Primer verano(2000)
Dirección: Sébastien Lifshitz
Reparto: Jérémie Elkaïm, Stéphane Rideau, Marie Matheron, Dominique Reymond, Laetitia Legrix y Nils Ohlund
SINOPSIS
Mathieu, un joven perteneciente a una familia resquebrajada, decide pasar las vacaciones de verano en un pequeño pueblecito costero. Allí reside su tía, que cuida de la madre y la hermana de Mathieu. En ese verano, el joven conoce a Cédric, un muchacho que llama su atención y con el que comienza una relación, descubriendo así su homosexualidad y la pasión del primer amor.
OPINIÓN PERSONAL DE «PRIMER VERANO»
Esta película es preciosa. Si, así empieza la crítica. No me considero un cinéfilo de esos que ven cine iraní y desprestigian las superproducciones. No soy un experto, pero creo que tampoco me hace falta. Como ya habrás visto en mis posts anteriores, tengo un abanico muy amplio en cuanto a gustos, y hoy toca revisitar este film estrenado en la entrada del 2000.
Antes de entrar en materia, desearte un feliz año 2021, que seguro vendrá cargado de cosas buenas, momentos inolvidables y grandes éxitos. Dejamos atrás un año excesivamente raro, extraño y que nos ha descolocado a todos en mayor o menor medida. Pero vayamos al grano…
Un verano que lo cambia todo. Un verano para descubrir el despertar sexual. Un despertar diferente, prohibido, desconcertante. Así nos presenta Sébastien Lifshitz a Mathieu. Conociéndose a sí mismo por primera vez, reconociendo su homosexualidad. Disfrutando de ella entre el caos que es su vida familiar. Un hogar desestructurado, una hermana intolerante, una madre enferma, una tía excesivamente controladora y un padre ausente. Solo los momentos con Cédric consiguen ser la tabla de salvación de Mathieu. Un amor de verano normal. Y digo normal, porque a pesar del entorno que les rodea, el director sabe ofrecer al espectador una relación realista y sincera sin caer en los estereotipos a los que estamos acostumbrados. Son dos personas que se enamoran, o al menos eso sienten, y aprovechan los momentos juntos para disfrutar el uno del otro.

Como buena cinta de cine francés de primeros de siglo, la película transcurre a un ritmo lento, calmado, pero para nada aburrido. Si algo caracteriza al cine galo, es la abundancia de imágenes sin diálogos, amplios silencios, juegos de cámara y situaciones que a primera vista parecen no ofrecer nada interesante, pero que esconden sutiles historias entre líneas.
La película juega en tres estructuras temporales, aunque no se especifica la distancia entre ellas. Los cambios de estación son los que diferencian cada una de las tramas temporales, jugando gracias a ello, con la iluminación de cada plano.
No hay clichés, no hay topicazos en cuanto a la creación de dos personajes homosexuales, lo cual, en aquellos años era más que agradecido. Los personajes principales interpretados por Jérémie y Stephane ofrecen una compenetración extremadamente realista. Sin artificios, sin excentricidades; únicamente dos personas que se conocen, se aman y sienten la pasión de un amor de verano. Las miradas, los pequeños gestos, todo cuadra a la perfección. El elenco al completo ofrece unas interpretaciones bien cuajadas, trabajadas y convincentes.
Algo que me sorprendió de esta película era la falta de ambientación musical. Sí que aparecen momentos en los que se escucha música, pero va ligada a la historia (una discoteca, una feria). No hay prácticamente música de fondo en esta película; el director sustituye esa carencia (que realmente tampoco se hace necesaria) por el sonido de las olas del mar, el bullicio del pueblo, o deja el silencio como sonido.

Eso sí, como ya te he comentado, al ser cine francés, la película es mucho más intimista y delicada, que para muchos se traduce por lenta y tediosa. Pero a mí no me lo ha parecido.
Con un final que puede que no satisfaga a todo el público, no deja de ofrecer una realidad de la vida misma. Como su título indica, es el “primer verano” del nuevo Mathieu, al que seguirán, con seguridad muchos veranos más. Además, es una película que ensalza el amor en estado puro, tenga o no un final de cuento de hadas. Ese momento en que el cosquilleo y las mariposas parecen indestructibles. Con un estilo de cine diferente al comercial que solemos consumir, estoy seguro que te gustará pasar un buen rato intimista y recordar tu primer amor de verano.
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Una respuesta a «PRIMER VERANO (o el intimismo intenso francés)»