NUOVO OLIMPO (o una noche que lo cambia todo)

Nuovo Olimpo (2023)


Dirección: Ferzan Özpetek

Reparto: Damiano Gavino, Andrea Di Luigi, Alvise Rigo, Luisa Ranieri, Aurora Giovinazzo, Giancarlo Commare, Greta Scarano, Gianluca D’Ercole, Annadrea Vitrano

SINOPSIS

A finales de la década de los setenta, dos jóvenes se conocen por casualidad en un cine clandestino y se enamoran perdidamente. Un acontecimiento inesperado pondrá fin a sus encuentros, separándolos definitivamente. Durante las siguientes tres décadas, tratarán de reencontrarse, deseando que aquel sentimiento juvenil aun perdure.

OPINIÓN PERSONAL DE «NUOVO OLIMPO»

Hoy me siento contradictorio con respecto a la película de la que te voy a hablar. Primero porque me ha parecido preciosa, y segundo porque no me ha convencido en todo momento el tratamiento de la historia. Comienzo por ponerte en situación. Que es una historia de amor, queda claro en la sinopsis. Y que durante todo el inicio de la película el director se centra en provocar el inicio de esa historia y su climax, también. El problema aparece tras el suceso que los separa, y donde la historia de amor se difumina, porque comienzan a hacer vidas separadas, pero eché de menos más conexión, o más recuerdos… No sé. Algo me chirriaba.

Pero que la película me parece altamente recomendable, eso es cierto. Porque el director consigue crear una atmósfera asfixiante, mostrando lo difícil que era el amor homosexual en aquella época (y en las venideras, aunque menos, también) y los lugares clandestinos en los que ese amor (o sexo) tenía lugar. La estética setentera está muy bien recreada, transportándonos de forma muy realista a aquella década. El cine en el que se desarrolla gran parte del primer tercio de metraje está muy bien conseguido. La decadencia, los pasillos, los baños, todo rezuma la suciedad que la propia sociedad había lanzado a los hombros de todos aquellos que se salían del camino “correcto”. Ese proyector que escondía todas aquellas historias prohibidas, a la sombra de sus luces fílmicas.

Obviamente, los paisajes italianos son de una belleza exquisita, así como la banda sonora, plagada de bellísimas melodías itálicas. Todo un lujo amplificado por una estupenda fotografía y unas muy buenas actuaciones. Los dos actores protagonistas rezuman química por todos sus poros, creando una historia (sobre todo al principio de la película) creíble al ciento por ciento. La timidez de uno, la gallardía del otro; esa mezcla explosiva de dos caracteres tan distintos y esa bomba que inunda la habitación cuando ellos dos están juntos. E incluso estando separados, sus miradas cómplices te hacen partícipe silencioso de lo que están sintiendo. La escena de la terraza me encanta, ahí lo dejo. Más escenas así. Segundos, muy pocos, pero tan hermosos con lo que dicen sin palabras. Solo imágenes.

La dueña del cine también me ha gustado mucho. Esa mujer cómplice. Conocedora de lo que se esconde tras las puertas de acceso a la sala, pero silenciosa y comprensiva. La amiga de los gays, como se le llamaría a día de hoy. Una celestina de intercambio. Una mamá protectora.

El final, el cual no te voy a desvelar, me ha sorprendido, escapando de los tópicos ya tan trillados. Puede haberme gustado más o menos, pero al fin y al cabo, es un final que da que pensar. Abierto a la reflexión, al pensamiento de “y si…”, a la duda de “¿y ahora?”.

Como creo que les ha ocurrido a muchas personas que la han visto y les ha tocado esa parte del corazón específica, tuve que investigar por si esta película estaba basada en un hecho real. Y no lo está. ¿Por qué me resultó extraño? A ver, como escritor, reconozco que muchas partes de las historias que escribo, tienen su parte de verdad en mayor o menor medida. Y todo lo sucedido en Nuovo Olimpo está descrito desde ese prisma de veracidad que envolvía aquella época oscura de pasillos y baños públicos. De cines oscuros y callejones sin salida. De toda esa realidad que a muchos a día de hoy les resulta difícil de entender, pero que fue sufrida por muchos. Puede ser por el recorrido de ambos tras aquellos días juntos. Por el final de la historia, rasgado de florituras y almidones hollywodienses, quien sabe.

Lo que está claro es que yo, personalmente, agradezco a Netflix, le pese a quien le pese, el hecho de hacer producciones de este tipo, en las que continuar normalizando y descubriendo bellas historias de amor LGTBIQ+.

¿Has visto Nuovo Olimpo? ¿Te ha gustado?

¡Feliz semana y nos vemos el domingo!


AZUL COBALTO (o la búsqueda de la felicidad)

Azul cobalto (2021)


Dirección: Sachin Kundalkar

Reparto: Prateik Babbar, Neelay Mehendale, Anant V Joshi como Aseem Dixit, Anjali Sivaraman, Poornima Indrajith, Geetanjali Kulkarni, Shishir Sharma

SINOPSIS

Ambientada en la década de los noventa, un joven aspirante a escritor que vive con su familia, conoce al nuevo inquilino que se hospeda en la habitación de sus recientemente fallecidos abuelos, un pintor independiente y enigmático. La atracción que siente por el hombre crece cada día que pasa, al igual que le ocurre a su hermana, una deportista que huye de los convencionalismos de su estricto padre.

OPINIÓN PERSONAL DE «AZUL COBALTO»

Ya sabes que no soy muy aficionado al cine en versión original, más que nada por el hecho de tener que estar leyendo a la vez que trato de observar todos los detalles. Pero después de algunas experiencias muy gratificantes, como la maravillosa “Llevo tu nombre grabado”, me decidí a descubrir esta historia hindú de 2021. Y vaya sorpresa más hermosa que me he llevado. Netflix me ha vuelto a traer una bella historia en V.O.

El título no es casual (cosa que en nuestro país suele importarles bien poco al hacer las traducciones) y tiene mucho que ver con la historia y como va desarrollándose. Ese azul que transmite calma, tranquilidad, paz, hace su presencia en infinidad de ocasiones y en multitud de lugares. Una mancha de pintura, un libro, un jarrón. Para recordarnos lo que el inquilino transmite a Tanay con su sola presencia (o sin ella). Esa calma que todos necesitamos a nuestro alrededor, pero que no siempre conseguimos, tornando ese color en un rojo desesperante o en un negro vacilante.

Conocer los oscuros secretos de otras culturas es algo que me resulta hipnotizante, pues sabemos la mayoría de las veces solo lo que flota en la superficie. Pero cuando buceamos hasta lo más profundo, descubrimos lo difícil que resulta (aún a día de hoy) ser libre en tu propio espacio, en tu propio país, en tu propia familia. Y aquí descubrimos cómo era la cultura hindú en los noventa. Obviamente, las cosas han cambiado, puesto que uno de los personajes habla sobre el futuro, y comenta la posibilidad de que exista más adelante alguna forma de conocer más gente como él (homosexuales) y no sentirse solos en esa sociedad que los lapida. En el 2018 se abolió la ilegalidad de este tipo de relaciones, aunque el fuerte arraigo religioso lo sigue manteniendo en muchas zonas como un tabú. Es decir, es legal, pero no hablamos de ello. Aunque es un gran paso, todo se andará. Pero volvamos a la película.

El nuevo inquilino sin nombre, lo cual le añade un toque de misterio al asunto, es seductor y magnético desde el primer instante que aparece en pantalla. Y resulta lógico para hacernos entender las acciones de los dos hermanos. Porque también te sientes atraído por todo eso que esconde ese pintor (Prateik Babbar) que mira de soslayo y es parco en palabras. Esa era la intención y eso es lo que provoca en el espectador. Entender por qué Tanay se siente tan deslumbrado por él.

Por otro lado Tanay, el protagonista (Neelay Mehendale) está fuera de cualquier estereotipo que esperaríamos en una historia romántica del otro lado del charco y me refiero a los EEUU, por supuesto. Neelay no es el prototipo de chico guapo, ni de cuerpo escultural. Pero tampoco nos lo presentan como el típico “nerd” del que nadie se enamoraría. Tiene ese algo especial en la mirada, en la sonrisa, que te apetece achucharle como si fuera un peluche. Soñador empedernido, vive oculta su sexualidad, porque allí son “enfermos” a los ojos del resto. El personaje de la hermana de Tanay (Anjali Sivaraman) refleja la lucha por derribar esas barreras culturales acerca de los matrimonios concertados, las mujeres supeditadas a la voluntad del hombre y la lucha por los sueños personales, sean los que sean.

La banda sonora compacta a la perfección con las imágenes y cada uno de los momentos en los que hace su aparición. Desgarradora a veces, seductora y armoniosa en otras. El erotismo que desprenden las imágenes está deliciosamente rodado, por lo que no resulta difícil de ver, cosa que a veces ocurre en algunas otras películas. Luces y sombras, gotas de sudor, un cuello respirando, lo que se intuye pero no hace falta ver. Así me gustan a mí ciertas escenas. Y este director sabe filmarlo con delicadeza y respeto. Un aplauso por tan maravillosa forma de filmar.

Una historia conmovedora de libertad, secretos y romance al más puro estilo hindú. Te la recomiendo, porque es una propuesta muy diferente a las películas que actualmente abarrotan las salas de cine.

¡Nos vemos la semana que viene!

¿Conocías esta película? ¿Te ha gustado? Te leo en comentarios…


QUÉDATE A MI LADO (o el viaje a un destino doloroso)

Quédate a mi lado (2022)


Dirección: Michael Showalter

Reparto: Jim Parsons, Ben Aldridge, Sally Field, Bill Irwin, Josh Pais, Allegra Heart, Jeffery Self, Tara Summers, Nikki M. James, Sadie Scott, Jason Gotay, Antoni Porowski

SINOPSIS

Película biográfica que nos cuenta la historia de amor entre el periodista Michael Ausiello y el fotógrafo Kit Cowan, durante todos los años que permanecieron juntos hasta el fallecimiento de Cowan a causa de un cáncer terminal. La relación de Kit con sus padres, la inclusión del solitario Michael en la familia de su esposo y la determinación de este último ante su inesperado final.

OPINIÓN PERSONAL DE «QUÉDATE A MI LADO»

A soltar unas cuantas lágrimas se ha dicho… Y es que la película de la que te voy a hablar hoy es lo que ha conseguido. Pero no solo por la historia en sí, que se presta a ello por la temática que ofrece; ni tampoco por las interpretaciones de las que hablaré más adelante. Incluso obviando la fantástica dirección de Showalter. Si hay algo que posee esta historia biográfica de Michael Ausiello y Kit Cowan, es precisamente eso; que es una historia real.

Obviamente, la sinopsis nos deja bien claro lo que vamos  a ver, puesto que ya su título original nos desvela que lo que se avecina es una historia triste. “Spoiler Alert” es su título original, aunque aquí en España volvemos a hacer de las nuestras y la titulamos exactamente igual que una película de temática muy similar de finales de los noventa. Así somos. Pero es que el libro en el que se basa este film, nos lo deja más claro aún. “Spoiler Alert: The hero dies”. Con lo que ya uno se sienta a sabiendas de que lo que va a ver, no va a ser una comedia ligera.

Y aunque el final ya se conoce desde el principio, lo que realmente toca el alma es el recorrido de los personajes desde el momento en que se conocen hasta el desenlace. Una vida en pareja real, con sus altos y sus bajos, con sus miedos, sus dudas. Su todo. Lo bueno y lo malo. Y la lucha ante la adversidad. La aceptación del destino. Y la superación del dolor.

Por supuesto, como historia dramática funciona a la perfección, puesto que no es la primera (ni será la última) película que nos muestra la dureza de la pérdida de un ser querido. Es una trama infinitamente usada (Magnolias de acero, Love Story, Quédate a mi lado, de Julia Roberts y Susan Sarandon y con el mismo nombre que la que nos ocupa), pero que aquí se centra en una historia homosexual. Ya sabrás que no me gusta etiquetar si el film es LGTBI o no, pero me resulta muy interesante hacer las reseñas sobre todas estas nuevas producciones que ofrecen esta visión con la mayor naturalidad posible. Que claramente es  como debe ser. Y si bien es cierto, que existen películas del mismo estilo (Compañeros inseparables, It’s my party, It’s a sin…) todas ellas tratan el tema del VIH, como si los gays estuvieran destinados a esa muerte. Y por eso esta me ha resultado mucho más cercana. La enfermedad más mortífera (al menos para mí) y de la que parecen querer tardar demasiado en encontrar la cura (también es mi opinión personal), arrasa con cualquier ser humano, ya sea hombre, mujer, niño, gay o hetero. No entiende de géneros, de sexos, de edad o raza. Y eso la hace tan cruelmente despiadada.

La idea de conectar con la infancia de Michael como si fuera una sitcom típica americana me ha parecido muy acertada, puesto que esa falsa apariencia de felicidad es lo que Michael ha vivido y lo que añora. Las referencias navideñas me han estremecido el corazón, puesto que yo soy un amante de la Navidad. Y ese guiño al paso del tiempo me ha encantado a la par que me ha destrozado. La escena de la mesa del restaurante y la cámara de fotos es la que más me ha dolido, por su crudeza y la increíble interpretación de ambos actores. Y contrarresta con la sonrisa que me produjo la escena de los pitufos, a los que adoro desde mi niñez.

Las interpretaciones de Jim Parsons y Ben Aldridge fluyen con naturalidad durante todo el metraje. Si bien es cierto que la sombra de Sheldon Cooper es demasiado alargada, parece que se va difuminando poco a poco. Ya me ocurrió lo mismo con “Los chicos de la banda” y la dificultad que me supuso desvincular sus gestos, su voz y sus movimientos del personaje que lo catapultó a la fama. Aun así, a mí me ha convencido la relación de ambos, así como la magnífica Sally Field, que es un dulce haga lo que haga.

Así que si te apetece pasar un rato pelín lacrimógeno, pero bien filmado y dignamente interpretado, te recomiendo esta hermosa historia de amor.

¡Nos vemos la semana que viene!

¿Conocías esta historia? ¿Me recomiendas alguna película de este tipo?


MANIQUÍ (o los dioses te conceden tu deseo)

Maniquí (1987)


Dirección: Michael Gottlieb

Reparto: Andrew McCarthy, Kim Cattrall, Estelle Getty, James Spader, Carole Davis, G.W. Bailey, Christopher Maher, Steve Vinovich

SINOPSIS

Jonathan es un joven diseñador de maniquíes, que despedido de la fábrica en la que trabajaba, descubre que uno de sus maniquíes está expuesto en unos grandes almacenes. Consigue un trabajo como reponedor nocturno, y una de las noches, descubre que su maniquí cobra vida cuando está junto a él.

OPINIÓN PERSONAL DE «MANIQUÍ»

Lo admito. Esta película no es de lo mejorcito del séptimo arte. Simplemente hoy quiero hablar de ella, porque tras haber visto “Queer as folk 2022”, vinieron a mi memoria los recuerdos de la primera vez que vi a Kim Cattrall en el celuloide. Y no fue en “Porky’s” o “Loca academia de policía”, ya que por aquella época, yo era bastante pequeño como para ver ambas. Sobre todo por algunas escenas subiditas de tono para mis once añitos. Así que yo vi por primera vez a Kim en esta película. Y por eso voy a hablar de ella.

Estamos ante una comedia de los ochenta (repetimos década, que ya sabes mi debilidad) sin trasfondo psicológico. Una película “de las de risa” para echar el rato. El humor, obvio, se queda un poco fuera de época, pero lo bonito es la historia de los protagonistas. No te la recomiendo como un pedazo de espectáculo cinematográfico, solo te cuento que me marcó en su época por ellos dos. Y por su música.

Kim Cattrall aparece bellísima en esta película, creando un personaje que si bien en los primeros minutos se nos presenta como una joven egipcia caprichosa y rebelde, se convierte en una dulce maniquí que descubre las maravillas de la época actual (bueno, de los ochenta). Te enamora su dulzura, su mirada, su historia. Todo lo que ha vivido y todo lo que todavía ansía descubrir.

Andrew McCarthy parecía apuntar maneras en aquella década, aunque se quedó por el camino. Aquí interpreta al típico chico que nadie entiende, que solo ella es capaz de conocer de verdad, y poco más. Estelle Getty (la queridísima Sophia de “Las chicas de oro”) es la dueña de los almacenes que ve en Jonathan alguien a quien tener en cuenta. Y ella, es ella. Un encanto de mujer a la que dan ganas de achuchar.

Un James Spader que resulta extremadamente desagradable, con un personaje al que saca el máximo jugo que puede, llegando a producir un rechazo ante el espectador, por lo repelente que resulta. El policía, pues el típico personaje tontaina que quiere y no puede. Que se cree el mejor y no da una. Básico sin más. Lo dicho, un elenco que les rodea para provocar el avance de la historia, aunque a medida que avanza la cinta, solo quieres que se haga de noche para que ellos dos vuelvan a estar juntos y ver qué cosas descubren el uno con el otro.

Los tópicos no me gustan, y en aquella época se usaban bastante. El diseñador gay, el jefe atontado, el policía que no se entera de nada… Clichés muy utilizados y manidos a día de hoy. Pero es que lo encantador de esta historia no es todo lo que rodea a Jonathan y Emmy, sino la historia de ellos dos. Los momentos en los que están juntos, el desconcierto que crean a su alrededor (solo él puede verla viva) y al final de todo, el triunfo del amor tras la lucha por estar juntos. Para mí ese es el encanto de la película, la historia de ellos dos. El resto es relleno de guion para darle movimiento a la historia, situaciones divertidas, llenas de malos entendidos y los “malos” tratando de fastidiar la situación.

Con una banda sonora para el recuerdo, gracias a temas de estrellas de la época como Belinda Carlisle y por supuesto Starship con el tema que se haría mítico “Nothing’s gonna stop us now”. Es escuchar las primeras notas y aparecer en mi cerebro la escena final de la película, puesto que ahí es donde empieza a sonar. Repito, la música es tan importante… Forma parte de nuestro subconsciente y nos remueve tantas cosas… El score del viaje en motocicleta es de una belleza exquisita.

Como sabes que me gusta ponerte un poco al día, te comento que existe una segunda parte de 1991, con mi querida Kristy Swanson, donde la idea es la misma, pero variamos de Egipto a la Edad Media y a una campesina convertida en escultura de madera por un embrujo en su collar. Tampoco es la gran cosa, pero entretiene sin más pretensiones. Ella está bellísima en esta cinta y nada más que por eso, merece la pena echar el rato. Pero que tampoco esperes risas por doquier, el humor se ha quedado pelín desfasado.

Y hasta aquí mi reseña de hoy, que si bien no es acerca de un gran éxito cinematográfico (cosa que poco me importa), si lo es acerca de una de mis películas para el recuerdo.

¡Feliz semana y nos vemos el domingo!


LA HISTORIA INTERMINABLE (o la carrera a contrarreloj contra la Nada)

La historia interminable (1984)


Dirección: Wolfgang Petersen

Reparto: Barret Oliver, Noah Hathaway, Moses Gunn, Tami Stronach, Patricia Hayes, Sydney Bromley, Thomas Hill, Deep Roy

SINOPSIS

Basada en el libro de Michael Ende, nos cuenta la historia de Bastian, un niño que ha perdido a su madre, introvertido y callado. Un día, tratando de escapar de unos compañeros que le quieren atacar, se esconde en una librería, de donde roba un libro llamado “La historia interminable”. Escondido en el desván de su colegio, comenzará a leer aquella historia acerca de un reino llamado Fantasía y como un ente maligno llamado “La nada” está destruyendo poco a poco tanto el reino como a sus habitantes.

OPINIÓN PERSONAL DE «LA HISTORIA INTERMINABLE»

Y volvemos a los ochenta. No lo puedo evitar, es mi debilidad. Otra de las películas de mi infancia que sigue a día de hoy manteniendo la magia de antaño. Cosa que no importa a quien le pese, no ocurre con muchas películas actuales, e incluso de mediados de los 2000.

Para comenzar esta reseña, tengo que decirte, por si no lo sabes, que esta película nos cuenta la primera mitad del libro de Michael Ende (razón por la que el escritor renegó de este film, qué equivocado estuvo el pobre) y lo hace de una forma magistral, puesto que recrea hasta el último detalle del libro. La segunda parte del libro, siendo en algunos momentos más bonita, se dejó para una secuela (que obviaré ahora y hablaré al final de la reseña). Una historia llena de magia que gracias a un exquisito diseño de producción, nos ofrece un reino de Fantasía lleno de bellísimas imágenes y maravillosos paisajes.

La Torre de Marfil donde vive la Emperatriz Infantil impresiona en su primera aparición, así como todas y cada una de las criaturas que pueblan el reino de Fantasía. Un gran trabajo de diseño de vestuario y  maquillaje para conseguir unos personajes tan carismáticos como inolvidables. Unos efectos especiales muy dignos para aquellos años. Y a día de hoy, sigue habiendo películas con efectos especiales bastante más deficientes. La magia la conserva, como te conté en “Dentro del laberinto” por ejemplo, siempre que te dejes llevar y sepas que son marionetas o muñecos. A partir de ahí, soñar con Fantasía y volar sobre Fuyur (nunca supe cómo se escribía), es una experiencia que merece la pena.

El tema musical, se convirtió en un hit mundialmente conocido (el único de su artista Limahl) y cualquiera que escuche las notas es capaz de reconocerlo. Pero toda la banda sonora es una delicia, que consigue enfatizar con sus sonidos los momentos alegres y provocar una tremenda tristeza en ciertos momentos que no desvelaré.

Una película llena de momentos inolvidables. El Pantano de la tristeza, Morla, las Esfinges, el desván, Gmork… La película es un viaje trepidante a contrarreloj contra la Nada. Una lucha titánica por encontrar las respuestas para evitar la destrucción de Fantasía. Y el Auryn. Quien haya visto la película y le haya marcado en menor o mayor medida, reconocería el Auryn a primera vista.

Podemos abandonar esta historia como una película meramente para entretenimiento infantil, pero en realidad no lo es. La destrucción del reino de Fantasía, representa la incapacidad o la pérdida de la ilusión por soñar. Perder toda imaginación, todo resquicio de inocencia. Y nos guste o no nos guste, al crecer es lo que ocurre. La Nada representa ese vacío, ese agujero negro al que al hacernos adultos nos dejamos arrastrar. O que nosotros mismos nos creamos a nuestro alrededor. Y lo triste de nuestra realidad, es que la Fantasía no tiene límites. La imaginación y los sueños no deberían desaparecer, pero a veces por desgracia, lo hacen. Por eso siento que es una película que todo niño debería ver. Y más de un adulto también.

Volviendo a mi costumbre de comentarte secuelas, te diré que esta película tiene dos. Una de 1990 y la otra de 1994. No hablaré de ellas en ningún post independiente, puesto que no me gustaron. Aunque la segunda parte retoma partes del libro que no se contaron en la primera (que calca la primera mitad del libro), no lo hace de forma coherente. Los actores cambian y eso pesa demasiado. Y la tercera parte es un sin sentido que nada tiene que ver con la historia original del libro. Nuevos actores, más descontrol. Todas las criaturas de las dos primeras partes son sustituidas por nuevas versiones que no convencen. Para los niños por supuesto que ambas son divertidas, para pasar un buen rato de aventuras. Pero a nivel trilogía, no dan la talla.

Y como anotación curiosa, la Emperatriz Infantil (Tami Stronach) nunca volvió a actuar frente a las cámaras. Y mira que era linda la niña…

Así que tras esta reseña, te emplazo para vernos de nuevo la semana que viene.

¡Disfruta de todo lo que la vida te ofrece!


EL BAILE DE LOS 41 (o el elitismo contra la homosexualidad)

El baile de los 41 (2020)


Dirección: David Pablos

Reparto: Alfonso Herrera, Emiliano Zurita, Mabel Cadena, Fernando Becerril, Paulina Alvarez Muñoz, Alvaro Guerrero, Eugenio Bartilotti

SINOPSIS

Basado en el escándalo sucedido a principios del siglo XX en México, donde una redad policial ilegal en una vivienda privada, descubrió a cuarenta y un hombres en una fiesta en la que al menos diecinueve llevaban ropa de mujer. Debido a la clase alta a la que pertenecían la mayoría de los detenidos, la prensa difundió la noticia, abriendo al pueblo mexicano la existencia de la homosexualidad como hecho real.

OPINIÓN PERSONAL DE «EL BAILE DE LOS 41«

Si hace un par de semanas te escribía acerca de un terrible hecho real (el lugar, no la historia) en Tefía, hoy quiero continuar un poco por esa línea en cuanto a descubrimientos, la represión y el escándalo que suponía la homosexualidad. Pero esta vez en la ciudad de México en el año 1901, en la redada conocida como el baile de los 41.

Tremenda recreación de la sociedad de aquella época y de lo que ser homosexual suponía en el entorno social de las clases altas de México. El hecho de que el protagonista fuera el yerno del presidente mexicano Porfirio Díaz, solo amplificó aquel escándalo, demostrando como el clasismo no estaba libre de escándalos y vergüenzas. Las mentiras acompañan al ser humano, estén en la posición que estén.

Las localizaciones, la ambientación musical y sobre todo un gran trabajo de vestuario y maquillaje y peluquería nos sitúan con facilidad en aquella época y en el estatus social en el que discurre la historia. Y como tanta opulencia, esconde bajo sus faldas el fango y el lodo de la mentira, la soberbia, el abuso de poder. La venganza. Venganza por odio. Venganza por despecho.

El triángulo amoroso entre Ignacio, Amada (qué acertado el nombre) y Evaristo, está ejecutado sin filtros, con crudeza. Los actores y actriz, nos regalan unas interpretaciones maravillosas. Debo reconocer, ya que no me gusta hacer spoiler, que el personaje de Amada me resultó uno de los que más giran durante todo el metraje, transformándose poco a poco en algo totalmente diferente a lo que empezó siendo. Los tres ofrecen un abanico de matices muy bien definidos, dejando que los acontecimientos dicten cada mirada, cada lágrima, cada palabra que sale de sus labios.

Me considero muy fan de los planos secuencia, sobre todo si están bien ejecutados, y aquí el director sabe cómo y cuándo hacer uso de ellos. Y lo realiza con una maestría y elegancia que demuestra el gusto y delicadeza de quien filma. Porque existen escenas que con el uso de ese método de filmación, podrían haber resultado incómodas o incluso groseras a los ojos del espectador (háblese de la fiesta de los 41, por poner un ejemplo). Sin embargo, ese cuidado en los detalles, en no mostrar más allá de lo necesario, el intuir más que exponer abiertamente, dota a las escenas de una delicadeza y respeto altamente loable.

Una doble vida no daña a la persona que la sufre, sino a todo su entorno. Y eso queda muy bien reflejado en esta cinta. Y en aquella época surge la gran pregunta incómoda. ¿Debemos callar y ocultar nuestros sentimientos, aunque pese a ello dañemos a alguien que no se lo merece? La respuesta sería lógicamente NO. Si eres heterosexual, claro está. Si eres homosexual, ahí la disyuntiva se amplía hasta límites insospechados. ¿Se debe o no se debe (en aquella época) esconder el amor prohibido que puede llevarte a la muerte? Mi respuesta, con todo lo vivido sería un rotundo SI. ¿Justo? Puede que no. ¿Necesario? Si quieres seguir viviendo sin las miradas clavadas en tu nuca, te aseguro que sí. Pero al final son perspectivas que cada uno tiene, y esta es la mía. Ya sabes que yo no trato de imponer mi creencia a nadie.

Esta historia es un hecho real, por lo tanto el final es el que es. Y a mí me partió el corazón, porque es inevitable sentirse identificado por ese miedo a las represalias, ese pánico ante el qué dirán. Esa repulsa por quién eres, por cómo sientes. Al final, todo hecho histórico debe ser recordado, tanto bueno como malo. Y este es de los peores. Por eso me resultó un gran acierto y un gran regalo dar a conocer esta parte del pasado que a muchos todavía les escuece y molesta. Es lo que hay y no se debe volver a repetir.

Al final, lo que esta película nos demuestra, es que como dicen “el dinero no da la felicidad”. Pero tampoco es capaz de acallar, ocultar o maquillar una vida sexual libre. Ni la mayor de las riquezas es capaz de ensombrecer el placer del resto por el escarnio público, el juicio moral del de enfrente y la sentencia del resto del mundo que no desea entender que cada uno es libre en su libertad.

No sé si conocías esta película. Si es así, coméntame qué te ha parecido.

¡Hasta la próxima semana!