RIVERDALE

Riverdale (2017)


Creación: Roberto Aguirre-Sacasa

Reparto: KJ Apa, Lili Reinhart, Camila Mendes, Cole Sprouse, Madelaine Petsch, Ashleigh Murray, Casey Cott, Charles Melton, vanessa Morgan, Mädchen Amick, Luke Perry, Marisol Nichols, Mark Consuelos, Skeet Ulrich.

Temporadas: 7

Episodios: 137

SINOPSIS

En la pequeña ciudad de Riverdale, los famosos personajes del comic Archie de los años cuarenta, viven en la actualidad. Los devenires diarios del grupo de amigos se entremezclan con misterios, amores, desencuentros, secretos y asesinatos. La mañana del cuatro de julio, Jason Blossom desaparece en el rio Sweetwater y la única testigo es su hermana Cheryl. Cuando el curso escolar da comienzo, la ciudad todavía está en shock ante la falta de pruebas sobre el paradero del joven Blossom. Hasta que su cuerpo aparece en el río. Todos los habitantes de Riverdale podrían ser sospechosos. Los que saben algo y los que ocultan algo.

OPINIÓN PERSONAL DE «RIVERDALE»

¡Buenas de nuevo! Hoy te doy la bienvenida a Riverdale, una pequeña ciudad con demasiados secretos. Que bien podría llamarse Danford, porque todas mis historias se nutren de series como de la que te voy a hablar hoy. Una serie coral en la que todos los personajes tienen su peso en la historia en mayor o menor medida para que la trama avance. Una tela de araña que les va encerrando cada vez más hasta llegar al clímax de cada una de las siete temporadas que componen la serie. Muy al estilo de «Pequeñas mentirosas», donde un misterio y la forma en la que se va desentrañando, se mezcla con los dramas personales de los protagonistas.

He esperado a que Netflix nos trajera la última temporada para poder ver la serie de un tirón, ya que hace mucho que vi la primera temporada y me gustó mucho. Pero he preferido esperar a que llegara a su fin, para devorarla tranquilamente, sin los nervios de esperar a una nueva temporada.

Aunque los personajes están basados en los cómics de Archie, la historia y los habitantes de Riverdale son mucho más oscuros que en los cómics, porque bueno, al final son comics de hace casi ochenta años, y los tiempos han cambiado bastante. Además, crearle una oscuridad a la historia la hace mucho más llamativa para los espectadores. Para mí, han dado en el clavo.

Hay algo que me ha sorprendido mucho en cuanto a la creación de personajes y que nunca me había pasado. Que un personaje (de los buenos, por decirlo así) me cree rechazo desde el minuto uno, es algo que Josie McCoy ha conseguido. Es lógico que un personaje de los malos, por decirlo de alguna manera, te cree antipatía, porque es su cometido, el no empatizar con la mayoría de espectadores. Para eso están creados, son la antítesis del héroe. Pero es que el personaje de Josie me resultó desagradable desde que apareció en pantalla. Duró solo tres temporadas (lo cual agradezco), pero es que apareció como invitada en temporadas siguientes y me produjo el mismo rechazo. No sé si se debe al personaje, a la actriz, al guion que interpreta o a un conjunto general de todo ello. Pero no me gustó nada de principio a fin. Los demás puede decirse a rasgos generales que sí. Mención especial a Mädchen Amick a la que no veía desde Twin Peaks y que encima ha sido directora de un montón de episodios de la serie. Y por supuesto al tristemente fallecido Luke Perry, como el padre de Archie, al que le otorgan un episodio especial tras su muerte, que me pareció un gesto precioso.

La dirección y la fotografía son muy del estilo que a mí me gustan. La iluminación a medio gas, los colores vivos (el rojo de Cheryl es maravilla pura), la chaqueta amarilla y azul de Archie… La estética mezcla de los años sesenta con la actualidad me ha conquistado. Creo que parte del encanto de esta serie tiene mucho que ver la estética de los personajes, ya que en los comics están muy bien delineados para poder diferenciarlos. Y así se hace en la serie. El vestuario aporta un punto clave para definir a cada uno de ellos y eso se agradece.

La banda sonora de Blake Neely creo que es brutal. Las melodías suaves, con guitarras acústicas, violines, son fuera de serie. Busqué en YouTube, y por ahí andan las temporadas completas del score de Neely y madre mía. Compactan a la perfección con las imágenes, con cada momento de tensión, de drama, de amor. Un diez en este aspecto, así como los capítulos musicales de cada temporada. Con la excusa del musical anual del instituto, los personajes nos ofrecen sus dotes como cantantes (no todos son maravillosos, pero cuadran bastante bien) mientras esas canciones van hilando la continuación real de la serie. Es decir, las letras van acordes al desarrollo de la trama principal de la temporada, lo cual le ofrece un punto extra de interés. Y a mí que me gusta un «Glee» más que el comer, pues los he disfrutado bastante. Carrie, Hedwig, Next to normal (alucinante este episodio musical), Heathers y American Psycho. Mientras que en la quinta es una historia en torno a las Pussycat y en la siete en torno a Archie.

Las temporadas han sido una locura. Nunca había visto una serie con giros tan locos. Mientras que las cuatro primeras temporadas son correlativas entre sí, la quinta da un salto temporal, la sexta se vuelve ficción absoluta y la séptima es un plow twist brutal. Obviamente no te voy a desvelar nada, pero a mí me resultó un cambio fresco en cuanto al tono de la serie, puesto que como ya te he comentado antes sobre «Pequeñas mentirosas», rizar mucho el rizo hace que desistas de seguir con la misma intensidad, aunque a mí me gustara mucho esta serie. Seguir creando tramas es algo que termina por agotar la paciencia de los espectadores, y debes ofrecer algo diferente. Y en Riverdale eso ocurre. Vaya si ocurre… Pero también te digo, que hay que estar abierto mentalmente a lo que puede suceder, para no llevarte sorpresas desagradables. Yo lo he hecho con cada giro y me ha encantado.

Y vamos con el último episodio, que ya sabes que es algo de lo que me gusta hablar. Más que nada, porque odio los finales abiertos cuando una serie llega a su fin. Riverdale… ¡ay Riverdale! Tras siete temporadas, estoy en posición de afirmar que es uno de los mejores finales de serie que he visto en mucho tiempo. Y aclaro, no tengo en cuenta las miniseries que tienen principio y fin. Me baso en series de gran formato de varias temporadas y que sus capítulos pasan de medio centenar (e incluso más de un centenar). Aunque sabes que soy de lágrima fácil, estuve con la llorera desde el minuto uno, hasta el final. Literalmente, como lo oyes. No pude dejar de estremecerme a cada minuto que pasaba. Para mí, matrícula de honor ante un final que deja un buen sabor de boca. Triste por ser el fin, pero un cierre soberbio.

Y hasta aquí esta reseña, que espero te haya hecho pensar en darle una oportunidad a esta ciudad llena de secretos. Y repito, como Danford…

¡Nos vemos muy pronto!

¡ESTOY NOMINADO!

La importancia del reconocimiento personal.

Te doy la bienvenida un domingo más a mi rinconcito personal, en el que descubres un poquito más de mí. La semana pasada estuve ausente y te pido disculpas por ello, y es que como hacía tiempo que no me ocurría, tuve muchísimo trabajo. Así que el día del señor lo pasé descansando.

Pero hoy sí quería pasarme por aquí y contarte un poquito más en detalle cómo está siendo la experiencia de estar nominado a los Premios Letrame 2024. Imagino que si me sigues por las redes, ya te habrás enterado, pero para eso estoy aquí. Para contártelo de primera mano. He tenido la enorme sorpresa de recibir una nominación a los Premios Letrame 2024 en la categoría de Mejor Novela Negra.

Como ya te he contado, recibir la llamada telefónica de la agente de la editorial para darme la noticia, fue una sorpresa inmensa. La razón más importante era el no esperar para nada la nominación. Porque en alguna ocasión ya he estado nominado (e incluso ganado), pero era consciente de ello. Te explico.

Hace muchos años, la compañía teatral en la que trabajaba se presentó a un concurso de Artes Escénicas con una versión de «Descalzos por el parque». Éramos candidatos, por el simple hecho de ser seleccionados para representar, a todas las categorías: actriz, actor, vestuario, dirección, etc… Es decir, ya sabíamos que la nominación existía por el simple hecho de subirnos al escenario. En aquella ocasión ganamos varios de los premios, incluido el Premio a Mejor Interpretación Masculina para un servidor. ¿Me hizo ilusión? Muchísima, no te voy a engañar. Es decir, los nervios estaban más en ganar como montaje teatral, puesto que la recompensa era interpretar la obra en el mismísimo Teatro Cervantes (lo cual es cuasi imposible para una compañía amateur), que en pensar en el resto de galardones. Así que la alegría fue doble (cuádruple más bien, pues ganamos 4 premios: obra, dirección, vestuario e interpretación masculina) al recibir mi premio. Pero como te digo, la nominación existía. Nos presentamos alguna que otra vez y no ganamos (no gané), pero era consciente de que por participar ya éramos todos nominados.

Lo mismo ocurrió años después con el montaje de «eXcit», que gracias a la cantidad de representaciones que hicimos, entramos en los Premios Max (los Goya del teatro, por si no los conocías) con el montaje y todas las candidaturas, incluida la de Mejor Interpretación Masculina. Otra vez más emoción máxima y satisfacción personal por un trabajo bien hecho y un recorrido por salas muy decente. ¿La realidad? En la primera criba ya éramos conscientes que saldríamos de la inmensa lista, en la que grandes de la farándula competían por el galardón. Y no es menospreciar nuestro trabajo, pero seamos realistas. Competir con un José Sacristán o una Lola Herrera cuando tienes casi treinta años y menos de una década de experiencia a tus espaldas, y creer que puedes ganar es como poco soñar despierto. Por lo que la ilusión de esa nominación fue muy grande también, pero sabida de antemano, puesto que se accedía a esa lista según la cantidad de funciones representadas anualmente.

Así que visto lo visto (o leído lo leído), entenderás que mi sorpresa fue enorme al recibir la llamada. Pero puede ser que te preguntes ¿por haber publicado con Letrame, no se supone que directamente estás nominado a los Premios de la editorial? Si, visitante. Tienes razón. Lo que ocurre es que al ser el final de una trilogía, es decir, una historia que debes haber conocido en sus dos entregas anteriores, a mí se me antojaba una opción casi inviable. Ya ocurrió con la segunda parte y no le di importancia alguna, al tratarse de una continuación. Me pareció lógico el valorar una historia con principio y final, más que la novela intermedia de una trilogía. Y con «El secreto de Danford» me pasó prácticamente lo mismo. Imaginé que no tendrían en cuenta este tipo de novelas. Pero afortunadamente me equivoqué, porque una de las razones que valoraron fue el hecho de haber creado una trilogía. Haberle dado vida y haber creado un cierre tan perfecto. Así que puedes imaginar lo henchido de orgullo que me hallaba en mi sofá escuchando a mi editora.

¿Y cómo va funcionar? Pues somos diez nominados en cada categoría y hay diez categorías. O sea, cien nominados al premio de casi mil libros publicados, que se dice pronto. De cada categoría, el día de la gala, se eligen a los tres finalistas y de ahí al ganador de la categoría. Y después, los diez ganadores de las diez categorías, competirán por el premio a Mejor Novela del Año. No hay que decir que es un orgullo inmenso estar entre los finalistas, aunque sean un centenar, solo haz la cuenta del tanto por ciento. Y como ya te he contado, siendo el final de una trilogía.

¿Quiero ganar? Por supuesto, sería un gran reconocimiento a la historia que creé para mis lectores. ¿Puedo ganar? Por supuesto que sí. Siento que la historia de Danford es intrigante, dramática, cruel, romántica. En definitiva, es un cóctel explosivo del que no puedes escapar. Y tiene posibilidades, aunque te suene a egocentrismo. Ya sabes lo orgulloso que estoy de mi pequeña ciudad de mentira y de todos sus habitantes. ¿Por qué no podría ganar?

¿Puedo perder? Por supuesto, y no pasaría absolutamente nada. Seguiré escribiendo con la misma ilusión, con las mismas ganas y dando todo el corazón en cada golpe de teclado.

Así que el 25 de Mayo, estaré en los Cines Callao de Madrid con mis mejores galas (precioso el traje que me he comprado para la ocasión), porque quizás tenga que subir al escenario y recoger un premio. ¿Quién sabe? Te informaré del resultado…

Y te dejo por AQUÍ la página de compra, por si decides hacerte con alguna de mis novelas. O con todas, tú decides.

¡Feliz semana!

DANZAD, DANZAD, MALDITOS (o la miseria de unos es la fiesta de otros)

Danzad, danzad, malditos (1969)


Dirección: Sydney Pollack

Reparto: Jane Fonda, Michael Sarrazin, Susannah York, Red Buttons, Gig Young, Michael Conrad, Bonnie Bedelia, Bruce Dern

SINOPSIS

Situados en plena depresión de los años treinta en Estados Unidos, nos encontramos a un variopinto grupo de parejas, que compiten en un cruel concurso por un premio que les salve de la pobreza. Un maratón de baile despiadado, en el que la última pareja que se mantenga en pie, conseguirá el ansiado premio de 1500 dólares. En un ambiente de miseria, los participantes lucharán desesperadamente ante las miradas divertidas de los ricos que disfrutan del espectáculo desde sus cómodos asientos.

OPINIÓN PERSONAL DE «DANZAD, DANZAD, MALDITOS»

Te saludo un domingo más, en el que te presento una película de hace más de cincuenta años, pero que tiene un mensaje vigente a día de hoy. Y por desgracia, lo seguirá estando en un futuro. Una historia dura, ya no solo por el recuerdo de lo que ocurrió en aquella época en Norteamérica (no olvidemos que hubo suicidios ante aquel crack económico), sino por el mensaje que a día de hoy sigue vigente. Los participantes deben bailar para conseguir un cheque que les airee un poco la miseria en la que están sumidos, ofreciendo un espectáculo cruel y degradante que es disfrutado por un público que les contempla impasible, ya que eso les ayuda a olvidar sus propias miserias. ¿Te suena de algo este modus operandi?

Para empezar, nos encontramos con que esa maravillosa manía de cambiar los títulos a las películas viene de antaño. Mientras que la película original se titula “They shoot the horses, ¿don’t they?” (¿Acaso no matan a los caballos?), que es el título original de la novela de Horace McCoy, en nuestro estado patrio la llaman “Danzad, danzad, malditos”. Que tiene su aquel, en función del desarrollo de la historia, pero obviamente el título original es más acorde si tenemos en cuenta que es una de las frases más importantes de la película, y en la que se resume el mensaje del autor. Pero bueno, Spain is different, ya lo sabemos.

Destaco el trabajo de dirección a la hora de filmar prácticamente el 90% de la cinta, puesto que al desarrollarse en la pista de baile, las cámaras se mueven sin parar entre los actores, lo cual dificulta el hecho de realizar tomas perfectas. Pero Pollack lo consigue, enseñándonos de cerca la desesperación y angustia de los participantes.

Las escenas de las carreras demuestran a nivel técnico una profesionalidad increíble, porque ya no solo las cámaras deben mezclarse con los corredores/bailarines, sino que al girar sobre el mismo set de rodaje, no se debe ver nada que muestre que es eso, un set. Todo está cuidado al detalle, tanto los planos más principales, como los segundos planos del fondo (orquesta, público, gradas, presentador, etc…) Un diez a nivel técnico. Y otro diez a nivel actoral, puesto que para mí resultó uno de los momentos más angustiosos de la película, gracias a la interpretación de todos los participantes. La desesperación en los rostros, los movimientos cada vez más agotadores, consiguen crear una sensación de desazón, que suma dramatismo a la historia que nos cuenta Pollack.

Los personajes, aunque quizás forzado el inicio de su relación, me han gustado bastante. Jane Fonda es una actriz que me ha gustado siempre, y aquí consigue sumirte en su propia frustración ante una situación de la que no puede salir. Una Susannah York increíble, actriz de segundas ignorada por los estudios de cine, trata con este maratón de baile conseguir patrocinadores, y desea que algún productor cinematográfico pague la entrada para ver el espectáculo. Y la descubran con sus mejores galas. Soberbia, y soberbio su recorrido también. El presentador es uno de los personajes más sádicos y crueles que he visto. Porque todo lo que hace, lo hace con una sonrisa, buscando el aplauso. Burlándose de todos aquellos que mendigan salir de su círculo vicioso de pobreza y miseria. Un personaje de reparto para el recuerdo.

El final, sin hacer spoilers ya lo sabes, me sorprendió mucho. La realidad que se muestra en los últimos minutos del film, me resultó cruel, despiadada y por desgracia, bastante realista. Una sensación agridulce al descubrir del camino que recorremos, lo que nos importa el prójimo y lo que nos depara en un futuro. Ser espectador o protagonista del maravilloso espectáculo de la vida. Eso sí, menos mal que descubrí el cartel francés después de ver la película, porque eso sí que es un pedazo de spoiler…

Lo cierto es que, comparaciones son odiosas, el mensaje más grueso que me dejó esta película, me trajo a la memoria otras películas como “Perseguido” o “Los juegos del hambre”. Ni calidad, ni temática salen al paso, pero sí destaco el hecho de mostrar a la plebe siendo el espectáculo que divierte a los ricos. Como los romanos en el circo. Y me lanzo a momentos históricos que son bastante lejanos. Y salto al presente a los memes. Al final, el ser humano, rico o pobre, disfruta viendo sufrir al prójimo. Es esa especie de doble moral, de doble rasero en el que no quieres mirar, pero observas de reojo. Y te mofas, y criticas. Y te dejas llevar por la corriente del ver o ser el payaso de la sociedad.

Lo que me deja el mensaje de que seguiremos danzando malditos hasta dios sabe cuándo.

¡Nos vemos la semana que viene!


LA RECETA DEL AMOR

La receta del amor (2024)


Autora: Sher Lee

SINOPSIS

Dylan Tang desea ganar el concurso de pasteles de luna del Festival del Medio Otoño, para así honrar la memoria de su madre. Además conseguiría ayudar a remontar el negocio de su tía, “Guerreros del Wok”, que comienza a tener demasiadas deudas. Todo se tuerce en el momento en que conoce a Theo Somers en uno de los repartos, un joven de buena familia con una adorable sonrisa. Gracias a un pequeño “trueque”, Dylan se ve inmerso en un mundo de lujo y privilegios, fingiendo ser el novio de Theo. Pero nada va a salir como esperan…

LA AUTORA

Sher Lee es una escritora afincada en Singapur con su marido, que debuta con esta novela de amor adolescente. Escritora de comedias románticas y novelas de fantasía para adolescentes, es una amante de la cocina tradicional, lo cual demuestra en esta su primera historia.

OPINIÓN PERSONAL DE «LA RECETA DEL AMOR»

Hoy quiero contarte mis impresiones acerca de una novela que se aleja muchísimo del tipo de lectura a la que estoy acostumbrado. Como ya sabes, me encanta el señor King y esta novela que te presento hoy es una comedia romántica adolescente. Es decir, diametralmente opuesto a las lecturas que yo suelo devorar. Y me ha gustado. Bastante más de lo que esperaba.

Sí que ya leí algo romántico con “La lluvia me dirá quién eres”, pero el punto positivo que me dio el empujón para conocer esta historia, era el hecho de tratarse de un tema LGTBI. Dos chicos que se enamoran y viven sus idas y venidas. Era la primera novela de muchas que pienso leer, en la que dos personas del mismo sexo viven historias de todo tipo. Bienvenidas sean.

Y aunque yo ya duplico (o casi triplico) la edad de los protagonistas, me he sentido identificado al cien por cien con la historia. No porque me haya pasado algo así, sino porque es una de las miles de aventuras con las que uno sueña cuando es adolescente. Y gay. Con poder vivir esas situaciones, sintiéndote identificado con cualquiera de los dos protagonistas. Porque los dos son chicos. Como novela romántica no está exenta de clichés más básicos que la tabla del uno. Pero en esta ocasión los clichés  incluyen a un colectivo que durante tantos años había estado ausente. Con la puerta cerrada a expresar esas emociones, esos sentimientos. Prohibido ese camino. Y creo que por eso me ha enganchado tanto.

Además es una lectura fácil, amena. Con los suficientes cambios en la historia como para querer leer un capítulo más. Y otro, y otro, y otro más. Lo devoré en tres noches contadas, debido a la sencillez de la historia. Los personajes son arquetipos básicos, pero muy bien delineados, para poder diferenciarlos y comprender sus actitudes en todo momento.

El trabajo de estudio acerca de los platos de comida, ya no solo los que se realizan en los “Guerreros del Wok” o los maravillosos pastelitos de luna, me ha encantado. En las situaciones por las que transitan los protagonistas, siempre hay un pequeño apunte acerca de la gastronomía, sobre todo china, singapurense para ser más exactos. Quien me conoce, sabe que probablemente no probaría ninguna de las exquisiteces que la autora describe (porque soy muy raro para comer, básicamente), pero los detalles son dignos de admirar.

Todas las historias pueden tener diferentes finales.
Todo depende de en cuál quieras creer.

SHER LEE

Aunque he de reconocerle un pero. Y no es a nivel historia, es más bien a nivel personal. Acostumbrado a la forma de escribir de Stephen, me he dado cuenta que la escritura en pasado me resulta más cómoda y fluida como lector. Y Sher Lee escribe en presente. En un primer momento me resulto bastante complicado, ya que creo recordar que es la primera lectura que realizo en este tiempo verbal. Pero con el paso de los capítulos me fui acostumbrando. Así que ese “pero” del que hablaba, es a nivel propio, no literario. Y aunque he disfrutado mucho la historia, sé que no me sentiría cómodo leyendo nuevas historias con esta misma forma descriptiva.

De hecho, he buscado algunas otras novelas LGTBI, y es algo que he tenido en cuenta. Y ojeando algunas páginas, me ha vuelto a resultar extraño leer de esa forma. Así que me decanto por la lectura en pasado. Imagino que también tendrá que ver el hecho de que yo como escritor, también escribo en pasado.

Por lo que como lectura ligera, quizás entre un par de novelas más densas, es un más que asegurado “kit-kat” para coger fuerzas. Un romance delicado, aderezado con pinceladas aromáticas de la mejor comida china y salpicado de momentos divertidos, alguno más dramático, pero sobre todo mucho sentimiento adolescente a flor de piel.

¿Has leído esta novela? ¡¡Déjame tus comentarios y opiniones!! ¡Hasta la semana que viene!


LLAMAN A LA PUERTA (o decidir lo correcto no es fácil)

Llaman a la puerta (2023)


Dirección: M. Night Shyamalan

Reparto: Jonathan Groff, Ben Aldridge, Dave Bautista, Kristen Cui, Rupert Grint, Nikki Amuka-Bird, Abby Quinn

SINOPSIS

El matrimonio formado por Andrew y Eric, viaja con su hija Wen a una cabaña en el bosque para pasar unos días de descanso. Al poco tiempo de estar allí, cuatro desconocidos armados llegan a la cabaña y piden entrar para hablar con ellos. La pareja se niega y los invitados entran por la fuerza para explicarles su misión. Alguno de los tres integrantes de la familia debe morir a manos de uno de sus familiares para que el Apocalipsis no se produzca. Mientras deciden, los desastres se van sucediendo alrededor del planeta y el tiempo se agota.

OPINIÓN PERSONAL DE «LLAMAN A LA PUERTA»

Hoy repito director, para traerte la reseña sobre la nueva película de Shyamalan, del que ya te hablé en la reseña de «Tiempo». Al volver a elegir una película de este director, habrás deducido que me gusta y no te equivocas. Lo que más me atrae de la forma en la que este director afronta sus filmaciones, es en los tan de moda “plow twist” o giros de guion (como toda la vida se ha dicho) que Shyamalan utiliza en prácticamente todas sus historias. Comenzó con «El sexto sentido» y el giro más impactante de las últimas décadas y a raíz de ahí supo mantenerse (en la mayoría de los casos) en ese límite entre la curiosidad ante lo que el espectador va a ver y la sorpresa tras el visionado. Que hay historias mejores y peores en su filmografía, es obvio, como en todos los directores. Nadie es tan perfecto. Pero a mi consigue engancharme con sus historias, y con esta no iba a ser menos.

Ya el tráiler nos anuncia que vamos a ver una historia retorcida sobre creencias religiosas sobre el apocalipsis, sacrificios, desastres naturales y la unión familiar. Y es lo que nos encontramos. ¿Abandonarías al resto por tu propio beneficio, aun a sabiendas de que también podría ser tu propio final? ¿O sacrificarías a uno de tus seres queridos para salvar al resto y probablemente salvarte tú también? La premisa es clara como dice la sinopsis. Y ahí arranca el dilema de esta nueva historia de Shyamalan, que sabe mantener la tensión, con una narrativa muy bien elaborada, una filmación detallada y ese movimiento de cámara que ya es un clásico en los trabajos de este director. El sonido es algo que también domina a la perfección, tanto en cámara como fuera de ella, es decir, lo que no vemos. Mezcla de drama, intriga y suspense, aunque sí que ofrece algún susto, no la catalogaría como película de terror.

La pareja protagonista interpretada por Jonathan Grof y Ben Aldridge (prota también de la maravillosa «Quédate a mi lado») ofrecen una simbiosis perfecta de un matrimonio perfectamente avenido. Y por supuesto, en el momento que todo empieza a torcerse, esas pequeñas grietas, casi imperceptibles al principio, se hacen cada vez más grandes, separándolos, pero solo a nivel de sus decisiones. Muestran incesantemente ese amor que se profesan tanto entre ellos como a su hija Wen (maravillosa Kristen Cui), pero descubren tener ideas diferentes acerca del sacrificio que se les está obligando a cometer. Mientras uno aboga por el bien común, el otro desea el bien personal. Y ese dualismo de pensamiento es el que nos hace analizar quién de los dos está en lo correcto. Los cuatro desconocidos consiguen transmitir esa desesperación ante el tiempo que se agota, y que como meros enviados, deben conseguir su cometido para no fracasar. No son villanos, no son crueles. Están desesperados y así lo transmiten al espectador. Dave Bautista no es santo de mi devoción, pero bueno, para mí lo salva el resto de sus acompañantes. No soy tan quisquilloso.

¿La decisión a tomar? Pues yo no la tengo tan clara. Porque dejando de lado el tema religioso, todo lo que va sucediendo durante el metraje, llega a poner en duda si es cierto o no, y si ellos son los causantes de todo lo que está ocurriendo en el resto del mundo por el hecho de no querer tomar una decisión al respecto. Creo que yo también llegaría a dudar, y ya te digo que manteniendo al margen la creencia religiosa de los cuatro jinetes del Apocalipsis (que son supuestamente los cuatro desconocidos), y todo lo que rodea a que un Dios, sea cual sea, está haciendo todo eso en busca del sacrificio por amor de una familia.

No te voy a desvelar el final, pero bueno, es esperanzador. Como no se podía esperar, no contentará a todos los públicos, conmigo no lo ha hecho. Pero después en frío, llegué a pensar que habría ocurrido si el final hubiera sido diferente. Al final, creo que cualquiera de las opciones disponibles no me habría llegado a satisfacer de lleno. Pero este final no empaña el buen hacer de este director y ese resquemor amargo que te deja en todas sus películas de ¿y si…? A mí me gusta sentir eso de vez en cuando, no solo chispas de felicidad porque todo ha acabado como queda bien que acabe. Todos felices y contentos. A veces hay que pensar que no todo acaba como uno espera, pero que aun así, hay que seguir adelante.

Esta película está basada en un libro, «La cabaña del fin del mundo» de Paul Tremblay y como suele pasar en muchas películas basadas en libros (La niebla, Las ruinas, Cujo), los acontecimientos, e incluso el final difieren del texto escrito por el autor. Lo que sí tengo claro, es que me han entrado ganas de conocer la historia de Tremblay y descubrir las diferencias con la película, que ya sé que las hay. Aunque lo de la lectura lo llevo más lento de lo normal, esta novela queda anotada en mi lista de pendientes.

Y hasta aquí la reseña de hoy. Espero que te haya gustado. ¿Conocías ya esta película o el libro?

¡Nos vemos la semana que viene!


LA CAÍDA DE LA CASA USHER

La caída de la casa Usher (2023)


Creación: Mike Flanagan

Reparto: Bruce Greenwood, Carla Gugino, Mary MacDonnell, Mark Hamill, Henry Thomas, Kate Siegel, Rahul Kohli, Samantha Sloyan, T’Nia Miller, Zack Gilford, Willa Fitzgerald, Katie Parker, Carl Lumbly

Temporadas: 1

Episodios: 8

SINOPSIS

Dos hermanos, ansiosos de poder y fortuna, crean un imperio a costa de mentiras y engaños. Con el paso de los años, la dinastía creada por uno de ellos, comenzará a derrumbarse cuando todos sus hijos comienzan a morir uno tras otro en extrañas circunstancias.

OPINIÓN PERSONAL DE «LA CAÍDA DE LA CASA USHER»

Hoy vuelvo a Netflix, le pese a quien le pese, con una estupenda serie creada por el increíble Mike Flanagan, creador también de maravillas como “·La maldición de Hill House” o “La maldición de Bly Manor”. Casualmente, también es el director de una de mis películas de terror favoritas, “Oculus”, de la que también te hablé hace tiempo, así como de una adaptación también para Netflix de uno de mis libros predilectos de mi gran Stephen King, “El juego de Gerald”.

Empezaré diciéndote que he leído el libro de Edgar Allan Poe, y como es muy cortito, esta serie toma ideas y conceptos de muchos otros escritos del autor. Digamos que la novela de los Usher, es el punto de partida para ampliar la historia de esta familia, obviamente con mil y una licencias. Y desde mi punto de vista está muy bien llevada.

En esta serie, el director repite con actores con los que ya ha trabajado en otros proyectos, como Carla, Kate o Henry. Se nota el buen hacer de este director tras las cámaras, pues los actores lo dan todo por hacer creíbles a sus personajes, consiguiendo estremecerte en todo momento. Carla Gugino y Bruce Greenwood en estado de gracia, cosa que me alegra bastante, puesto que Carla Gugino pasó mucho tiempo en el olvido hasta su gran resurgimiento, demostrando sus grandes dotes como actriz. Todos y cada uno de los actores y actrices consiguen que les desprecies, y a sabiendas del final que les espera, la trama te hace dudar si se merecen su destino o no. La doble moral, o doble rasero. Complicado decidir si unos deben pagar por los errores de otros. Y si los errores que cometen cada uno de ellos son el detonante o simplemente espectadores de la bomba principal. Lo que está claro, es que todos son grotescos a su manera, por lo que hacen, por lo que dicen o por lo que ocultan.

La serie nada entre tres espacios temporales. La juventud de los hermanos Usher, el momento actual de la confesión de Roderick a su amigo de la juventud, y la semana antes de esa confesión, cuando todo comienza a derrumbarse. Resulta fácil, puesto que cada tiempo tiene su ubicación y no cuesta saber el momento en que nos encontramos en la historia.

Una de las grandes licencias que se toma Flanagan, es la familia de Roderick, de los que no se indaga en el relato original. Una buena forma de ampliar la historia, y que genera muchas más incógnitas en lo que respecta a los secretos de la familia. Que fui cambiando de opinión con respecto a los hijos de Usher a medida que avanzaban los episodios, no te lo voy a negar. Y es porque la historia está tan bien llevada, con tantos giros de guion, que resulta imposible no hacer juicios de valor que luego son derribados a golpe de acciones erróneas de cada uno de ellos.

La estética misteriosa que se respira durante todas las apariciones de Verna, que podría ser un anagrama de Raven (Cuervo), invitado vip en todos los relatos de Poe, dota a la historia de un fantasmal halo de angustia, desconocimiento sobre lo que va a ocurrir (aunque desde los primeros minutos del primer capítulo ya sabemos lo que le ha ocurrido a los Usher) y cuál es el desencadenante de todo lo acontecido. La incógnita es saber quién, cómo y cuándo.

El episodio final, es decir, la catarsis de Roderick Usher con el final de su confesión me ha parecido brutal. El inicio de toda la desgracia que se ha volcado sobre ellos es simplemente magnífica. La escena del bar es perfecta.

No creo que sea una serie de terror, aunque el director juegue a  darnos algún que otro susto. Predecible puede, pero no por ello menos efectivo. Al final nos encontramos ante una crítica ante el capitalismo, la codicia, la traición. Algo que sigue vigente a día de hoy, aunque aquí adopte tintes fantásticos. La muestra de que ni todo el dinero del mundo consigue mantener unida a una familia, y mucho menos consigue comprarlo TODO. Por suerte, no todo se compra.

Y hasta aquí esta reseña, que espero te haya hecho pensar en darle una oportunidad a este estupendo director.

¡Nos vemos por las redes!