NUEVO AÑO, NUEVOS PROYECTOS (porque cada momento siempre llega)

Alexander J. Cox

¡Feliz año que nos envuelve querid@ visitante y bienvenid@ a mi universo particular!

Aquí estoy de nuevo, para seguir “creciendo” dentro de mi web. Antes de entrar en materia acerca del post de hoy (el primero de este nuevo año 2020), me parece interesante explicarte este pequeño parón “navideño”. La razón principal, como la mayoría de los mortales está clara: adoro la navidad y todo lo que la envuelve. Me apasiona disfrutar cada momento de una de las fiestas más especiales del año. Familia y amigos con los que atesorar bellos momentos rodeados de luces, colores y sueños.

Pero, haciendo balance del año que nos abandonó, debo reconocer que necesitaba un descanso meramente psicológico; una parada para analizar con distancia todo lo que me ha ocurrido en un año lleno de acontecimientos totalmente antagónicos.

Como los más allegados ya saben, un problema de salud me mantiene fuera de mi rutina diaria de vendedor desde hace más de un año. Lejos de abandonarme a la desesperación y el hastío (soluciones más rápidas y fáciles para el ser humano), decidí aprovechar este momento sabático y convertirlo en un tiempo de reflexión, acción y reacción. Y he de confesarte que ha dado resultados muy satisfactorios.

Mi peor momento físico, se ha convertido en mi mejor momento psicológico. Abierto a crear, indagar en mi pasión, tratar de conseguir lo que durante años estaba aletargado en una esquina de mi mente y mi corazón. Arte.

La publicación de mi libro “Suicidio del 97” ha sido uno de los regalos más importantes que me ha dado este añejo 2019. Una novela que jamás imaginé vería la luz, ha cautivado a muchos lectores y eso es un lujo del que no todo el mundo puede presumir. ¿No lo has leído aun? Pues date prisa, porque la segunda parte está cerca, más cerca de lo que imaginas y no me gustaría que se te acumulase el trabajo…

Y aquí aparece otra razón por la que este año me ha llenado de satisfacción; la trilogía tomó forma con el comienzo de la segunda parte de “Suicidio del 97”, mostrando cómo ha cambiado la vida de los habitantes de Danford después de diez años. Una nueva novela llena de sorpresas y giros inesperados que espero que haga las delicias de los que disfrutaron con la primera parte. Ultimando las correcciones antes de meterla en el horno, esta novela estará pronto al alcance de todos los que quieran viajar de nuevo a Danford.

He de confesarte que entre una novela y otra, me fui de Danford para dar forma a una obra teatral que tenía en la cabeza desde hacía tiempo. “Cinco horas y cuarto con mi marío” es una realidad y seguramente antes de lo que espero la representaré encima de un escenario. Porque para eso la he escrito; para mí. Y puede sonarte como un ejercicio de egocentrismo, pero no lo es. Es la oportunidad de volver a las tablas en las que soy feliz. Pero antes de todo esto, debo confesarte que no he parado de “disfrutar” de mi ausencia. La Escuela de Arte Dramático de Málaga, me ha dado la oportunidad de desempolvar todo lo que me hace soñar. Participar en una práctica del ultimo curso de dirección de uno de sus alumnos, me hace sumergirme en “La fundación” de Buero Vallejo; y como todo lo bueno atrae lo similar, me ha dominado un “Un dios salvaje” de Yasmina Reza, mientras “Amadeus” y su Conde Von Strack se volvían locos por salir a escena.

La página web en la que navegas también nació durante el año que se apagó hace casi un mes. Mucho trabajo tras esta carta de presentación, donde te muestro todo lo que soy y lo que soy capaz de ofrecer.

Y como indagar es como el rascar, otra de mis grandes pasiones, la fotografía, también tiene un hueco en mi agenda. Los diseñadores Joseph Daniel, Susana Zamora y Kurro Castilla confiaron en mí para mostrar sus maravillosos diseños a través de mi lente. Y creo que todos quedaron satisfechos con mi trabajo, cosa que me enorgullece. Si quieres ver algunas muestras de aquel shooting, puedes verlas pinchando AQUÍ. Los artículos del blog sobre cine, moda, teatro, etc… estaban disponibles miércoles y domingos; este año que entra solo publicaré los domingos. Siempre un artículo nuevo, aunque puede ser que haya ocasiones especiales en las que veas algún artículo extra.

Por todo esto y lo que me callo, necesitaba parar. Tomar impulso para todo lo que se avecina, que no es poco. Ver con perspectiva la forma en la que mi vida ha ido transformándose, reinventándose y tomar conciencia de lo que realmente anhelo en mi vida. He retomado el camino del que me desvié hace tiempo, y eso me encanta.

Y espero que disfrutes cada paso que de, cada sueño que cumpla, cada día que disfrute al máximo.

¡Hasta la próxima!

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DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS (o cuando tu mundo interior estalla)

Opinión de Donde viven los monstruos

Donde viven los monstruos (2009)


Dirección: Spike Jonze

Reparto: Max Records, Catherine Keener, Pepita Emmerichs, Mark Ruffalo y Max Pfeifer

SINOPSIS

Max es un pequeño de nueve años, desobediente y solitario. Incomprendido ante un mundo en constante evolución, se rebela contra todo lo que no le gusta. Tras pelearse con su madre, se escapa de casa y aparece en un extraño mundo donde viven unas extrañas criaturas.

OPINIÓN PERSONAL DE «DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS«

Esta será mi última reseña del año, puesto que ya se acercan los eventos navideños y me he propuesto disfrutarlos al máximo. Así que me ha parecido muy acertada ésta película para despedir el 2019.

Una película diferente, extraña, atípica pero extremadamente bella. Es posible que no sea para todo el mundo, o que no todos sepan disfrutar de esta visión de la mente infantil. De hecho, he de reconocer que tuve que verla un par de veces para poder asimilar todo lo que ocurre y todo lo que el director quiere enseñarnos. Y aun así, estoy seguro de que algo se me escapa.

Un cuento infantil para adultos que sienten como niños y son adultos para entender que los niños no son meros personajes secundarios en su relato. Una historia tan bella como oscura; pero no oscura en su desarrollo, ni en su realización. Oscura por todo lo que encierra en cada frase, en cada mirada, en cada silencio.

Una historia que a primera vista puede parecer simple o absurda, pero que encierra un mensaje contundente, directo y certero al corazón. Una película sin grandes pretensiones que consigue enseñar mucho más de lo que aparenta.

La película se puede dividir en dos partes que podríamos definir como el mundo real de Max y el mundo interior de Max. La primera parte del film nos muestra la vida diaria de Max, un niño de nueve años en busca de atención por parte de su madre, incomprendido ante un mundo que parece no entenderle. Y la segunda parte, más larga que la primera, nos enseña el interior del protagonista; un mundo que a cualquier adulto se le escapa al entendimiento. Un universo tan extraño como alocado.

Los monstruos que habitan en la isla no pretenden asustar, no tratan de amedrentar al pequeño Max; representan sus miedos, sus anhelos, sus afectos, sus carencias. Creados a la antigua usanza (disfraces al mas viejo estilo Espinete y Don Pimpón) y apoyados por la ayuda digital para recrear los movimientos faciales, estos habitantes consiguen con el paso de los minutos, hacerse un hueco en el corazón del espectador. Momentos cómicos que les dotan de una personalidad aplastante, y situaciones dramáticas que les convierten en seres a los que querer.

El peso principal del filme recae en el pequeño Max Records, que posee la candidez de un niño asustadizo y la rabia de un rebelde incomprendido. Este joven actor interactua entre monstruos como quien esta entre sus amigos de toda la vida. Sus miradas, sus gestos, todo en este pequeño es real, creíble. Los escasos momentos junto a una Catherine Keener siempre sublime, son también de un realismo absoluto. La relación madre e hijo no podría estar mejor escenificada.

La banda sonora es simplemente magistral. Un apoyo magnífico ante la sucesión de escenas que Spike Jonze nos ofrece. Unas imágenes bellas, solitarias, tristes. Melodías que encajan en cada escena, temas musicales que dotan a la historia de una vida interior excepcional.

Sin duda, esta película no ha sido ni será un taquillazo, y probablemente no pasará a la historia como un éxito, pero lo que está claro es que, pese al la mayoría del vulgo, es una película tremendamente hermosa, terriblemente triste y arrebatadoramente esperanzadora.


MADAME TUSSAUDS

Opinión de Madame Tussauds

Museo de cera Madame Tussauds


Ubicación: Londres, Reino Unido

QUÉ PUEDES VER:

Este museo mundialmente conocido posee,  además de su sede central que esta en Londres, otros 23 museos repartidos por todo el planeta. Para quien no haya oído hablar de el, es uno de los mejores museos de cera que existen. En honor al trabajo realizado por la escultora Marie Tussaud, nacida allá por 1761 y experta en el trabajo de la modelación.

La exposición, que posee ligeras  variaciones dependiendo del país en el que esté ubicado, ofrece diferentes áreas para su visita (aquí hablaré de las áreas del ubicado en Londres):

  • Bollywood es un área para las grandes estrellas del cine bollywoodiense.
  • Sports nos muestra a deportistas de ayer y hoy.
  • Incredible people es una zona en la que encontraremos a iconos de la cultura mundial.
  • English royalty abarca la monarquía actual, asi como la historia de la realeza británica.
  • Cinema nos sumerge en el universo cinematográfico tanto actual como el de antaño.
  • Marvel y sus superhéroes también tienen su hueco en este museo.
  • Music nos invita a conocer a las grandes estrellas de la música.
  • Murderers es un viaje por las calles mas oscuras de Londres para conocer a los asesinos mas cruentos de la ciudad.
  • Además cuenta con un viaje interactivo por la cultura inglesa hasta llegar a nuestros días.

OPINIÓN DE «MADAME TUSSAUDS”:

En mi primer viaje a Londres, una visita que tenía obligada era este museo. Tenía muy claro que quería ver en vivo lo que su página web ofrecía. Y debo decir que no es que su web tuviera razón; es que superó mis expectativas con creces.

El edificio que alberga este precioso museo, es ya de por si una belleza desde su exterior. Con su cúpula color verdoso, nos invita a conocer un mundo que detalla a la perfección todo lo que muestra. Posee un guardarropa donde podremos dejar nuestros abrigos para realizar la visita lo más cómodos posibles.

Creo que es difícil explicar las sensaciones ante tal maestría para el modelaje. El hecho de ser consciente que estamos hablando de un material como la cera, no cabe sino asombrarse ante la calidad artística de los trabajadores de este museo. Cierto es, que muchos de los personajes que veremos en este museo, no los hemos visto (y probablemente no los veremos) en persona. Las imágenes que tenemos grabadas en nuestra retina de todos ellos, futbolistas, cantantes, actrices, pintores, etc… están lo suficientemente nítidas como para sentir que lo que estamos viendo son recreaciones cuasi perfectas de estrellas mundiales de diferentes ámbitos.

Es posible que algunos estén mejor conseguidos que otros, no cabe duda; o que los que para algunos son replicas exactas, para otros no lo son tanto. Pero lo que esta claro es que, a nivel general, todas las figuras poseen un realismo muy atrayente. Por hablaros de algunas que realmente me impactaron a mi, sin duda me quedaría con Helen Mirren. Kate Winslet, Morgan Freeman, Bruce Willis, el príncipe Harry, Obama o Rihanna. Por supuesto que son solo algunos de los muchos que abarcan este increíble museo. También es un museo vivo, es decir, van modificando atuendos, personajes y decorados, lo cual se agradece, puesto que probablemente en una siguiente visita, algo habrá cambiado con seguridad.

Tras el paseo de los asesinos más conocidos de la historia londinense, se hace un viaje interactivo en un carrito que nos muestra escenas de la historia de Londres, así como una noria que abarca las ultimas décadas.

Sin duda, es un museo que no puede escaparse al visitar Londres. Y por supuesto no dejar de ver los museos que tiene repartidos por todo el mundo. Es decir, si vais a viajar en breve, buscad información por si en vuestro destino hay un Madame Tussauds. Seguro que no os arrepentiréis de la visita.


ALGUNAS IMÁGENES…


EL MUNDO PERDIDO (Jurassic Park 2) (o como tropezar dos veces con la misma piedra)

Opinion de El mundo perdido

El mundo perdido (Jurassic Park 2) (1997)


Dirección: Steven Spielberg

Reparto: Jeff Goldblum, Julianne Moore, Vince Vaughn y Pete Postlewaite

SINOPSIS

Han pasado cuatro años desde el desastre ocurrido en el parque de dinosaurios creado en la isla Nublar. John Hammond, enfermo y encamado, cita a Ian Malcolm para explicarle que existe otra isla llamada Sorna, en la que se criaron todos los dinosaurios antes de ser transportados al parque. En aquella isla están los animales en libertad absoluta y John ha enviado a un equipo para estudiar su comportamiento. Ian, junto a dos expertos en la materia, debe viajar a la isla para rescatar al equipo en el que se encuentra su novia. Pero los problemas no acaban nada más que empezar…

OPINIÓN PERSONAL DE «EL MUNDO PERDIDO»

Vamos a por la segunda parte de esta saga. Sí, hablaré de todas ellas poco a poco… Es lo que hay, jejeje… Secuela del gran éxito Parque Jurásico del año 93 que irremediablemente pedía a gritos una continuación. Mas dinosaurios, mas acción y más sustos. Olvidando lo acontecido en la primera novela de Michael Crichton, comenzamos una nueva historia en la que recuperamos al irónico Malcolm para deleite de sus seguidores (entre los que me hallo). Pues su ironía de poco le va a servir, puesto que por desgracia deberá enfrentarse de nuevo a los depredadores prehistóricos que ahora campan a sus anchas en una isla que el doctor no conoce.

No puedo asegurar las similitudes que pueda tener con El mundo perdido de Michael Crichton, porque no lo he leído aun (uno de esos libros que están pendientes desde hace demasiado tiempo), aunque estará inspirado en esta novela con toda seguridad. La acción sigue latente al igual que su predecesora, manteniendo el ritmo desde prácticamente el principio de la película (hay que esperar unos treinta minutos nada mas para que comience todo el desastre) y llevándolo hasta su clímax final. No hay respiro desde el momento que empieza a desmadrarse todo alrededor de los protagonistas y eso se agradece en una cinta que esta diseñada para eso: hacer pasar un buen rato al espectador mas palomitero.

Esta película cuenta con innumerables momentos excepcionalmente bien rodados y con una tensión magistral. El cristal del camión, escarbando para escapar o la tienda de campaña, no hacen sino recordarnos que Steven Spielberg siempre sabe lo que hace. Conoce lo que el publico quiere, y se lo da sin rechistar. Y como excepcional director que es, le podemos permitir que en su magistral egocentrismo nos coloque al T-Rex en medio de una ciudad, cual King Kong o Godzilla que se precie. ¿Por qué no puede haber un dinosaurio si al señor Spielberg le apetece?

Las interpretaciones son creíbles. Ian Malcolm no ha cambiado nada, su personaje es irónico, sarcástico y punzante. Su novia, Julianne Moore, exquisita como siempre, ofrece momentos extremadamente psicodélicos gracias a su personalidad alocada. En más de una ocasión pasará por vuestras cabezas un “pero, ¿que esta haciendo?”. Y no es para menos…

El momento mas nostálgico para mi, que leí la primera novela, es la aparición del ultimo animal que vemos antes de los créditos finales. ¿Un presagio de lo que veríamos mas adelante? Podría ser.

Que no llega a superar a su predecesora es algo lógico. Spielberg nos trajo a los dinosaurios por primera vez en la primera parte, y esa sensación de cosquilleo en el estomago ante algo tan diferente, nuevo y prehistórico a la vez, y sobre todo tan imprevisible nunca volvería a llenar nuestras barrigas de cinéfilos. Los dinosaurios ya estaban entre nosotros. Ya los conocíamos, sabíamos de lo que eran capaces y en esta segunda parte, solo queríamos mas de los mismo. Pero con conocimiento de causa, sabiendo lo que nos íbamos a encontrar. Por lo que era de esperar un blockbuster en toda regla, no una película que nos descubriera nada nuevo. Y eso lo consigue. Como la primera parte no habrá ninguna, como no habrá ninguna segunda parte de Alien o Tiburón que nos sorprenda tanto como la primera. Porque el efecto sorpresa ya no existe. Solo queda conseguir hacer pasar un buen  rato. Y Spielberg lo logra con una muy digna secuela de su gran taquillazo.


UN VIAJE A DANFORD

Suicidio del 97 Alexander J Cox

¡Hola de nuevo querido visitante!

Espero que hayas pasado un estupendo fin de semana… Ya entramos en la época navideña y el año va llegando a su fin!! Y hoy te voy a hablar de Danford, la ciudad en la que se desarrolla mi novela. A colación del clima que ya nos comienza a envolver, «Suicidio del 97» se desarrolla en un duro invierno. Sí que es cierto, que como en muchos inviernos, hay mañanas soleadas, que auguran el comienzo de un gran día… Pero nada más lejos de la realidad. La tormenta presagiará malos momentos, que son los que rigen la historia.

Pero centrémonos en Danford. Mi ciudad no existe. Nunca ha existido. ¿De dónde me vino este nombre? No podría decirlo con exactitud. Como ya comenté en uno de mis primeros posts, la novela se cocinó hace veinte años, con lo que internet no era lo que es a día de hoy. Cuando la novela llegó a su fin, decidí preguntar por “Danford” a un buscador, para ver de dónde había podido surgir ese nombre. Solo un colegio mayor apareció en internet “Danford College”. Y puedo asegurar que no me sonaba de nada…

Y seguramente te preguntarás… ¿Dónde se sitúa Danford? Realmente no tiene una ubicación específica, nunca la tuvo. Y, de hecho, el texto no aporta datos acerca de su situación geográfica. Podría estar en Noruega, Nueva Zelanda, Estados Unidos o Italia. Puedes situarla donde tu imaginación la ubique; puesto que uno de los puntos clave de “Suicidio del 97”, es que podría pasar en cualquier lugar del planeta. Las situaciones podrían pasarle a cualquiera. Y eso es lo interesante de leer una novela como la mía. Con mi historia, no te obligo a que te imagines una campiña francesa o un entorno italiano. Tú vas a imaginarte Danford donde tú quieras.

Danford es una pequeña ciudad y lo único que sabrás de ella es que está junto al mar. Tiene pequeñas casas unifamiliares, algún bloque de poca altura y mucho verde. Tiene parques, muchos árboles y hasta un bosque. Un pequeño cine, lo suficientemente grande para albergar a sus habitantes. No hay centros comerciales, no hacen falta. Los Almacenes Meca’s son lo suficientemente grandes como para abastecer las necesidades de todos.  Pertenecen a los Pratt desde hace más de cuatro décadas y sigue funcionando a la perfección. Danford tiene todo lo que una pequeña ciudad puede necesitar: su hospital, el instituto, la iglesia, el ayuntamiento, el banco, un par de farmacias, peluquería, papelería, un par de pequeños hotelitos de principios del siglo pasado e incluso una tienda de mascotas, donde los animales de la ciudad tienen su pequeño “spa” particular. El cementerio se encuentra casi a las afueras, pasada la empresa Devon, encargada de todas las construcciones de la ciudad. Incluso tienen su propio abastecimiento de alimentos gracias a Heller´s Magic, propiedad también de tres habitantes de Danford.

Las calles siempre están limpias, las farolas alumbran cada noche las calles de la ciudad. Los bancos mantienen su pintura intacta. Pese a lo que pueda parecer, Danford es una ciudad extremadamente cívica. Al menos, en cuanto al aspecto de su entorno.

Lo que ocurre de puertas para adentro… tendrás que descubrirlo.

Hasta la próxima lector!!!

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TIBURÓN (o al agua patos si tienes lo que hay que tener)

Opinión de Tiburón

Tiburón (1975)


Dirección: Steven Spielberg

Reparto: Roy Scheider, Richard Dreyfuss, Robert Shaw y Lorraine Gary

SINOPSIS

La pacífica vida en Amity Island, una ciudad costera americana, se ve perturbada por los ataques a los bañistas por parte de un enorme tiburón blanco. El jefe de policía Martin Brody, es el único en el pueblo que está convencido de que el culpable es un tiburón, por lo que, junto a un caza tiburones profesional y un biólogo marino, deciden lanzarse en su busca.  

OPINIÓN PERSONAL DE «TIBURÓN«

Hoy, por ser mi cumpleaños, me voy a remontar hasta los maravillosos años setenta y lo que ocurrió por aquella época. Esta película fue estrenada un año antes de mi nacimiento, y me da a mí que debió ser un presagio sobre lo que esta película significaría para mí. Supongo que como a la gran mayoría de amantes del cine, las películas marcan en mayor o menor grado nuestra psique. Pues esta película lo hizo conmigo. No me considero persona con traumas infantiles, aunque he de reconocer que tras ver esta película y su segunda parte (la cual afianzó este problemilla) he sido incapaz de meterme en cualquier playa más allá de donde mis pies tocan el fondo. ¿Absurdo? Seguro, nunca lo he negado. Siempre he dicho que para acabar conmigo solo hay que llevarme en medio del mar y tirarme al agua; ese terror infantil haría que probablemente me diera un infarto instantáneo. No me avergüenza decirlo, porque es una realidad tan latente en mí, que debo agradecerle a Spielberg que me haya hecho creer que este donde este, me va a atacar un tiburón. Así de simple y ridículo.

Pero es entendible, que debido a la antigüedad de la película y sus efectos (animatronicos), para la mayoría que la vieran por primera vez a día de hoy, no les infundiría el mismo miedo que en el momento de su estreno. Eso juega en su contra, pero nadie le puede negar su status de clásico veraniego de terror. Ya su solo inicio produce una sensación de angustia que nos prepara para lo que se avecina. Nunca unos gritos dieron tanto de sí, ni provocaron tal desasosiego en un paraje tan placentero como desconocido. Pero es que esa es la gran baza de esta película.

Todo en ella es idílico. La isla de Amity es tan hermosa, tan paradisíaca, que cualquiera desearía tener una casita en ese pueblecito. Esas playas de arena tan blanca, tanta naturaleza (nada de enormes resorts, ni edificios altos, hablamos de 1975), solo casitas de pescadores y mucho sol. Y muchos turistas. Y un pedazo de tiburón.

Y aunque por problemas técnicos, el tiburón no se ve tanto como a Spielberg le hubiera gustado, la sola intuición de que está bajo aquellas tranquilas aguas, ya produce en el espectador una tremenda sensación de nerviosismo que no consigue apaciguarse hasta que la película llega a su fin. Porque el director consigue mantener esa tensión durante todo el film, aunque intercale momentos más calmados para relajar la situación.

La interpretación de los tres protagonistas no está exenta de análisis. Tres personalidades totalmente diferentes entre sí que deciden luchar contra un mismo mal, crea una simbiosis entre ellos, haciendo que llegues a empatizar con cualquiera, aunque en un principio no hayas conectado con alguno de ellos.

La banda sonora, o más bien el tema principal escrito por John Williams, se convirtió en un clásico al instante y no es para menos. Una melodía sencilla pero intensa que nos prepara psicológicamente acerca de la llegada del terrible escualo. Es probable que, a día de hoy, esta melodía carezca de la fuerza para quienes no vivieron en los 80 o 90. Pero su solo comienzo eriza la piel y produce un escalofrío que recorre la espalda.

Probablemente sea la mejor película “con monstruo marino” que se ha hecho, porque habría tantas películas que analizar que nos faltaría vida. Pero, le pese a quien le pese, el terror que provocó Tiburón allá por los años ochenta no lo ha conseguido ninguna película marina de nuevo. Y ese merito no se le puede negar. Aunque personalmente, y con permiso de Spielberg, me marcó más la segunda parte. ¿Por qué? Probablemente porque cuando yo la vi, tendría la edad del hijo pequeño del capitán Brody. Y eso marca. Vamos, que si marca…