YO FUI A EGB

Yo fuí a EGB (2013-16)


Autor: Javier Ikaz y Jorge Díaz

SINOPSIS

Una época para el recuerdo para muchos. Un viaje por la nostalgia de una década que supuso un torrente de cambios para todos aquellos niños que descubrieron la era informática poco a poco. Todo lo que nos rodeaba en nuestra infancia, está descrito en estos libros. Desde los desayunos o meriendas que tomábamos, las chuches o los helados. Los juegos, la música, el cine… Nada se queda fuera, puesto que en cuatro volúmenes han conseguido aunar una infinidad de recuerdos.

LOS AUTORES

Creadores del blog «Yo fui a EGB», fueron tomando fama a nivel nacional, gracias a todas aquellas personas que disfrutaban recordando aquella época. Primero en Facebook, donde se colgaban fotos de aquellos años, que se entremezclaban con comentarios y recuerdos de los usuarios, decidieron publicar en 2013 un libro en el que recopilar todos esos recuerdos. Y les salió redondo, porque durante los tres siguientes años, publicaron otros tres volúmenes.

OPINIÓN PERSONAL DE «YO FUI A EGB»

Bueno, yo, como amante de la década de los ochenta (creo que eso ya te ha quedado claro si lees mis post), me paso hoy para contarte un poco acerca de esta colección de libros que salieron hace algunos años. Lo primero que hay que tener en cuenta es que no se trata de novelas, por lo que hablo de los cuatro al mismo tiempo. Es más bien un álbum de recuerdos, tanto escritos como visuales. El archivo que han conseguido recopilar es un tesoro para todos aquellos que fuimos jóvenes en aquellos años.

Los autores nos hablan en primera persona, explicándonos todos sus recuerdos de la infancia. Juegos, chuches, meriendas, ropa, cine… No se les escapa nada. Las imágenes amplían ese recuerdo, ya que la base de datos gráfica es increíble. En el tomo dos, comienzan la historia hacia los recuerdos viajando por dos personajes, un chico y una chica (Lucas y Nancy, los muñecos) y este medio sirve para contar el día a día de cada uno de ellos. Me gustaría recordarte, que los roles de género en esa época estaban muy definidos, por lo que el libro juega a mostrar lo que solían hacer los niños y lo que solían hacer las niñas. Al final, había niños que hacían cosas de chicas (como yo) y viceversa. Pero de esta forma podemos descubrir las diferencias que existían y todo lo que la sociedad por aquella época nos ofrecía a ambos sexos. Increíble ver las pegatinas de regalo que vienen en el centro del libro (Fido dido, la serie V o El equipo A, Europe…) Recuerdos de Teleindiscreta o SuperPop, sin lugar a dudas. En el tomo 3 encontrarás los famosos cromos de picar y en el cuarto un parchís de «Parchís». Todo un clásico.

Por supuesto que tuvimos tablet en la EGB. ¿Qué era si no el Telesketch?

YO FUI A EGB

Los viajes al pueblo o a la playa, las navidades con sus programas y su música (Sabrina, Martes y 13…). Los quioscos, el parque, la evolución electrónica. Desde las primeras maquinitas (Donkey Kong) hasta el Spectrum que era un horror con ese ruido infernal. Y por supuesto las cabinas telefónicas, los teléfonos de rueda y el Beeper. Los viajes a los increíbles videoclubs y los ratos maravillosos en las salas de videojuegos. Es un trabajo extenso, no de investigación, más bien de retrotraerse a los recuerdos.

El colegio también tiene su espacio en estos libros, con ese mítico diccionario Iter sopena (del que no me acordaba) y los mapas en relieve. Los estuches, bolígrafos, ¡los paquetes de tizas envueltos en papel blanco y azul! Las clases de pretecnología con esa sierra de marquetería (ya ni me acordaba) y las figuras de escayola. A ver, habrá cosas que no te hayan pasado o que tu cerebro no haya almacenado, pero más del noventa por ciento, lo viviste, te lo aseguro.

Tu primera colonia «Chispas»

YO FUI A EGB

Tengo que decir con sinceridad que algún pequeño fallo le he encontrado a esta colección. No es un fallo, sino más bien una repetición. En ciertos momentos de todos los libros, se juega a las alusiones a situaciones, objetos o personajes de la época. Y se repiten en demasía. Habiendo muchísimas más referencias, deberían haber buscado un poco más, o repasar los tomos anteriores, para confirmar si esas referencias ya habían sido aludidas con anterioridad. Pero es algo que tampoco me ha hecho la lectura tediosa o molesta.

Sobre todo es un viaje al recuerdo para los que lo vivimos. Puede crear curiosidad para los más jóvenes observar las diferencias con la época actual, pero ellos no sentirán ese cosquilleo al leer y sobre todo ver en las fotografías nuestras meriendas, nuestros helados, nuestros juguetes y nuestros programas míticos de la televisión de la 1, porque la 2 era muuuy aburrida.

Si eres como yo, de los que fuimos a EGB, también me gustaría contarte que no hay un juego de mesa, sino dos en el mercado (los cuales tengo, por supuesto) y que son muy divertidos. Ten en cuenta que debes jugar con gente de tu igual, ya que los más jóvenes se sentirán bastante perdidos ante toda esa batería de recuerdos y pruebas que no entenderán. También hay un libro de actividades (estilo vacaciones Santillana) que es muy divertido… Y eso que eran deberes para el verano.

¿Tú eres de los que fuiste a EGB? ¡¡Déjame tus comentarios y opiniones más abajo!! ¡Hasta la próxima!


QUERELLE (o el deseo hecho carne y violencia)

Querelle (1982)


Dirección: Rainer Werner Fassbinder

Reparto: Brad Davis, Franco Nero, Jeanne Moreau, Laurent Malet, Hanno Pöschl, Günther Kaufmann, Burkhard Driest, Roger Fritz, Dieter Schidor, Natja Brunckhorst

SINOPSIS

Georges Querelle es un marinero que ha recorrido todo el mundo a bordo del barco Vengeur. Además es un ladrón y un asesino. Querelle posee un magnetismo especial con el que seduce y encandila a cualquiera que se cruce en su camino. Especialmente a los hombres que le acompañan en su espiral de desenfreno.

OPINIÓN PERSONAL DE «QUERELLE»

No tengo muy claro cómo clasificar la película de la que te voy a hablar hoy. La vi hace bastante tiempo, varias veces durante toda mi vida. Y decidí volver a verla de nuevo hace poco. La sensación es la misma que antaño. Me gusta mucho, pero no tengo muy claro lo que he visto. Una historia onírica, cargada de belleza en la violencia de sus imágenes (que es complicado), llena de mensajes filosóficos edulcorados a base de cuerpos hercúleos, momentos terriblemente homoeróticos y una sexualidad reprimida convertida en ira.

Que no es una película para todo el mundo, eso también te lo puedo confirmar. No es como el cine que nos hemos acostumbrado a ver estos últimos años, muchas veces de usar y tirar. Querelle no es precisamente ágil en su ejecución, pecando de lenta en algunos momentos. Si no eres de las personas que se fijan en los detalles, no creo que llegues a disfrutarla. Si eres de mi club, probablemente encuentres muchos entresijos en cada toma, en cada plano. Y tampoco es que me considere un erudito en esto del análisis cinematográfico, ni mucho menos. Pero aprovecho cada segundo de calma en la cinta para saborear cada esquina de la toma, cada escondite del plano. Porque creo que es lo que Fassbinder buscaba con esta película. Que analizáramos cada detalle.

El guion flojea en ciertos aspectos, puesto que no profundiza demasiado en la psicología de los personajes, pero tampoco creo que Fasbinder fuera lo que buscara en este filme. Mi opinión tras una revisión hace unos días, es que en aquella época, lo que se trataba de conseguir era un revulsivo contra la sociedad. Probablemente en aquellos años, estaba destinada a ser visionado por una minoría que había salido del armario y comenzaba a disfrutar de esa falsa libertad. Y el paso del tiempo es el que colocaría esta película como una pequeña joya de culto.

Con un juego de fotografía espectacular, nos ofrece atardeceres que parecen no terminar nunca, esos tonos anaranjados, rojizos, amarillentos. Los decorados son eso, decorados. No tratan de esconderlo, ni de maquillarlo de forma ridícula. Porque están ahí para realizar su cometido, decorar las escenas.

La estética de los personajes me ha recordado en muchos momentos a los comics de “Tom of Finland”, aunque los comics sean bastante más subidos de tono que la película que nos ocupa. Los cascos de los obreros, esos pechos musculados y velludos… Vamos, los comics en plan soft, pero en vivo y a todo color.

Brad Davis es una debilidad, al menos para mí. Fallecido a causa del Sida (o al menos eso se cree) en el año 91, tras el boom de la aparición de esta enfermedad, como ya hablé en el post sobre “Compañeros inseparables”. No lo voy a defender por el papel que realiza en esta cinta (me enamoró en “El expreso de medianoche”) porque creo que Fassbinder jugó muy bien la baza de elegirle para este personaje. Tras el éxito de “El expreso de medianoche” y “Carros de fuego” (bendito seas Vangelis por esa banda sonora), Brad era una estrella en ciernes, lo suficientemente atractivo, varonil y deseable tanto para hombres como para mujeres. Y en esta película Brad demuestra tener ese magnetismo que Genet describía en Querelle. Sus planos descamisado, o simplemente hablando en primer plano, hacen que no podamos apartar la vista de la pantalla. Esa camiseta de tirantes de corte cuadrado es una oda al erotismo. Franco Nero y Jeanne Moreau realizan buenos trabajos interpretativos, aunque como ya he dicho al principio del post, la psique y el mundo interno de los personajes no es algo que prime en esta historia.

Es un viaje visual, decadente, oscuro, hacia lo más escondido del ser humano. Iluminado a golpe de soles en el ocaso, de escenarios de cartón piedra, de vidas de mentira cargadas de verdad. Uno de los mensajes que me llevo de esta historia, es que lo que deseamos es lo que marca el camino que seguimos. Y aunque aquí hablamos de terrenos sensuales y sexuales, es aplicable a cualquier aspecto de nuestra vida.

Así que me despido invitándote a descubrir esta peculiar pieza cinematográfica, que seguro que te resulta como poco, peculiar.

¡Nos vemos el próximo domingo!


QUEER AS FOLK

Queer as Folk (2022)


Creación: Stephen Dunn

Reparto: Juliette Lewis, Kim Cattrall, Jesse James Keitel, Johnny Sibilly, Fin Argus, Ryan O’Connell, Devin Way, Candace Grace, Ed Begley Jr., Eric Graise, Benito Skinner, Virginia Tucker, Sachin Bhatt

Temporadas: 1

Episodios: 8

SINOPSIS

Nueva versión de “Queer as folk”. Brodie regresa a Nueva Orleans tras dejar su carrera, para reencontrarse con su desestructurada familia, así como con sus mejores amigos y su ex novio. Pero el tiempo les ha hecho cambiar a todos. Ya nos son los mismos que cuando Brodie se fue. Sus vidas se han estabilizado, pero todo se irá al traste cuando una tragedia sacuda a la pequeña comunidad en el interior de la disco de moda “Babylon”.

OPINIÓN PERSONAL DE «QUEER AS FOLK»

Acabo de terminar esta serie y tengo sentimientos encontrados. No tengo muy claro si esta reseña resultará positiva o negativa. Porque mi cabeza está un poco desconcertada ante esta nueva versión de la historia original de Russell T. Davies.

Que la sociedad ha cambiado es algo que todos sabemos. Que la forma de consumir productos televisivos es diferente, también. Yo me uno en este pensamiento y en esta acción. El tiempo se ha vuelto algo más preciado y ya no queremos pasar horas y horas plantados delante del televisor. Y si lo hacemos, que sea con algo que nos llene de verdad. La oferta es tan excesivamente amplia que (hablando de series, que es lo que nos ocupa hoy) entran y salen con la facilidad que se abre y se cierra un cajón.

Ya te comenté en el post en el que hablé de la versión americana de “Queer as folk”, que no pude ver la original británica (y a día de hoy no soy capaz de encontrarla), lo que quiere decir que toda esta reseña irá comentada en función de la versión americana, cada vez que hable de comparaciones. Que lamentablemente, las hay. Hay un parto en el primer episodio, hay un atentado como en la última temporada, hay un adolescente como Justin, una madre que apoya a su hijo, como Debbie Novotny. Pero le falta esa magia, o al menos, a mí me falta esa magia.

Obviamente, la diversidad en esta serie es muchísimo más amplia que en la serie inglesa, e incluso que en la americana. Punto a favor, pues en este remake nos encontramos no solo a gays, sino también a personajes trans, queers, no binarios, drags, razas no caucásicas, e incluso diversidades funcionales (tanto psicológicas como físicas). Lo que amplía la mira acerca de esa imagen que las anteriores “Queer as folk” nos dejaron. Personajes blancos, gays/lesbianas y poco más.

Pero, ¿qué ocurre cuando una serie te ha marcado tanto como lo hizo conmigo “Queer as folk? Pues que comparas. Por mucho que lo intentes, comparas. Buscas en cada escena las similitudes de aquellas historias de antaño. Brodie quiere ser un Brian pero no puede. ¿Mingus es Justin? Shar y Ruthie han dado un paso más porque no son lesbianas, sino trans y no binarie. Y Brodie las ha ayudado como hizo Brian con Melanie y Lindsay. No sé, imagino que como ocurrió con “Dirty Dancing”, probablemente para los espectadores que no vieron las anteriores versiones, esta les puede atrapar por su clara transgresión. Pero a mí me chirría en ciertos momentos. Aunque para nada opino que sea una serie prescindible. Me parece que es necesaria, porque sigue siendo importante tener voz en el ámbito televisivo. Y esta serie vuelve a poner al colectivo en el punto de mira, gritando que la lucha continúa.

Babylon existe en esta nueva versión, aunque no tenga la misma relevancia que en la anterior, ya que es el lugar en el que ocurre la tragedia en el primer episodio y listo. Pero es un pequeño guiño a sus antecesoras, eso está bien.

Tras ver la temporada completa, que obviamente termina con todos los finales de los personajes abiertos (o al menos la gran mayoría), investigo como hago siempre y descubro que la cadena StarzPlay ha decidido cancelarla tras esta primera temporada. Pues bueno. Una más sin final en condiciones. Qué manía más desagradable la de no contemplar un final en condiciones por si acaso…

¿Que esta nueva versión tenía posibilidades? Lo cierto es que sí, puesto que dejando de un lado las versiones anteriores, el espectro de personajes LGTBIQ+ estaba muy bien mostrado. Y habría dado mucho juego la gran cantidad de personajes que nunca se habían mostrado ante el público, o al menos, no todos juntos en una misma serie.

Los intérpretes (en su mayoría) también representan su identidad de género u orientación. Lo que le suma importancia a mostrar a unos intérpretes que se sienten cómodos con sus papeles. En la versión anterior, de los siete personajes principales, si no recuerdo mal, solo un par de ellos eran gays. Que no pasa nada, obvio, simplemente es un dato informativo. Mención aparte las increíbles Juliette Lewis y Kim Cattrall, que son un espectáculo en sí mismas. Es un placer volver a verlas, con dos personajes carismáticos y con peso propio a pesar de ser cuasi de reparto.

Como punto en contra, en ocho episodios se han mostrado demasiados giros argumentales, porque hay demasiados personajes importantes y a todos se les quiere otorgar la misma relevancia y peso en la historia. Y eso, en una serie de tan pocos capítulos, es una carga que cuesta asimilar. Por lo que haber aligerado algunas tramas, quizás hubiera creado la necesidad de realizar más episodios o más temporadas. Quién sabe.

Esta nueva versión se centra desde un primer episodio bastante contundente, en el drama interno de todos los personajes, y como la tragedia que ocurre en este capítulo les marca durante los siguientes seis meses (que es más o menos el tiempo que transcurre durante esta temporada). Tiene algún toque de comedia, pero no lo suficientemente ácido o mordaz como en la anterior versión.

Volvemos a sentir un grito de libertad, de lucha por la igualdad. Del derecho a sentir a nuestro antojo y no preocuparnos del qué dirán. Y lo que digan, que dejen de decirlo. Que ya suena a disco rayado.

¡Feliz semana que entra y disfruta de todo lo bueno que te ofrezca la vida!


OYE, ¿CÓMO VA TODO?

Porque ir sin prisa pero sin pausa es lo más importante…

Hace mucho tiempo que no te cuento novedades acerca de cómo va todo por mi vida diaria. Ya sabes que no suelo excederme en este tipo de artículos. Lo poco gusta y lo mucho cansa. Así que después de los dos post acerca del amor a uno mismo antes de final de año, hoy vengo a contarte los avances a nivel profesional que han pasado y están ocurriendo en mi vida a día de hoy.

Así que ¡comenzamos!

Ayer terminamos la última representación de “Poeta en Nueva York como Federico García Lorca” en Málaga, después de seis funciones con lleno absoluto. Tengo que reconocer que ha sido una maravillosa experiencia el observar cada sábado que comenzábamos la función el patio de butacas completo. Si te gusta el teatro, es algo que no siempre sucede (dejando de lado las grandes producciones, claro está), así que es un orgullo el haber formado parte de este estupendo elenco y de la historia que el director ha creado para mostrar una nueva visión acerca del poemario que Lorca creó al otro lado del charco.

Gracias a este proyecto, que vamos a seguir moviendo por Andalucía (al menos por ahora), me han ofrecido una idea que me haría reconciliarme con una parte de las artes escénicas que dejé de lado hace mucho tiempo. Quizás por la situación en que se desarrolló en su momento, le cogí «manía». Pero lo que puede venir, creo que podría conseguir que hiciera las paces con el mundo de la animación. Ya te contaré más adelante si todo llega a buen puerto…

Cuando tuve mi problema de salud y tuve que estar de baja demasiado tiempo (cuando comenzó a fraguarse esta web, más o menos), tuve la oportunidad de aparecer en la serie “Toy Boy” de Atresmedia, pero desgraciadamente, mi baja me lo impidió. Pero mi querida Pepa, me tuvo en cuenta hace unas semanas para un nuevo proyecto, esta vez de Amazon Prime y Mediaset. Se trata de la serie “Urban. La vida es nuestra.” Y tuve el placer de grabar una pequeña escena con las dos protagonistas, María Pedraza y Asia Ortega. Me lo pasé estupendamente y deseando que llegue el estreno (que todavía no tiene fecha) para poder verlo.

Allá por verano del 2021, participé en la grabación de un videoclip musical para un grupo musical granadino. Por mi insta (@alexander.j.cox) hay una fotito de aquella grabación en la que aparezco con la maquilladora que me llenó de tattoos por toda la cara y las manos. Tampoco podía desvelar mucho acerca del proyecto, pero por motivos que desconocemos, el videoclip quedó en stand-by y nunca más se supo. Hace tres semanas, nos avisaron que el proyecto se retomaba. Les faltaban tomas de actuaciones del grupo y ya las habían conseguido. Así que hace unos días, se estrenaba “El veneno de la serpiente” del grupo Hora Zulú y por ahí aparezco yo haciendo de malo malote. Un placer haber participado en ese proyecto y el resultado es alucinante.

El verano pasado, también aparecí en una publicidad para la empresa AM Seguridad “Amor verdadero” y me encantó verme en formato gigante en una valla publicitaria en la autovía. También aparecí en los autobuses y publicidad en RRSS como Facebook e Instagram. Fue una gran experiencia y aunque no era la Gran Vía, ese subidón no me lo quita nadie.

Mi texto de “Todavía tengo tiempo” con su respectivo montaje, se quedó también en punto muerto, aunque tratamos por todos los medios de promocionarlo. Pero resulta bastante difícil desde nuestra posición, en la que no somos caras conocidas, el poder llegar a conseguir actuaciones. Pero el proyecto sigue adelante y estamos preparando una nueva batería de promociones, para tratar de llamar la atención de las distribuidoras y los ayuntamientos. Así que ahí ando también.

Mi tercera novela que será el cierre de la vida en Danford. Después de las otras dos novelas, “Suicidio del 97” y “No fue un suicidio si aún estás aquí”, el final está muy cerca y debo confesarte que me está costando bastante acabarla. No por falta de ideas, o por falta de tiempo. Creo que se trata de algo más a nivel emocional. Siento que en mi subconsciente, me da mucha pena el decirles adiós. Si alguna vez has escrito como yo, la simbiosis que se crea con los personajes es muy fuerte. Y después de tres novelas y todo lo que han pasado mis habitantes de Danford, me entristece no volver a verlos ni saber cómo les va. Aunque también he de contarte en secreto, que tengo un proyecto pendiente con la ciudad de Danford, que quiero hacer. Pero eso ya te lo contaré más adelante, cuando se materialice.

Mi intención al terminar la trilogía de Danford, era empezar a escribir algo más ligero y menos oscuro, pero por circunstancias de la vida, mi vida se cruzó con alguien que tiene mucho que contarme acerca de un estilo de vida que me parece muy interesante. No voy a desvelar nada, pero bueno, pues que vuelvo al lado oscuro de la mente humana. Parece que ese tipo de escritura me persigue…

Proyectos literarios tengo más. Los que he terminado y de los que no quiero hablarte porque no me gusta anticiparme a lo que pueda ocurrir con ellos, pero ahí están. Sigo escribiendo teatro y ampliando mi currículum literario, lo cual me encanta. “Todavía tengo tiempo” se materializó en un espectáculo teatral que el público disfrutó muchísimo y espero que con estas ocurra lo mismo. Tiempo al tiempo.

Como sabes, en mi apartado personal de la web “Currículum Vitae”, puedes ver los proyectos que he hecho y los que están en proceso (no salen todos ¿eh?), pero si puedes estar al día de cómo va mi proceso laboral.

Y creo que no me dejo nada en el tintero. Así sabes un poquito más acerca de mi pasión y de cómo estoy poco a poco llevándola a cabo. Y si tú tienes un sueño, ya sabes, a por él sin pensarlo. Que la vida es una y no podemos perder el tiempo en pensar si podremos o no conseguirlo. Intentarlo es lo más importante.

¡Feliz semana y nos vemos el domingo que viene!


ESPEJO ESPEJO (o la sublevación de tu propio reflejo)

Espejo espejo (2022)


Dirección: Marc Crehuet

Reparto: Malena Alterio, Santi Millán, Natalia de Molina, Carlos Areces, Carlos Bardem, Betsy Túrnez, María Adánez, Toni Acosta, Loles León, Verónica Forqué, Tito Valverde

SINOPSIS

Una empresa de cosméticos está a punto de celebrar sus 50 años al pie del cañón. En ella, un grupo de empleados lidian día tras día con sus miedos, sus ambiciones y sus propios reflejos ante el espejo. Ante cualquier reflejo, su verdadera personalidad trata de salir a flote en un mundo en el que aparentar lo que los demás quieren ver es ley de vida.

OPINIÓN PERSONAL DE «ESPEJO ESPEJO»

Un tema interesante el que te traigo hoy gracias a esta película. Muy al hilo de mis post de final de año (aquí y aquí puedes leerlos). Ha sido una experiencia bastante extraña el ver esta historia. No me ha quedado muy claro el objetivo de catalogar esta película como una comedia. Porque me he reído en algún momento (no a carcajadas, pero sí alguna risa suelta). Los personajes, el escenario, parte del guion así lo intentan; que sea una comedia. Pero el trasfondo que pretende enviar (o que a mí me ha llegado) no es para nada divertido. Y siempre que me ocurre algo así me viene a la memoria “Noviembre dulce” con Keanu Reeves y Charlize Theron, un pedazo de dramón del quince envuelto en una comedia ligera.

Todos los protagonistas consiguen hacerte entender su situación emocional cada vez que se enfrentan a su reflejo en el espejo. Algunos lo hacen de forma cómica y otros de una forma más emocional. Mientras que Carlos Areces (que me gusta, pero su registro es más bien limitado, siendo siempre él mismo) camina por el humor más directo, Malena Alterio viaja por el río de la confusión y el dolor ante su propia realidad y la que hace ver al resto. Santi Millán salta de un registro a otro (comedia y drama) y eso genera desconcierto a la hora de empatizar con su personaje, puesto que no llega a entenderse la verdadera realidad o personalidad. Y Natalia de Molina tiene pocas interacciones consigo misma, pero viaja por su historia carente de humor y de forma más seria. El elenco protagonista hace un muy buen trabajo como he dicho, así como los pequeños papeles que hacen estrellas de la talla de Loles León, Tito Valverde, Toni Acosta o mi añorada y adorada Verónica Forqué.

La idea del reflejo en el espejo ya se ha utilizado en otras ocasiones, eso es cierto. Aquí nos enseña el yo interior, aquel que querría gritar lo que necesita, lo que ansía, lo que piensa. Pero que por un motivo u otro, nunca llega a expresar. Vivimos en un mundo en el que siempre se nos ha enseñado lo que es correcto, lo que se debe de decir y lo que no. Cómo ocultar nuestros sentimientos para no herir al de enfrente. Como mantener la compostura ante el resto. Como vivir “educadamente”. Con el paso de los años hemos girado 180 grados y se nos ha dado la libertad para ser quienes somos, decir lo que nos venga en gana y que el de enfrente arree con lo que pueda. Sin pensar en el daño, sin analizar las consecuencias. No olvidaré todos los post de una crueldad infame hacia Verónica Forqué por su participación en MasterChef desendo que la ingresen, que se muera, etc… Y así pasó. Así es el ser humano. Así es el reflejo de muchos.

Los extremos no son buenos y estos personajes descubren ante sus reflejos esos dos extremos. El que viven y el que quiere salir. ¿Cuál es el bueno? ¿Cuál merece estar fuera del espejo? Quizás una mezcla de los dos. Pero todavía no nos han enseñado a fusionar ambos. Bueno, yo sí lo he aprendido, así que en este saco no me meto. Y habrá gente que, como yo, ha aprendido a caminar en esa línea en la que los dos mundos convergen, se amoldan y conviven.

No deja de ser un fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos. De la gran mayoría (no es nada personal) al fin y al cabo. Ese afán por aparentar, por querer ser, por llegar a nuestra meta. Y por otro lado esos miedos, ese freno, esa duda ante ser quien realmente quieres ser. Cada personaje lucha contra su reflejo. La película navega entre esas dos líneas, mezclando el drama con el humor. Quizás ahí es donde hace aguas la historia en su conjunto. Desde mi humilde punto de vista, se tratan temas bastante duros con los que muchos espectadores pueden sentirse identificados, pero se les rodea de situaciones ligeras de peso emocional, o se ondea por la superficie para no caer en el drama intenso. Quizás demasiados puntos de vista acerca de la sociedad hacen que sea complicado enfocarse hacia un género en particular, de ahí el salto intermitente entre comedia y drama.

A colación con esto, el personaje de la portera, siendo de reparto (Betsy Túrnez, una estupenda actuación) nos ofrece la visión más generalizada de la sociedad. Creo que es la tónica de muchísima gente a día de hoy. Y es duro pensarlo y decirlo, pero como dije en mi post “The prom”, solo hace falta pasarse por las RRSS para echar un vistazo acerca de lo que ocultos, bajo pseudónimos, somos (bueno, son, en este saco tampoco me meto) capaces de escupir.

Que esta película no va a dejar huella, lo sé. No siempre te traigo reseñas sobre grandes clásicos o filmes de culto. Al final, a veces está bien descubrir pequeñas historias que nos hacen pensar un poco más allá. Aunque luego solo nos llevemos ese pensamiento para integrarlo en nuestra vida y nos olvidemos del lugar donde lo aprendimos. Y creo que eso es lo que “Espejo espejo” consigue en el espectador.

Una comedia ligera con mensajes bastante duros, pero que se deja ver. De corta duración, con interpretaciones de gran calidad. Y con un mensaje que todos deberían analizar.

¿La has visto? ¿Te ha gustado? Deja tus comentarios sobre esta película más abajo.

¡Hasta la próxima semana!

PAQUITA SALAS

Paquita Salas (2016)


Creación: Javier Calvo y Javier Ambrossi

Reparto: Brays Efe, Belén Cuesta, Lidia San José, Alex de Lucas, Mariona Terés, Yolanda ramos, Belinda Washington. Anna Castillo

Temporadas: 3

Episodios: 16

SINOPSIS

La representante de actores más famosa de los años noventa, Paquita Salas, se ha quedado anclada en aquella época. No ha evolucionado ni personal, ni profesionalmente. Su última estrella, la actriz Macarena García decide cambiar de representante y a paquita se le viene el mundo encima. Solo tiene a su ayudante de confianza Magüi para salir a flote y encontrar nuevas estrellas a las que representar.

OPINIÓN PERSONAL DE «PAQUITA SALAS»

A por una serie fresca y divertida. Aquí voy hoy, a hablarte de esta historia que me atrapó desde el primer minuto. Como habrás visto más arriba. Son tres temporadas y solo 16 capítulos de unos treinta minutos de media, con lo que su visionado es rápido. Aunque te aseguro que volverás a verla de nuevo al poco tiempo. A mí me ha pasado.

No sé si ha sido a causa de la pandemia o que por ahora, por los trabajos de ambos directores, Paquita ha decidido tomarse un descanso. Pero como me ha ocurrido con “Luimelia”, si continúan ambas series, mi crítica seguirá siendo positiva, porque la calidad entiendo que mucho debería de bajar, cosa que no creo. Por esa razón me parece interesante hablarte de una serie que debo reconocer, no me llamó especialmente la atención en su estreno. Y no sé si fue por el hecho de reconocer a Brays Efe en el papel de Paquita y pensar ¿por qué un hombre? ¿No hay actrices en este país para hacer de Paquita? Pues no.

Tras ver los primeros episodios, yo mismo me contesté. Cualquiera de las maravillosas actrices que tenemos en España, habría podido dar vida a Paquita Salas, pero por mucho que hubieran creado un personaje alejado de su forma de actuar habitual, siempre habríamos visto el rostro de esa actriz que tanto conocemos. Es decir, que no por valía, sino por cohesión. Resulta prácticamente imposible reconocer a Brays (moreno, con barba y bigote normalmente) enfundado en el traje de Paquita. Sí, su voz, vale. Pero el conjunto es increíble. Brays Efe ha creado a Paquita Salas y le ha salido bordada. Un personaje con carisma, muy realista (teniendo en cuenta lo más importante, que Brays es un hombre) y con el que conectas desde el primer segundo que aparece. Te ríes con ella, te emocionas, te olvidas de la persona que interpreta a ese espectáculo de mujer y eso es porque todo en la creación de Paquita es soberbio.

Y ese gran trabajo viene apoyado por un elenco (tanto principales, como de reparto) que es sublime. Belén Cuesta, Lidia San José, Belinda Washington, Yolanda Ramos, Ana Milán, Mariona Terés… Es que son tantas y tantas las maravillosas estrellas que pasan por esta serie que todas y cada una de ellas deja su pequeño grano de arena para hacer de esta serie una experiencia inolvidable. Aunque para muchos no sea muy reseñable, yo, que soy llorón, ya lo sabes, me emocioné al ver y escuchar a Emilio Aragón (artista invitado en un episodio) después de tantos años sin verle por televisión. Y no me lanzo a este comentario por “Médico de familia”, que también. Es que yo soy más antiguo, y para mí, fue Milikito en “Los payasos de la tele”. Así que mis recuerdos de Emilio son de antaño.

Cada temporada, y eso no suele ser lo habitual, mejora. Al menos para mi gusto, creo que la tercera temporada es sublime, llegando a unas cotas de perfección que pocas series consiguen. La historia, en tan pocos capítulos, consigue crear una historia redonda, en la que todo va encajándose con una majestuosidad perfecta. Como ya te comenté en “Veneno”, también de Los Javis, uno de los puntos a favor que para mí suman muchos enteros, es el uso de la música. Tanto la banda sonora original creada para ambientar de fondo ciertas situaciones, como los temas sobradamente conocidos por todos para enfatizar muchas escenas. Creo que son unos grandes expertos en todos los aspectos, y la música es uno de ellos. Y como ya sabes, a mí la música me transporta y me zambulle de lleno en cualquiera de las historias, siempre que todo encaje.

El ascenso al estrellato, las envidias, las mentiras, los sueños, los muñecos rotos. Una visión muy realista del mundo del espectáculo, del lado oscuro que muy pocos conocen. Todos los “nos” antes del “si”. Que actrices como Lidia San José y Belinda Washington tengan los ovarios (sin querer ser grosero) de interpretarse a sí mismas y aceptar lo que fueron, lo que son y lo que continúan intentando por su pasión hacia este mundo, me parece de una honestidad muy pocas veces visto. Y no son las únicas. Por la serie pasan bastantes personajes que se interpretan a sí mismos (o a algún que otro reconocible) y cuentan la cara oculta del espectáculo, tanto lo bueno, como lo malo. Tirándose más hacia lo malo. Las estrellas fugaces, el ascenso y la caída, la mediocridad, el postureo… La sinceridad de esta serie me ha hecho llorar en muchos momentos, porque como actor (y no famoso), me siento identificado en infinidad de frases, situaciones y sentimientos. Un diez para todos.

Pero mientras esperamos si hay una cuarta temporada, te invito a que descubras esta historia porque no te va a dejar indiferente. Además, la tercera temporada tiene un cierre, por lo que te deja buen sabor de boca y no con un hype de lo que pueda ocurrir después.

¡Vive feliz hasta que nos veamos de nuevo!