Smiley (2022)
Creación: Guillem Clua
Reparto: Carlos Cuevas, Miki Esparbé, Pepón Nieto, Meritxell Calvo, Giannina Fruttero, Eduardo Lloveras, Ramon Pujol, Carles Sanjaime, Amparo Fernández, Cedrick Mugisha, Pep Munné, Ruth Llopis, Brian McGovern, Carlos Noriega, Yasmina Drissi, Ann Perelló, María Isabel Díaz
Temporadas: 1
Episodios: 8
SINOPSIS
La historia nos cuenta cómo una equivocación a la hora de enviar un mensaje, une las vidas de dos chicos totalmente opuestos, Alex y Bruno. Sus personalidades chocan desde el primer momento, pero eso no hace que una extraña atracción nazca entre ellos. Sus amigos son testigos de cómo los polos opuestos sí se pueden atraer y explotar como un geiser.
OPINIÓN PERSONAL DE «SMILEY»
¡Feliz entrada de año! Espero que te hayas comido todas las uvas. Este año que entra será especial y qué mejor manera que comenzar con una serie que Netflix estrenó a finales del año que nos ha dejado. Una propuesta fresca, divertida y muy humana. Estamos ante una obra de teatro llevada al cine (en este caso, convertida en serie) y alargada en ocho capítulos de media hora aproximadamente cada uno. Una comedia ligera que nos muestra que las apariencias engañan, que no todo es lo que parece y que juzgar sin saber, es el peor de los errores que podemos cometer. Y juzgar sabiendo, pues también, ya que estamos. Que cada uno se juzgue a sí mismo y con eso ya va más que sobrado.
Obviamente, para gustos los colores. A mí me ha parecido una serie preciosa. Ya te comenté cuando hablé de “Todo lo otro”, “Luimelia” o “Ser o no ser” (y bastantes más series y películas), lo necesario y maravilloso que me parece que todas estas historias vayan teniendo cabida en la parrilla televisiva. Historias reales que merecen ser contadas. Y con las que el colectivo nos podemos sentir identificados con mayor fuerza. Porque, ¿quién no ha sido un Alex, o un Bruno? O un Ramón, una Vero… Cualquiera de ellos. La vida de todos los personajes nos ofrece situaciones cotidianas del colectivo. Y puede que te sientas identificado o no, pero el espectro es tan amplio como el del mundo heterosexual. Y aunque se observan situaciones que a muchos puede chocarles, esta serie, mucho más intimista que por ejemplo “Queer as folk”, nos muestra que no existe diferencia humana entre personas con preferencias sexuales diferentes. Y eso es lo que me encanta de esta nueva ola de series y películas. La normalización de lo normal. Como debe ser.
Los personajes aparecen muy bien delineados, y los ubicas desde el minuto uno. Todos ellos tienen algo que contar en mayor o menor medida. Y todos ofrecen un espejo de muchas realidades que existen, con la mayor naturalidad, una gran sinceridad y buena maestría actoral. Ninguno me ha sacado de contexto, he de reconocerlo. Y también debo decir, que Ramón me ha encantado, quizás por verme reflejado en muchos momentos de mi pasado (spoiler personal, jejeje).
Como no todo me puede parecer perfecto, sí he de reconocer que me ha chirriado un poco el tema de la neutralización de género del hijo pequeño de Nuria y Albert. Puede que trate de ser una ligera crítica hacia todos estos nuevos géneros que ayudan a que cada ser humano se encuentre a sí mismo, pero me resultó forzado y poco creíble. Por lo demás, obvio el que entre ellos hablen en catalán, porque no me parece extraño (en el país vasco, hay gente que entre ellos hablan en euskera y luego se comunican en castellano). Al final son costumbres y no hacen que me desligue de la historia.
Por internet anda pululando una de las partes más bonitas y a la vez más tristes de la serie. El monólogo de la cerveza. Si no has visto la serie y quieres hacerlo, trata de no ver ese fragmento que viaja por la red. Es un spoiler en toda regla. Y precioso, también he de decirlo.
Parece haber tenido una buena acogida, aunque con Netflix nunca se sabe. Aun así, si la serie se queda en esta única temporada, todo queda resuelto, atado y con un final. Para mí es lo bueno de una serie que no juega en la baza del thriller o las aventuras. En ese tipo de series, el cliffhanger suele ser necesario para preparar una nueva temporada. Pero en una serie romántica, cómica o simplemente con historias humanas sobre todo, cerrar el círculo por lo que pueda pasar, es algo que me gusta.
Así que para terminar, tengo que recomendarte esta serie porque seguimos dando pasitos (cada vez más fuertes y seguros) hacia esa increíble zona en la que somos capaces de crear bellas historias entre gente no heterosexual y conseguir mostrar la realidad: todos sentimos igual, todos amamos y todos sufrimos. Todos buscamos el amor y todos nos lo merecemos.
¡Nos vemos la semana que viene!