de ese espectro, háganme caso. Para gustos, colores. Eso es un dicho más antiguo que yo. Y más de uno debería colgárselo en un post-it en la nevera o en el espejo del baño. Que a ti NO TE GUSTE no significa que sea malo, simplemente no va contigo y con tu estilo. Nada más.  Aprendamos a ser más tolerantes con TODO y con TODOS. Al fin y al cabo, nuestros hechos nos definen, hoy y siempre. Y en internet, todo queda. PARA SIEMPRE.

¡Besos enormes y nos vemos pronto!


EL PODER DEL CORAZÓN

Todo es posible si le pones el empeño suficiente

¡He vuelto y esto va a ser alucinante!

Ha pasado mucho tiempo, lo sé. Lo admito y te pido disculpas. Mi último post fue allá por febrero, después del parón navideño, como hago todos los años. Y ese post trataba acerca de mi nuevo proyecto teatral “Todavía tengo tiempo”, de su inminente estreno y poco más. No he escrito ningún artículo en todo este tiempo. Y no por falta de ganas, sino por falta de tiempo.

El comienzo de año ha sido bastante caótico en muchos aspectos para mí. Tanto personal como profesionalmente. Y necesitaba centrarme en conseguir reorganizar todos los acontecimientos que se me vinieron encima en este comienzo de 2022, para poder retomar con fuerza y energía la continuación de mi web.

Ya sabrás que además de ser mi web profesional como actor y dramaturgo, mi intención cuando la creé, no era dejar una página que fuera visitada cada vez que algún director de casting me solicitara información acerca de mi trayectoria profesional. Obviamente, sería lo más cómodo. Actualizar videografía y fotografía de vez en cuando y modificar mi currículo en función de los proyectos nuevos que fuera haciendo. Eso es lo fácil. Eso es lo sencillo. Pero a mí no me gustan las cosas mascadas. Me apasiona crear, me divierte ofrecer cosas nuevas cada vez que visites mi web.

No he parado de hacer cosas desde que empecé el año. Si me sigues por redes (@alexander.j.cox), sabrás que he viajado a Luxemburgo para estrenar mi obra “Todavía tengo tiempo” y después hemos representado en Madrid. También he terminado mi participación en “Los dientes de leche” de UJO Teatro, y estrenaremos en octubre. Firma de libros en la Feria del Libro de Málaga, un anuncio publicitario, viajes de nuevo a Madrid… No he tenido respiro.

Sigo escribiendo la tercera parte de mis novelas, pero voy muy despacio. Los que han leído las dos primeras, me quieren matar, porque están deseando saber qué ocurre con los habitantes de Danford en esta historia final. Pero es que quiero que sea un final perfecto. Me lo estoy tomando con calma, porque el final va a ser inolvidable.

Pero sigo escribiendo. No solo la novela, también estoy escribiendo teatro. Una comedia que creo que va a dar mucho que hablar. Y en breve comienzo un nuevo proyecto, mucho más ambicioso, pero qué quieres… Soñar es gratis y si llego a conseguirlo, te va a encantar. Porque creo que puede ser algo importante.

Y todo esto es porque últimamente confío más que nunca en mi trabajo. Mi vida ha cambiado, mi percepción de mí mismo también. La necesidad de aceptación del de enfrente, la facilidad de hacer tambalearse mi autoestima. La preocupación acerca del qué dirán, ya no existe. Nada de eso existe. He aprendido, aunque sea a mi edad, a saber que lo más importante en esta vida es la forma en la que tú te ves en el espejo. Cómo esa imagen te devuelve la fuerza suficiente para enfrentarte a todos y a todo por conseguir tus objetivos. He conocido la envidia, los celos, la ira, la venganza… Y durante tantísimos años han conseguido hacerme sentir pequeñito. Hasta el momento en el que dije BASTA. Y aprendí a verme como quiero verme. A creerme lo que soy y lo que quiero llegar a ser. A escuchar las críticas constructivas y reírme de las destructivas. A quererme, en una palabra.

Y ese ha sido el comienzo del cambio. El momento en el que he puesto mi corazón por delante de todo y la visión de quien me mira ha perdido valor. Ahora la visión importante es la mía. Y es la razón por la que vuelvo a la carga, renovado por dentro y por fuera. Porque es el momento perfecto para demostrar todo lo que sé hacer.

No podemos dejar que el corazón deje de intentarlo. No debemos permitir que nuestros sueños se queden arrinconados en una esquina de nuestro día a día, dejándonos llevar por la rutina y el conformismo. No tenemos que dejar pasar la vida soñando con un “y si…” Hay que lanzarse a por todas, no importa que no haya red. Tenemos alas para volar. Tenemos fuerza para resistir los impactos y reventar el suelo con nuestros pies. Pero hay que creérselo. Y yo, ahora, me lo creo. Ahora creo en mí.

¿Y tú? ¿Crees en ti? ¿Vas a luchar por tus sueños?


TODAVÍA TENGO TIEMPO

Todavía tengo tiempo(2022)


Ubicación: 13 de febrero en La Nave (Málaga)

Autor: Alexander J. Cox

Dirección: Daniel Galbeño

Reparto: Alexander J. Cox y Manuel Samper

SINOPSIS

Ricardo acaba de perder a su marido Miguel. Es de noche y Ricardo vuelve al hogar conyugal. Solo, analiza y deconstruye su relación con Miguel, analizando una vida que no ha sido fácil en ninguno de los aspectos. Su recorrido angustioso durante todo ese tiempo en soledad, solo tiene un único objetivo: todavía tiene tiempo para sincerarse.

HISTORIA

El autor del texto soy yo, y en este huequecito te voy a contar cómo surgió la idea de esta historia. Cuando terminé de publicar “Suicidio del 97” y me encontraba inmerso en las ideas para la segunda parte, decidí escribir un texto teatral sólo para mí. Un monólogo en el que no necesitara a nadie más. Simplemente, porque por aquella época, trabajaba una semana de mañana y una semana de tarde, y así me resultaba bastante complicado poder ensayar en cualquier compañía. A raíz de esta idea, me acordé de la gran obra de teatro “Cinco horas con Mario” y en un juego de palabras (en su momento creí que bastante acertado), lo transformé en “Cinco horas y cuarto con mi marío”. Y así comenzó la andadura de este proyecto, donde quería contar la historia de alguien que vela a su marido fallecido. Y tenía que ser otro hombre el que le velara. El campo me ofrecía una amplitud de miras hacia lo que poder contar. Y así lo hice. Cuando comenzamos el montaje, el director Daniel Galbeño, creador de Antinomia Teatro, sugirió un cambio de título, puesto que el texto poseía la suficiente fuerza y carisma como para necesitar hacer referencia a otra obra teatral. Y que aquel título se prestaba a error, por parecer una obra cómica, cuando en realidad no lo es. Y así surgió “Todavía tengo tiempo”. Y ha sido una elección acertada, sin duda. Elegimos a Manuel Samper para que interpretara a Miguel, y también fue una elección acertada.

OPINIÓN PERSONAL DE «TODAVÍA TENGO TIEMPO»

Obviamente, como habrás observado en el cartel, es una obra en la que yo participo, así que esto no es una crítica, sino más bien una explicación de lo que podrás ver si decides visitarnos. Huelga decir, que tanto el elenco como el director, estamos muy orgullosos del trabajo realizado y que el día del estreno fue un éxito arrollador. Por eso escribo hoy sobre ella, porque creo que es una obra de teatro que debe ser descubierta y disfrutada por mucha gente.

Durante todo el proceso de creación, hemos trabajado con el imaginario, rascando en los sentimientos más humanos y en las sensaciones más duras que se pueden sentir. Puesto que, como ya habrás deducido, la historia es bastante dura y complicada de trabajar. Cada frase esconde un significado especial, algunas veces un doble sentido. Siempre apoyados por la escenografía del director y la iluminación, aparentemente sencilla, pero que encierra muchos mensajes. El pasado, el futuro, Miguel, Ricardo, el presente. Todo toma forma en aquel juego de luces que se apagan y se encienden. El espacio sonoro juega un papel también muy importante, sabiendo mezclar esa ternura y calidez del romanticismo más puro, con los sonidos más dolorosos y angustiosos. Todo para transmitir, junto al texto, cada sensación que ofrece la pieza.

¿Y por qué dos personajes? Porque pensamos que Miguel también podía tener una historia que contar. En un trabajo conjunto, decidimos incluirlo en la historia, y el director supo dotar al personaje de Miguel del peso suficiente para que viaje junto a Ricardo durante todo el proceso de aceptación. Además, el trabajo ha sido espectacular. Muy intenso, pero hemos creado una buena conexión entre los tres. Y eso se nota en la puesta en escena.

El director trabaja el duelo desde la melancolía. Ese camino a recorrer por parte de Ricardo, para poder liberarse, tanto a Miguel como a él mismo. Un camino que muestra los miedos, los anhelos, las verdades y las mentiras. Todo ello para conseguir esa liberación mutua que ambos necesitan.

A título personal, debo decir que uno de los muchos mensajes que quería destacar de este texto que escribí, era el de la igualdad. Como expliqué en el coloquio que tuvimos posterior al estreno, yo crecí viendo películas, series, obras de teatro, leyendo libros, en los que parejas heterosexuales vivían preciosas historias de amor. Sufrían, reían, lloraban, tenían su final feliz. Otras veces no, pero siempre conseguían sobrecogerme. Y muchas veces yo deseaba ser esos personajes, vivir todas esas emociones. Siempre con los sentimientos a flor de piel (ya sabes lo que a mí me gusta un buen lloriqueo) y sintiendo cada momento de las historias. Pues eso quería conseguir yo; que la gente se estremeciera, se sintiera identificada con la historia, independientemente de su orientación sexual.

Si yo era capaz de transmitir al público el sentimiento de tristeza, soledad y miedo de Ricardo, sin tener en cuenta a la persona a la que había perdido, habría tenido éxito. Y creo que lo conseguimos. Y por eso me siento tan orgulloso.

Al final, lo más importante que puedo deciros para que os pique el gusanillo y vengáis a visitarnos es el hecho de que vais a descubrir una historia sincera, dolorosa y esperanzadora. En ella, conoceréis a dos personajes unidos en la vida y en la muerte. Secretos escondidos, sueños rotos y la visión de un futuro completamente diferente al soñado. Una historia de amor y dolor a partes iguales, en la que la búsqueda de la verdad y la redención juegan un papel importante.

Tras esta segunda actuación (entradas aquí), viajamos a Luxemburgo para representarla allí el 25 y 26 de febrero. Después representaremos en Madrid el 2 y 3 de marzo en la Sala Off Latina, y a partir de ahí, lo que nos llegue. Que ganas no nos faltan.

También decirte que tenemos este teaser y que nos entrevistaron tanto en PTV como en 101TV, por si te apetece echarle un ojo. Quizás te entren más ganas aún.

¿Ya nos has visto? ¿Te ha gustado? Espero tus comentarios y opiniones.


TODAVÍA TENGO TIEMPO en La Nave 2022



MI NOMBRE ES KHAN (o la inocencia en un mundo cruel)

Mi nombre es Khan (2010)


Dirección: Karan Johar

Reparto: Shahrukh Khan, Kajol, Christopher B. Duncan, Katie A. Keane, Benny Nieves, Parvin Dabas, Arjun Mathur, Mackenzie Firgens, Natasha Marc.

SINOPSIS

Rizwan Khan es musulmán y tiene Síndrome de Asperger. Desde pequeño, su madre sabe que su hijo es especial. Y trata de enseñarle la mejor forma de defenderse en un mundo que para él es demasiado complejo. Cuando Rizwan viaja a Nueva York, conoce a Mandira, una madre hindú divorciada de la que se enamora. En el marco de los atentados del 11S en Nueva York, Rizwan es confundido con un terrorista debido a su Asperger. Su lucha por hacerse entender le lleva a buscar al presidente de EEUU para hablar con él.

OPINIÓN PERSONAL DE «MI NOMBRE ES KHAN»

Vaya descubrimiento el de esta película. Muy sorprendido con ésta historia, con estos personajes y con el mensaje final. Y no es una película americana. Si quieres una versión descafeinada, puedes ver “Forrest Gump”.

Si cuando digo que de todo se aprende no me equivoco. Aunque sean cosas pequeñas como esta joyita. Siendo una película de hace más de diez años, creo que si no hubiera sido por mi situación actual jamás la hubiera visto, y más con el ritmo de producción que llevan los estudios y las plataformas de streaming. En el proyecto teatral en el que me encuentro ahora con la compañía Ujo Teatro, el personaje principal tiene Síndrome de Asperger. Nuestro director, en el trabajo de mesa, nos ofreció una charla con un educador que tiene este trastorno, para que entendiéramos de primera mano en qué consiste. Y él nos recomendó ésta película. Así que, sintiéndolo mucho por los críticos, que alguien con el Sindrome de Aspereger se vea reflejado en éste film, a mí me vale y mucho. Porque no nos recomendó “Forrest Gump”. Por algo sería…

Sé que seré de los pocos a los que no les gustó “Forrest Gump” (a excepción del recorrido de Robin Wright) y cuando digo que no me gustó, se me llena la boca. Ahora habrá quien se rasgue las vestiduras, seguro. Pero es así. Me aburrió soberanamente. Lo siento mucho por el heroísmo americano y su tendencia a querer ser los mejores en todo, a veces empacha. Y mientras que Tom Hanks no consiguió transmitirme ningún sentimiento, quizás aburrimiento, Shahrukh Khan me atrapó desde el primer momento.

La madre de Rizwan sabe que su hijo es especial y trata de enseñarle con el cariño que solo una madre puede ofrecer, las vicisitudes de la vida. Una de las mejores frases de la película es suya, que se graba a fuego en Rizwan y que debería hacerlo en todo el mundo.

“Solo hay dos clases de personas:

gente buena que hace el bien

y gente mala que hace el mal.”

Lo triste es que hay gente que piensa: “que estupidez”, “que ñoño” y tonterías varias. Pero es una frase tan aparentemente absurda que encierra tanto… Ojalá nos rigiéramos por esa simple diferencia. Ojalá supiéramos distinguir únicamente estos conceptos. Ni color, ni religión, ni sexo. Solo el bien y el mal. Pero bueno, esto daría para otro post…

Esta película juega muy bien la baza del sentimentalismo y la lágrima fácil (yo estuve llorando gran parte de la película, aunque bueno, soy yo…), no lo voy a negar. Pero es que es efectiva porque los personajes se hacen querer, la historia te toca el corazón aunque creas que estás viendo una de “Bollywood”. Para nada, puesto que el mensaje va más allá de musulmanes, hindúes o americanos. Es un canto al respeto, al descubrimiento de aquello que no conocemos, a la aceptación de que todos merecemos ser amados, entendidos y aceptados.

El hilo conductor es el propio Khan, su visión del mundo desde la inocencia de una persona que no entiende de odios, envidias, ironías o maldad. Vemos su historia en dos tramas paralelas. La vida antes de los atentados del 11S y su recorrido actual en busca del presidente.  Y Khan percibe el mundo de una manera diferente a la que tratan de explicarle, de ahí esa ternura que consigue despertar en el espectador. Mandira le acompaña durante gran parte de su recorrido, con una dulzura que envuelve a su personaje, y que ve en Khan a alguien que nunca le va a hacer daño.

Dentro del marco de una historia romántica, el trasfondo es más duro de lo que el colorido y la música muestran. Hay odio, hay miedo, hay dolor. Tras los atentados, el pueblo americano tenía miedo, lógico, también el resto del mundo lo tuvo. Pero cometimos el peor error que tiene el ser humano: generalizar. Meter a todos en un mismo saco. Crucificar a toda una comunidad por la barbarie de unos pocos. Y esto es lo que también nos muestra “Mi nombre es Khan”. Las represalias hacia la minoría musulmana tras uno de los peores atentados de nuestro siglo.

Una película digna que merece ser visionada por muchas de esas personas que se consideran mejores que el resto. Un guantazo de realidad. Una verdad arrolladora.

¿Conocías ésta película? ¿Qué lectura has sacado de ella? Déjame tus comentarios más abajo…

Hasta la próxima!!!


SANTÍSIMA

Santísima(2021)


Ubicación: 24 de Noviembre en Contenedor Cultural (Málaga)

Autor: Alonso Gil Gil

Dirección: Alonso Gil Gil

Reparto: Lori Reina

SINOPSIS

Rita Basarti es una monja joven y descarada destinada, por la gracia de Dios, a convertirse en santa. O al menos eso lleva esperando toda su vida. Una audiencia en el Vaticano será el escenario desde donde descubriremos por qué ha de ser la elegida para este designio divino.

El espectáculo reflexiona sobre la identidad de la fe moderna y la persecución de la aceptación social e individual.

HISTORIA

Alonso Gil Gil concibe esta historia durante la pandemia que nos sacude en el pasado 2020. En su búsqueda de temas sobre los que escribir, Pablo Messiez y Santiago Loza le inspiran a investigar en el mundo de los monólogos, donde las estructuras de los textos dramáticos se desdibujan para dar cabida a la investigación y desorganización. Acercándose más a la narrativa que a una clásica pieza teatral, se convierte en el primer proyecto de la compañía Ujo Teatro. Un espectáculo de un solo personaje, en el que el autor ahonda sobre temas que le rodean y le preocupan (problemas de identidad o cómo se entiende la fe), mostrando a un personaje disociado de la realidad, en búsqueda del amor perpetuo.

OPINIÓN PERSONAL DE «SANTÍSIMA»

La compañía malagueña Ujo Teatro nos presenta un espectáculo teatral de un solo personaje que se adentra en la vida de una monja que desea ser santa. Rita Basarti es enviada al Vaticano para convencer a sus santidades acerca de su beatificación. Ella quiere ser santa, cree que lo merece y que su vida ha sido un cúmulo de pruebas que la hacen digna de tal nombramiento. Pruebas que ella misma se ha impuesto y sufrido con el único objetivo de ser declarada santa y así poder ser amada. Así lo concibe ella y su recorrido te sorprende, desde su infancia, compleja y confusa, hasta el día de su reunión con los jueces del Vaticano. Mediante flashbacks, Rita nos va desgranando el recorrido que ha realizado hasta estar ante nosotros, esperando ser entendida, aceptada y amada. Sobre todo, amada.

La obra es dura, no te lo voy a negar. Aunque realmente no es la imagen que ofrece en un principio. Cuando las luces se encienden, conocerás a Rita, que juega equilibradamente entre una leve comedia y un sutil drama. A medida que la obra avanza, descubrirás que nada es lo que parece. Momentos duros que te harán revolverte en el asiento y situaciones divertidas que te harán sonreír. Y es que el autor sabe cómo relajar al espectador después de mostrarte lo más oscuro y depravado del recorrido de Rita. Y eso se agradece, puesto que la historia es todo menos liviana. El autor crea composiciones visuales e imágenes que juegan con luces y sombras, acompañadas de un espacio sonoro que compacta a la perfección en el espectáculo.

Lori Reina se encarga de dar vida a la irreverente monja Rita Basarti, intérprete formade en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga. Un solo personaje sobre el que cae todo el peso de la historia. En soledad ante el público, nos cuenta sus vicisitudes desde su infancia hasta el momento en que solicita su beatificación. La fuerza de su interpretación se come el escenario, te atrapa, te envuelve en esa vida cedida a los demás, te estremece su dolor, su resignación, su entrega. Una interpretación desgarrada que sobrecoge durante las casi dos horas de espectáculo, lo cual es un mérito increíble. Mi más sincera enhorabuena al gran trabajo de Lori.

Al final, es el propio espectador el que tiene en sus manos la decisión de si Rita merece o no ser santa. Porque hemos hecho sin darnos cuenta, de jueces del Vaticano; hemos escuchado su historia, hemos sido cómplices de esa entrega abierta en canal al prójimo. Y cada uno decidirá allí, o nada más salir, o incluso en casa antes de dormir, si Rita debe ser santa y por qué. Puesto que cada uno observará la vida de este personaje desde su prisma particular, desde su educación y sus creencias. Y ahí es donde la obra de Alonso Gil da en el blanco. No hay un final cerrado para el espectador, hay una interrogación sobre todo lo que acaba de ver. ¿Tú qué crees? ¿Entiendes a Rita? ¿Empatizas con ella o no? Al final, salir de un teatro e irte a casa pensando tampoco está tan mal ¿no?

Te ríes, te revuelves en el asiento, te sorprendes, te emocionas… ¿Qué más le puedes pedir a una obra de teatro? Ah sí, te hace pensar. Pensar hasta donde estás dispuesto a entregarte a los demás, y si de verdad los demás lo merecen. Me gusta. Me agrada que me hagan pensar más allá de lo meramente convencional. Y Alonso Gil Gil lo consigue con esta obra. Con un texto lleno de matices, de giros, de reflexiones escupidas directamente al público, para calar en nuestra psique y hacernos reaccionar ante una historia tan dulce como cruel. Una simbiosis agridulce que te tocará el corazón.

Osea, que te recomiendo este montaje teatral por todo lo anterior; además si bicheas en su ig, podrás descubrir, que el autor ha sido galardonado hace muy poquito con el Premio Federico García Lorca de la universidad de Granada por el texto dramático «Los dientes de leche», uno de los dos nuevos proyectos de la compañía. Con lo que ya te puedes hacer una idea de la calidad de los proyectos de esta compañía. Y no puedo estar más orgulloso de esta noticia, puesto que tengo el inmenso placer de trabajar en ese proyecto que verá la luz el año que entra. Y te aseguro que pinta muy bien, igual que esta «Santísima».

El año que está a punto de empezar, Ujo Teatro volverá a deleitarnos con esta obra, así que te recomiendo que te pases por su web Ujo Teatro o les sigas en su ig @ujoteatro para poder disfrutar de un espectáculo intimista, duro y poético a la vez.

¿Viste el estreno de esta obra? ¿Te gustó? Espero tus comentarios y opiniones.


SANTÍSIMA en Contenedor Cultural 2021



TIEMPO (o el dolor por las oportunidades perdidas)

Tiempo (2021)


Dirección: M. Night Shyamalan

Reparto: Gael García Bernal, Eliza Scanlen, Thomasin Mckenzie, Aaron Pierre, Alex Wolff, Vicky Krieps, Abbey Lee Kershaw, Embeth Davidtz y Rufus Sewell.

SINOPSIS

Un matrimonio con serios problemas sentimentales, decide hacer un último viaje con sus dos hijos pequeños a un excepcional resort. Allí, colmados de los más lujosos detalles, son invitados por el dueño del hotel a visitar una cala exclusiva a la que solo acceden ciertos clientes del hotel. Junto con un par de parejas más, son trasladados a ese paraíso desconocido.

Pero al poco tiempo de estar allí, descubrirán que aquella playa esconde un secreto que les afectará a todos de una manera que nunca llegarían a imaginar. El tiempo avanza a una velocidad mucho más rápida de lo normal.

OPINIÓN PERSONAL DE «TIEMPO»

Me encanta no ser crítico de cine. Me alegra no desgranar al milímetro cada película que veo. Simplemente disfrutar de un rato de entretenimiento y sacar mis propias conclusiones. Como ya sabes, no me gusta hablar de lo que no me gusta, así que pienso que escribir sobre algo que no te ha gustado, enfatizando en los errores, o en las carencias, debe ser muy poco gratificante.

Así que hoy te traigo mi opinión personal sobre esta película a la que le tenía bastantes ganas. Y no me ha decepcionado, la verdad. Ya la publicidad despertó en mí el gusanillo después de mi ración seriéfila de “Servant” y su segunda temporada.

Lo cierto es que el señor Night Shyamalan a mí me gusta. Aunque le fastidie a sus detractores… Porque a este director, se le ama o se le odia… Es raro conocer el término medio. Tras tantos años y tantas películas visionadas de éste director, he llegado a la conclusión siguiente: su marketing de promoción es muy bueno. Tras el boom que supuso “El sexto sentido” (la recomiendo aunque haya gente que conozca su historia sin haberla visto), descubrí en “La joven del agua” y “El bosque”, que este director juega en una línea muy fina entre el suspense y el terror, acercándose más al thriller, pero utilizando golpes de efecto muy típicos del cine de horror. Y a mí eso me gusta. Me gusta que me sorprendan. Sus giros a lo mejor no siempre son lo acertados que podrían llegar a ser, pero esa capacidad de atrapar al espectador con historias que aparentan ser una cosa y luego son otra, es innegable.

Y esto es lo que vuelve a ocurrir en “Tiempo”, porque como ya sabes, me sumerjo tanto en la historia que trato de no desentrañar todo antes de que ocurra. Creo que la gente que observa así cualquier película, nunca disfrutará de grandísimas historias que el cine nos brinda.

Además, en una época de remakes, reboots y spin-offs, cualquier historia nueva, debería ser por lo menos tenida en cuenta. Buena localización, a ver, que es una playa nada más, pero ese lugar idílico, la arena, ese mar embravecido, y el tiempo que va pasando inexorablemente… Me vino a la memoria esa sensación que también me transmitió “Midsommar”; un ambiente idílico, luminoso que se torna terrible y asfixiante sin variar el tono ni la iluminación. Un gran acierto.

¿Agujeros de guion? ¿Problemas en la continuidad? Sí, los tiene, tampoco te voy a mentir. Podrías encontrar como yo, algunos momentos que quizá digas ¿Y esto? ¿No se han dado cuenta de..? Pero es que creo que la película se disfruta de la misma manera sin analizar tanto esos detalles. Eso sí, agradecí la ausencia de relleno sin sentido de la que abusan muchos directores. La historia va al grano y no se enreda en sub historias o diálogos innecesarios. Buenos efectos especiales y buen trabajo de caracterización. El trabajo de cámara de Shyamalan siempre me sorprende, ocultando lo que ya sabemos o guiándonos como si de nuestra propia mirada se tratase. Aquí funciona como una muestra del paso del tiempo, con esos giros de 360 grados que enfocan esa rapidez con la que la vida supera a los protagonistas.

Obviamente, entiendo que el mensaje principal de la película va más allá de un sentimiento acerca del paso del tiempo, pero a mí es el que más se me ha quedado marcado. Así que yo, en mi humilde opinión me llevo dos lecturas muy diferentes entre sí, pero que me han hecho pensar bastante. Por un lado, me ha generado esta pregunta: ¿Cuánto sacrificarías por el bien común? No puedo extenderme mucho en esta cuestión, puesto que spoilearía demasiado la película. Pero creo que la pregunta te hará pensar más allá de conocer o no la historia de “Tiempo”. Y la segunda lección, que tengo muy claro que el director quería transmitir, es la importancia de la palabra que da título a éste film: “Tiempo.” Cómo pasamos nuestra existencia preocupados de los demás, de lo que pensarán, de juzgar sus acciones, de arrepentirnos de nuestras decisiones, de no aprender de los errores… Perdemos tanto tiempo en los ¿y si..? que no valoramos lo que la vida nos ofrece. Cada segundo que gastas, ya no vuelve. Si lo utilizas en tu crecimiento personal, ese segundo que ha pasado habrá sido correctamente utilizado. Si lo desperdicias, probablemente y con toda seguridad, irá acompañado de más y más segundos echados a perder. Y resulta tan gratificante saber que estás exprimiendo al máximo tu vida, que merecerá la pena lo que dejes atrás, porque quizá no era tan importante como tú creías. Al final, me doy cuenta que la reflexión de esta película tiene mucho que ver con mi forma de ver la vida últimamente, se asemeja mucho a mi último post, «No hace daño».

Así que, por mi parte, sólo decirte que no malgastes el tiempo, aprovéchalo al máximo y disfruta cada segundo. Al final, es lo que debe movernos cada día.

¿Has visto ésta película? ¿Qué lectura has sacado de ella? Déjame tus comentarios más abajo…

Hasta la próxima!!!